Bergoglio, un claro opositor al matrimonio igualitario y el aborto no punible

El flamante papa fue muy crítico cuando se trataba en el Congreso el proyecto que permitiría el matrimonio igualitario. En 2012, cuando el Congreso se encontraba debatiendo la ley que permitiría el matrimonio igualitario, Bergoglio dio a conocer una carta de repudio dirigida a los cuatro monasterios de Buenos Aires. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios” , expresó en esa ocasión. Posteriormente, en el mismo texto, agregaba: “No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida” del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”. Asimismo, el cardenal entonces cardenal agregó: “aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra”. En cuanto al aborto no punible, en septiembre de 2012 Belg...

Burgos: Me convertí en un zaguero rocker

El Mono largó el arco hace tres años. Ahora se divierte jugando como defensor. "Y raspo un poquito... como Artico". Mientras, no deja el rock, comenta fútbol y estudia para DT.

Cuando sea técnico, mis equipos van a ir al frente como locos. Es mejor morir con una flecha en el pecho que no con una en el culo".

Germán Adrián Ramón Burgos es un personaje sabroso. Para degustar despacio. Para decodificar sus mensajes entre tanta jarana. A los 38 años está radicado en Madrid junto a su mujer Sandra y sus hijos Sasha, Flopi y Luca. Y sigue tan extrovertido y abierto al aprendizaje como siempre: cada fin de semana comenta partidos por Radio Nacional de España, colabora en el magazine matinal de Olga Viza, estudia para ser entrenador de arqueros, va a empezar el curso de DT, toma clases de guitarra, sigue con su banda de rock y juega para los veteranos del Atlético de Madrid y para un equipo de amigos llamado Los Desperdicios.

—¿Qué te aporta el curso para entrenar arqueros?

—No es que me enseñan a atajar pero sí a hacer docencia, cómo hablarle a un pibe, o el tema de los primeros auxilios. Y después, estudiaré para ser técnico.

—¿Lo tenés decidido?

—Sí, el 4 de junio empiezo un curso intensivo. Voy a tener de compañeros a Pochettino, a Hierro, y a otros conocidos más. El curso tiene tres niveles, y yo arranco ahora por el primero... Y, mientras tanto, comento partidos.

—¿Onda Macaya?

—¡Onda Burgos! No me parece muy complicado. Al contrario: veo todo lo que pasa, adivino los cambios... Y banco a muerte a los arqueros. Si pasa un mosquito y la pelota pega en el insecto y se desvía, lo digo... Je, cuando se va la pelota, empiezo a los gritos.

—¿Qué gritás?

—"Señoooraaaaa, ¿me alcanza la pelota?", jajaja... O ponemos ruidos de cristales que se rompen.

—¿El rock ya fue?

—Ni loco... Estoy preparando el nuevo disco con Javier Vargas (guitarrista) y los martes ensayo con la banda: se llama The Garb, como mis iniciales. Todo un exceso de ego.

—¿Vendés muchos CD?

—El último, Abismos, se agotó. Ahora estamos haciendo un rock más pesado, me fui a la variable del rock más duro. ¡Me llamó cada uno para tocar!

—¿Por ejemplo?

—Cuando Pappo estuvo por acá, vino y me preguntó: "Mono, ¿cuántas canciones mías conocés?". "Todas", le dije. Un placer. También toque con Rata Blanca y me invitaron los Super Ratones.

—No te volvés más...

—Al menos hasta que mis chicos se hagan grandes. Cuando se vayan, nos miraremos con mi mujer y nos preguntaremos: "¿Qué mierda estamos haciendo acá?". Luca, el de seis años, es islero, de Mallorca. Como la película de Tita Merello.

—¿Te salió arquero?

—¿Quéeee? Soy yo el que no quiero que sea arquero.

—...

—El arquero agarra las peores chicas, las más feas y se caga de frío si llueve. Le digo que juegue de 9, jeje.

—¿Lo convenciste?

—En un partido, el técnico lo puso al arco, pero fui, me metí en la cancha y lo mandé de delantero. A Lucas le encanta atajar, pero le digo: "Hijo, jugando podés dar patadas". Como el padre, claro.

—¿Y eso?

—Ahora soy zaguero. De verdad. Con mis amigos, en Los Desperdicios, juego de marcador central. Y raspo un poquito...

—¿Un Pipa Higuaín?

—No, papá, yo soy como Héctor Artico. Pero todavía no logré pasar la mitad de la cancha.

—¿Estás muy gordo?

—Bajé bastante, pero me quedan 10 kilos para estar en mi peso. Adelgacé, viste... desde que dejé de tomar vino.

-¿Te desconectaste del puesto de arquero?

—No, siempre miro.

—¿Oscar Ustari o Juan Pablo Carrizo?

—Son grandes proyectos. A Ustari se lo nombra mucho para ir al Barcelona. A Carrizo lo he visto tirarse con la cabeza, y a mí me atraen los que se tiran contra un camión. Pero indiscutible no hay nadie, sólo lo era Maradona. Escuchate una mundial: los arqueros europeos aprenden muchas cosas de nosotros. Y ahora les están enseñando a hacer la de Dios, ¡pero se las explican tan mal!

—¿Seguís pensando en un partido despedida con una banda tocando arriba de un escenario?

—No me llamaron de ningún club y yo no quiero llamar. Como hincha, atajé en River y estoy hecho. Pero si me llaman, está todo bien. No me considero una estrella del big bang pero estaría bueno para la gente. No quiero algo aburrido: que jueguen mujeres, cómicos, artistas, mucha música...

—¿Añorás a la Argentina?

—Sí, extraño mucho. Pero acá camino y es lo mismo que si estuviera allá. Me gritan hasta de los camiones de basura. La gente me banca. Con el tema de la música no veía ni los partidos, pero la radio me fue metiendo de nuevo. Extraño, ¿viste?

—¿Qué extrañás?

—El vértigo que te da el fútbol. Extraño mucho los insultos, que me digan "la puta que te parió". Ahora firmo autógrafos a chicos que no saben ni lo que hice porque ya hace tres años que no juego.

—Pero en tu Mar del Plata natal seguís siendo Gardel...

—Me declararon ciudadano ilustre de Mar del Plata, pero les pedí una calle: con barrera, tipo peaje. Si cada uno que pasa me tira un peso, estoy hecho, jaja...

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