Arbol

La banda argentina que siguen los niños y que encabeza el fenómeno "kid rock" explica los palotes básicos de su música sin prejuicios: "En Arbol se mezclan homenaje y sacrilegio".

http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/09/15/3-01271439.htm
Txt. Nicolás Artusi.


Educa y entretiene, como en una fábula animada de García Ferré: Arbol hace rock ATP ("Apto Todo Público") para papás que crecieron escuchando el grupo Promúsica de Rosario (didactismo progre) y hoy comparten pogo con sus hijos. "¿Vos fuiste alguna vez con tu viejo a un recital de rock? Yo tampoco", se lamenta el cantante Pablo Romero. Si en su preescolar mediático, el Sí! había diagnosticado que "en Arbol se ve el espíritu dionisíaco de Los Brujos: teatralidad, dos cantantes y una coraza hardcore", unos años después (la primera vez que fueron chicos de tapa), la suma incluía a Café Tacuba + Hugo Midón: chingada alterlatina, bermudas y ondas de amor y paz.

–Hace unos años, asumían la ingenuidad de los niños pero confesaban cierta perversidad, al decir: "Los Reyes Magos... ¡somos nosotros!". ¿Y ahora?

Pablo: Ahora, si te gusta un grupo lo vas a ver... aunque tengas 10 años. Y a no-sotros eso no nos molesta. Lo que propone Arbol no son canciones-frutilla: Osvaldo tiene su propia temática, y a una chica de 10 ó 12 que escuche Chikanoréxika se le despertará un chip. Me parece importante, aunque tampoco es-tá bueno que demos lecciones de vida.

Mientras Arbol se roba centímetros (¡me-tros!) del cartel que anuncia su fecha en el Pepsi Music (día 4, domingo 24/9), se confirma como la banda nacional de ma-yor proyección y propone más canciones para la hora de la siesta (o poguear en el pelotero), la kidsplotaiton convierte en cosa de niños la ambigüedad sexual de Miranda! o el reviente light de Intoxicados. Y, si es cierto que los fans son cada vez más chicos, también que los rockeros, cada vez más viejos. Confirma Pablo (31): "Ahora, a los 10 ya te sentís todo un rockero".

–¿Arbol rompe con un ritual de la adolescencia: tener 17 y despreciar lo que hacen los de 15?

Pablo: ¡Y estar peleado con tu viejo! Nos vienen a ver todos y eso es por la magia del show en vivo: no importa la edad que tengas, es divertirte, hacer pogo, cantar, reír y llorar. Una cosa grupal. Hernán Bruckner, guitarrista: Y que las canciones estén hechas de una manera sintética: un chico las puede aprehender (sic), que sean simples pero a la vez di-gan algo complejo.

–Entonces, ¿Arbol es rock para principiantes, del tipo "tu primer recital"?

Hernán: Como nunca tuvimos un público violento, Arbol es lindo para debutar...

Pablo: Es la experiencia de ir por primera vez a un lugar donde mucha gente participa de una misma historia. Debe ser increíble si tenés 4 años.

Cuando la "fusión" parece otra marca de la época, sea en refinada gastronomía palermitana o en música para paladares exquisitos, Arbol combina sin traumas el estruendo hardcore con las puteadas light de Leo Masliah (pongan alto el tema Prejuicios y oirán una pequeña multitud de niños maldiciendo libremente). "Nuestro próximo disco puede ser totalmente Pantera o pop o electrónico", ¿aclara? Pablo. "Pero ese viejo discurso rockero sobre ser 'genuino' es raro para mí. Nuestro único leit motiv es divertirnos. En el show ahora hacemos el 'falso playback rockero'. ¿Viste que en el rock nadie hace playback? Bueno, ahora su-ben dos chicos al escenario, les damos el micrófono para que hagan mímica y Edu y yo cantamos. Pero cuando hacemos algo 'divertido', nos dicen que es para niños. ¡Puede ser para cualquiera!".

–Hablando de niños, ¿es cierto que fueron a tocar al jardín del hijo de Pergolini?

Hernán: No es cierto... es una escuela primaria.

Pablo: Surgió como un chiste. Mario nos dijo: "¿Tienen un DVD?". Nosotros: "No, ¿por qué no lo hacés vos?". Y él: "Bue-no, pero si tocan en el colegio de mi hijo". Y lo hicimos: cuatro canciones con la guitarrita. Después le dije que quiero tocar en CQC. "¿Ya tenés los trajes?". "Los alquilo". Remate: "Cuando los compres, avisame". No se hizo cargo...

–¿Cómo se le escriben canciones a la gente cuando uno deja de viajar en colectivo?

Hernán: ¡Cuando abandonemos el bondi te respondo! La inspiración llega aunque vayas en auto.

Pablo: Me di cuenta de que está bueno ir por Haedo, o el barrio donde estés, pero también por el centro. Fuimos creciendo.

–Los medios de transporte son importantes para ustedes...

Pablo: Y, mirá: estaba en el baño de un micro por la ruta 2, atrás se veía la vía y, de golpe, apareció un tractor. Así nació Trenes, camiones y tractores. Meando llega la inspiración.

–Si es cierto que el rock se futboludizó, ¿los festivales funcionan como tabla de posiciones?

Pablo: Eso lo hacen los medios. Los grupos sólo tocan.

Hernán: Lo bueno de los festivales es cuando se pierde la coherencia, que en el mismo día toquen Los Pericos y Divididos. O que Iorio se cruce con Miranda!

–¿Mezclas raras? Dicen que ni a Skay ni a Poli (manager ricotera) les gustó nada su versión de "Ji ji ji". ¿Es cierto?

Pablo: Eh... sí, claro. Skay nos dijo: "Me encanta la versión, pero no me gusta na-da cómo la hicieron. Detesto lo coral".

Hernán: Haber hecho algo que empezó siendo una joda, que el público lo pida y que después los Redondos dijeran "no nos gusta"... ¡es re Arbol!

Pablo: Skay lo dijo con mucho respeto. Y yo: "Decime lo que quieras, puteame de arriba a abajo". Es un genio de verdad.

–Ahora tendrían que hacer un cover de Soda...

Pablo: ¡Lo hicimos! En el Luna cantamos Ji ji ji y, en el medio, De música ligera. ¡Nos amaban y puteaban a la vez! Eso es Arbol: homenaje y sacrilegio.