Es mejor no tomarse muy en serio a Pixies

  Black Francis considera que es mejor no tomarse muy en serio a Pixies La banda que admiraba Kurt Cobain publica un nuevo disco, “The Night the Zombies Came” y su líder dice que es vulgar “hablar sobre nosotros mismos, si somos importantes o lo que sea, solo porque sí” Por Maria Sherman Muertos vivos, restaurantes suburbanos con temática medieval, un centro comercial. Druidismo, pollos decapitados, renacimiento. Iglesia, matanza de ovejas, ciencia ficción. Estos son algunos, no todos, de los temas tratados en el décimo álbum de estudio de Pixies, The Night the Zombies Came. Una colección caleidoscópica de 13 canciones —su primer álbum con la nueva bajista Emma Richardson— que oscila entre el folk, el punk, la psicodelia y de vuelta, sin encajar nunca en una fórmula particular. En realidad, The Night the Zombies Came se desarrolla como una película: cada canción es una pequeña viñeta. El líder y artista visual Black Francis, nacido Charles Thompson, dice que eso se manifiesta espec...

el regreso de callejeros / volvieron los chabones



















http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-2448-2006-09-28.html
Por Cristian Vitale
DESDE CORDOBA

Claudia tiene 19 años y cuenta que el año pasado vivió en Carlos Paz el momento más intenso de su existir. Se enamoró de Pedro mirando el amanecer sobre el lago San Roque, después de una noche de lujuria, vino tinto y monamusic a morir. Por entonces, ni ella ni Pedro tenían idea de la existencia de un fenómeno rockero y chabón llamado Callejeros. “El primer tema entero que escuché de ellos fue en el Cosquín Rock del 2005, cuando pasaron el disco. Había muchos pibes con remeras y le hicieron un homenaje impresionante por lo de Cromañón... pero no me gustaba esa canción que pasaron”, dice al NO. Esa canción –”Una nueva noche fría”– es la que deshace a Claudia en el Chateau. Al primer acorde se le escapa una lágrima; dos ante la estrofa “Voces, solo voces como ecos” y cuando termina está inundada. Le había pedido por favor al novio no viajar a la villa. No se podía perder el polémico retorno de Callejeros. Pongamos que de la mitad más uno de los 20 mil fans que estuvieron –porque la mayoría que copó el Chateau era cordobesa– hayan descartado, como Claudia, el día más esperado del año para quedarse a ver a la banda de Fontanet. Y de día. Y con paranoia. Y sin bengalas. ¿Cuál es el secreto? “Es cierto –ratifica Carlos, un rubión de pelo largo con cara de triste– desde marzo estamos juntando guita para comprar fernet y vino, y pirar a Carlos Paz. Está bueno porque cogés y te liberás. Pero no, loco, a Callejeros no lo puedo dejar de ver.” El también moquea pero es ante “Los Invisibles”. Se identifica, especialmente, con la parte que dice: “Soy un muerto encerrado en un cuerpo vivo / soy un vivo que hace un tiempo se murió”. ¿Estuviste en Cromañón? “No”, responde el pibe. ¿Los seguís hace mucho? “Maso... hace ocho meses”. Todas las escenas, ante cada tema significativo (Prohibido, 9 de Julio, Imposible), se repiten. O se llora o se hace un pogo redondo y se canta a garganta pelada. Y, aunque sea imposible recopilar historias que resulten en un veredicto “estructural”, suponemos que buena parte de la hinchada es post-Cromañón. Novata. AC, Callejeros era un grupo convocante. Pero los seguidores pertenecían a las barriadas conurbanas y sufridas. A los bordes bonaerenses, que se identificaban con la pluma de Fontanet. Veintiún meses después de la tragedia, sus temas con tonitos, resbales y tonadas, se bajan por celular y sus recitales –de repetirse la gran Chateau– se trasmiten exclusivamente por radio para todo el país y con una cobertura multimediática inédita para la historia del rock Argentino. Algo ha cambiado, diría Pappo.

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