Antes de su debut porteño junto a UB40, la estrella judía del reggae habla, entre otras cosas, de su relación con las drogas.

http://www.clarin.com/suplementos/si/2007/01/26/3-00301.htm
Txt Gonzalo Chaves.
Considero que mi deber en la música es difundir el mayor sentido posible. Las letras religiosas son como un martillo neumático, una herramienta muy potente. La música es un instrumento muy poderoso". Sorpresivamente el que dice esto es Matisyahu quien, en octubre pasado, le dijo al Sí! "no trato de influenciar a la gente".
El neoyorquino que le puso bucle y kipá al reggae desembarcará por primera vez a nuestras pampas el 8/2 para el Summer Fest. En él compartirá cartel con bandas de alto calibre (ver recuadro) que siguen el ritmo jamaiquino como camino musical. Sin embargo, Matis confiesa: "diría que mi música está basada en el reggae pero es música moderna con montones de influencias".
Un híbrido de raggamuffin, reggae y hip hop con la sorpresa del mensaje judaico en sus líricas, posicionaron a Matthew Miller (antes de ser rebautizado) bajo el el ojo de la prensa tras la edición de su disco Youth. Hoy, más cerca de la facturación que de la inspiración acaba de editar un disco doble (CD y DVD) en el que hay desde ¡dos! versiones de Message in a Bottle de The Police hasta reversiones de sus propios temas, todo en vivo. ¿El título? No Place to Be
—¿A qué te referís con el nombre de tu nuevo trabajo? ¿Tiene que ver con tu pueblo o con tu lugar como estrella?
—Muchas de mis canciones hablan del pueblo judío que está en el exilio por no tener su propia tierra. También se refiere al hecho de que las personas pueden experimentar esas sensaciones de no tener un lugar cómodo dentro de sí mismos. Es una idea tanto judía como universal.
—¿Es tu caso? Porque vi una entrevista que parecía que estabas triste...
—Ese día estaba molesto y me preguntaron si era feliz, me pareció una pregunta muy estúpida. La gente piensa que una vez que te hacés famoso, tenés éxito, o porque estás arriba de un escenario, tenés que estar feliz. Ni siquiera sé qué significa ser feliz.
—Cuando eras chico consumías drogas ¿Hoy lo seguís haciendo?
—Tengo una historia con las drogas y de haber estado cautivo en cierto modo. Las drogas me afectaron al mismo tiempo que me abrieron mucho al mundo. Pero lo importante es tratar de no ser dependiente de ellas.
-¿Intentar transmitir un mensaje religioso todo el tiempo?
—No tiene que ver con sólo cantar canciones de amor o religiosas. Es hacer las grandes preguntas con tu música. De hecho conozco árabes que vienen a nuestros shows.
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