Luis Gribaldo era uno de los integrantes históricos de la banda del fallecido cantante "Ricky" Espinosa. En una filmación hecha por sus seguidores, afirma que el Presidente es anarquista e insulta a Perón y al kirchnerismo. https://youtube.com/shorts/ivRfn_KX-eQ?si=MXfD8_5n-7-U_tpx La nueva grieta entre quienes apoyan las políticas del presidente Javier Milei causó una inesperada división entre los integrantes de una histórica banda de punk rock argentino. Se trata de Flema, el grupo que supo liderar el fallecido cantante Ricky Espinosa, que continúa con alguno de sus miembros en la actualidad. El guitarrista Luis Gribaldo, más conocido como Luichi fue expulsado de la banda luego que se viralizara un polémico video de él, donde se lo puede ver en estado de ebriedad, entre gritos e insultos, apoyando a Milei. En el video también se ve cómo un hombre le ofrece cocaína a una chica que está con el grupo que discute con el músico. "Aguante Milei", grita el hombre a unos...
Montaje
con fotos de Eduardo Benavente (Parálisis Permanete), Evaristo Páramos
(La Polla Records) o las Vulpes. En vídeo, la canción 'Autosuficiente'
de Parálisis Permanente.Montaje: Blanca López-Solorzano
Si hay una diferencia que salta a la vista entre el punk español y el punk británico es la auténtica olla a presión en la que surge el primero. No es lo mismo coincidir con las bodas de plata del reinado de tu monarca (la reina Isabel II) que con las primeras elecciones democráticas tras casi 40 años de franquismo. Lo que en otras partes del mundo sería un movimiento contestatario tuvo aquí una réplica especialmente cruda y violenta. También trágica.
En 1977, Sex Pistols publican Never Mind the Bollocks, su primer y único álbum y el causante de que el punk se convirtiese en un movimiento global. España acababa de dejar atrás la dictadura, y la nueva libertad de expresión adquirida trajo consigo un estallido cultural en diversos frentes. La Movida madrileña, vista a veces como una corriente amable, despolitizada e incluso apoyada mediática e institucionalmente, tuvo su contrapunto en el norte. Por un lado, en Galicia nació una versión mucho más irónica, desenfadada y delirante con la Movida viguesa, que tuvo a Siniestro Total como grupo hegemónico. Años antes, en Barcelona, los primeros en agitar la bandera del descontento habían sido La Banda Trapera del Río.
Mientras tanto, el País Vasco fue donde el punk proliferó
de una manera más notable, alimentado por la enorme conflictividad
social y política. Y por la propagación de la heroína. La coctelera
perfecta para un malditismo que, definitivamente, hace palidecer
bastante el mito de los Sex Pistols. Después de todo, estos se formaron
en una tienda de moda de un barrio bueno de Londres.
Evaristo Páramos, líder de La Polla Records, lo rememoraba en recientes declaraciones a Icon:
“Nos metieron todo tipo de juguetes, incluidas las drogas, con los que
nos mandaron a la mierda”. Entre los caídos en combate: Iosu Expósito y
Juanma Suárez, de Eskorbuto, o todos los integrantes de Cicatriz. De
estos últimos, Ivar Muñoz-Rojas, periodista cultural y guitarrista del
grupo punk madrileño Muletrain, recalca: “No se me ocurre otro grupo
formado en un centro de desintoxicación y con todos los miembros muertos
por sobredosis o sida”. Los cadáveres del punk estatal no son solo del
País Vasco: otro de los grandes mitos, aunque por causas distintas, lo
representa el muy llorado Eduardo Benavente, líder de Parálisis
Permanente, desaparecido con tan solo 20 años en un accidente de
tráfico.
Parálisis Permanente y su rompedora imagen a
principios de los ochenta: Ana Curra, Rafa Balmaseda, Toti Árboles y
Eduardo Benavente.
La siguiente selección (realizada con los votos de
músicos del género y periodistas especializados), por las fechas de las
que datan todas las canciones, es la foto de una época. Doce temas
idiosincrásicos de cada uno de sus grupos –en el caso de Eskorbuto, por
partida doble– que hablan del momento histórico, pero que han conseguido
volverse atemporales.
En parte, porque hoy no podrían existir por dos motivos:
las circunstancias que vivieron son consustanciales a ellos, y la
todavía vigente Ley Mordaza hace difícil imaginar que en la actualidad
pudiera lanzarse algunas canciones. Y también porque la rabia y la
frustración que en muchos casos reflejan son inagotables. Nuevamente, en
palabras de Evaristo Páramos: “El odio no es un delito, es un
sentimiento”.
La lista ha sido elaborada con la participación de los
siguientes especialistas: Morfi Grei, cantante de La Banda Trapera del
Río; Carlos Marcos, periodista cultural; Claus Groten, cantante y
bajista de Vómito; David Álvarez, director del documental Lo que hicimos fue secreto; Diego R.J., presentador de El Sótano
de Radio 3; Ángela y Carolina Álvarez, del grupo Estrogenuinas; Indio,
gerente de la sala Gruta 77 (Madrid); Íñigo López Palacios, periodista
cultural; Ivar Muñoz-Rojas, periodista cultural y guitarrista de
Muletrain; Jaime Lorite, periodista cultural y cantante de Ateo va al
Parque; John Tones, periodista cultural y batería de Mejunje y Pacto de
Perdedores; Jorge Navarro, bajista de Biznaga; Kikol Grau, director de
documentales sobre punk catalán y vasco como Los demenciales chicos acelerados o Inadaptados;
Laura Pardo, periodista cultural y cantante de Aerobitch; Miguel
Alférez, batería de Decibelios; Tomás González Lezana, autor del libro Punk, ¿pero qué punk? y administrador de La Fonoteca; y Xavi Sancho, periodista cultural. Cada uno de ellos facilitó a Icon una selección de sus 10 canciones favoritas, de entre las que se eligieron las 12 más votadas.
Las canciones están colocadas en orden inverso...
12. RIP, 'Odio a mi patria' (1987)
Quiénes eran. "Radicales", "muy afilados, tanto que
se te meten dentro", "cañeros", "consecuentes", "una de las bandas más
grandes del punk internacional". Esto es lo que dicen de ellos en el
documental RIP. 25 años. Historia viva del punk. De Mondragón,
los Clash eran su ejemplo, pero supieron dar a su música una
personalidad gracias a unos conciertos opresivos y a unas letras que
eran directamente vísceras lanzadas a la cara de la gente.
Por qué 'Odio a mi patria' es tan buena.
La producción discográfica de R.I.P. es más bien escasa. Está aquel
mítico disco que editó el sello Spansuls (fundamental en la difusión del
punk español en los ochenta), Zona Especial Norte, compartido con Eskorbuto, y un larga duración, No te muevas, donde se incluye este torpedo llamado Odio a mi patria.
No, no les gustaban mucho las metáforas a R.I.P.: los títulos de sus
canciones y los mensajes son claros, escuetos y directos, como enseñaban
en la Facultad de Periodismo cómo debían ser un titular cuando solo
existía el papel. La canción no tiene ningún secreto, y ese es el
secreto: un grito nihilista contra el poder. Como curiosidad, ese punteo
de guitarra haciendo la melodía del himno de España. Si esta canción se
edita hoy, es carne de debate en el Congreso.
Dónde están ahora.
Lo dejaron a finales de los ochenta, cansados de no hacer dinero para
vivir. Volvieron de forma intermitente. Hasta que en 2003 su carismático
cantante, Karlos Mahoma Agirreurreta, falleció extrañamente: fue
encontrado muerto en el baño de su casa sin determinarse las causas.
Tenía 44 años y, por aquel entonces, trabajaba de conductor de autobuses
en Bilbao. Texto Carlos Marcos
11. Los Nikis, 'Diez años en Sing-Sing' (1986)
Quiénes son. Los Ramones de
Algete (norte de Madrid) surgieron en plena movida madrileña y pronto se
entendió que lo que hacían ellos tenía poco o nada que ver con los
niños de colores que jugaban a ser malos y europeos por las calles del
centro de Madrid. Irónicos, multirreferenciales -lo mismo te citaban Tras la puerta verde
que a los Ultrasur- y festivos, jamás parecieron preocuparse por muchas
cosas, incluido el propio grupo. Aun hoy, su debut en largo, Marines a pleno sol (1986), se mantiene como uno de los mejores discos de punk pop español.
Por qué 'Diez años en Sing-Sing' es tan buena. La cuarta canción de la cara A de Marines a pleno sol
es la triste historia de un exjugador del equipo de los Tigres de
Detroit. Lleva una década encerrado en la mítica cárcel de Sing Sing,
tras haber sufrido un dramático cúmulo de traiciones. El ídolo caído le
promete a su amada Margaret que va a escapar de la prisión si le manda
"una lima en un bocata". Podrán volver a estar juntos y se mudarán a una
granja en Colorado que él construirá con sus propias manos. Luego
tocará el banjo. El tema es un poco como los Ramones interpretando una
letra escrita por alguien que le tiene mucha manía a Bruce Springsteen.
Los Nikis haciendo el gamberro en los ochenta en una obra.
Dónde están ellos ahora. Cesaron
su actividad en 1998. A partir de entonces, dieron algún que otro
concierto, hasta que a principios de 2019 editaron un EP titulado Menos de lo mismo.
Es una de las bandas más añoradas del panorama musical de los ochenta y
noventa. Pero para quienes echamos de menos poder volver a verles en
directo nos quedan Carolina Durante,
acaso sus mejores herederos. En un concierto de estos en la madrileña
Sala But a finales 2018, Joaquín Rodríguez, bajista de Los Nikis y
piloto de Iberia, se unió a los Durante para, vestido de reo,
interpretar juntos este Diez años en Sing Sing. Y no, Los Nikis no son fachas. Texto: Xavi Sancho
10. Commando 9mm, ‘Amor frenopático’ (1986)
Quiénes son. Aunque el norte siempre tuvo un papel
protagonista en el punk peninsular de los ochenta, en Madrid también
hubo una escena y Commando 9mm fue una de las bandas más destacadas.
Nacida de las cenizas de La UVI y Larsen –otros dos grupos seminales del
género en la capital–, la formación se distinguía por una apuesta
bastante lúdica, cercana al estilo ligero de Ramones o al punk canónico
del Reino Unido, frecuentemente con melodías marcadas y una
instrumentación cuidada.
Por qué 'Amor frenopático' es tan buena.
Porque es una de las composiciones románticas más retorcidas y
desquiciadas que ha dado el punk en España. La canción, como anuncia el
título, se ambienta en un hospital psiquiátrico y narra el calvario de
un interno perdidamente obsesionado con una de las trabajadoras del
centro. Pese a la temática, la música no es estridente y tiene la forma
de una declaración de amor singular y extrema, si bien algunas líneas de
la letra (“pronto te sacaré de este infierno/ La muerte te traerá para
siempre junto a mí”) hoy dan un poco de repelús.
Dónde están ellos ahora. Manolo Uvi (bajista y cantante) y José Luis Rodríguez El Pollo
(guitarrista) compaginaron durante un tiempo proyectos paralelos, como
ser banda de acompañamiento de Ana Curra, el regreso de La UVI o una
incursión de El Pollo en el boxeo profesional. Desde 2004, Manolo asume
el liderazgo de la banda en solitario. El Pollo, por su parte, puso en
marcha otra serie de grupos: el último, Peligro 66, acaba de publicar
disco. Texto: Jaime Lorite
9. Siniestro Total, ‘Ayatollah!’ (1982)
Quiénes son. Una de las mejores y
más longevas bandas de la historia del rock patrio. Su nombre lo
sacaron de un accidente de tráfico que sufrieron en Vigo y sus primeros
discos, dios les bendiga, sonaban exactamente como el nombre del grupo.
Tras la marcha de Germán Coppini (que muchos años más tarde, en 2013, falleció),
Miguel Costas se puso al frente de la formación en su época
comercialmente y creativamente más brillante. Luego tomó el relevo
Julián Hernández; y, como pasa con mucho de lo que empezó punk, la cosa
terminó hard rock y blues.
La célebre portada del primer disco de Siniestro Total, '¿Cuándo se come aquí?', donde se incluye 'Ayatollah!'.
Por qué 'Ayatollah!' es tan buena. La tentación de decir que ahora no podría editarse este tema es enorme, pero como el periodismo de señoros lo dejamos para otros, simplemente diremos que Ayatollah!
es una pequeña, básica y descacharrada maravilla que incluye frases tan
memorables como esta: “Solo vine a comprar pan y me enseñasteis el
Corán”. Inspirada en la Revolución de los Ayatolas
que años antes tuvo lugar en Irán, la canción es ejemplo de un tipo de
aproximación en la letra que con el tiempo se hizo marca de la casa:
narración en primera persona de las insospechadas desventuras de un
simpático desgraciado. Un par de años más tarde de su edición, ya con
Coppini fuera de la banda y al frente de Golpes Bajos, Siniestro Total
volvieron a grabar el tema inspirados en el Revolution 9 de los
Beatles e incluyendo mofas al cantante fugado. Entre 1982 y 1989 fueron
invencibles. Este es solo un ejemplo de un tiempo y un grupo
fascinantes.
Dónde están ellos ahora.
Liderados por Julián Hernández, la banda es hoy una mezcla de todas
estas cosas que le gustan a la izquierda torrezno: trajes oscuros,
sombreros borsalino, blues, country, algo de grunge y humor un pelín cafre y hasta algo político, si se entiende, claro, la política como algo que sucede en la barra de un bar. Caiga quien caiga meets Mongolia.
Podrían haber envejecido mejor, pero también podían haberlo hecho mucho
peor, que es lo que le ha sucedido al 99% de sus coetáneos. Texto: Xavi Sancho
8. Kortatu, ‘Mierda de ciudad’ (1985)
Quienes eran. En 1984 lideraban la banda los
hermanos Muguruza: Fermin, voz y guitarra, que tenía 21 años, e Iñigo,
bajo y coros, de 20. Les escoltaba Javier Treku Armendariz, a
la batería. Chavales crecidos en la conflictiva y fronteriza ciudad
guipuzcoana de Irún que llevaban años flipando con el punk
revolucionario de The Clash, el ska punk británico de los
grupos del sello Two Tone y una ideología mezcla de internacionalismo,
nacionalismo vasco de izquierdas y el anarquismo antisistema del punk.
Solo duraron cuatro años, de 1984 a 1988, pero vaya cuatro años. Eran
más que un grupo, eran un fenómeno.
Por qué 'Mierda de ciudad' es tan buena. Si hubieran cobrado por cada vez que su primera maqueta fue copiada en casete, estarían forrados. En ella estaba esta versión de Drinking and driving, de The Business,
un desconocido grupo británico de punk. Fue un éxito inmediato. Kortatu
eran el eslabón perdido entre The Clash y Hertzainak con un espíritu
mucho más juvenil y acelerado. Fue una de las tres canciones que
incluyeron en el conocido como Disco de los cuatro, con otros dos hitazos del grupo (El último ska de Manolo Rastamán y Nicaragua sandinista,
nada menos). Ninguna otra banda del rock radical vasco creció tan
rápido. No ha perdido un ápice de vigor con los años. Sigue siendo tan
contagiosa como entonces.
Donde están ahora. A Iñigo Muguruza, que
después de Kortatu sería parte de Negu Gorriak y fundaría Joxe Ripiau,
entre otras muchas cosas, le diagnosticaron en 2015 esclerosis múltiple,
la enfermedad que se lo llevó el 5 de septiembre de 2019.
La noticia la conocimos la mayoría de manos de su hermano Fermin,
convertido con el tiempo en la figura imprescindible del rock radical
vasco. Fermín sigue haciendo discos, filmando documentales, tocando... Texto: Iñigo López Palacios
Quiénes eran. La única banda que repite en esta
lista. Caóticos, malditos, cabreados con el mundo, peligrosos,
ingobernables. En una palabra: auténticos. Mil veces más que Johnny
Rotten. Criados en las calles más chungas de Santurce. Y allí, en los
duros años ochenta, no era nada fácil vivir.
Por qué ‘Mucha policía, poca diversión’ es tan buena.
Porque no es una canción, es un himno. Porque es una actitud. Porque
estas frases no se le ocurren a uno en un despacho ante un equipo de
marketing: surgen en las aceras problemáticas. La frase se convirtió en
la favorita de las comparsas de Bilbao en las fiestas. Y es
absolutamente autobiográfica. La compuso el trío porque la policía tenía
fijación con ellos. Los detenían solo por su aspecto físico, desaliñado
y punk. Recordemos: estamos a principios de los ochenta. Incluso los
policías se dirigían a ellos por el nombre: "Iosu, Juanma. A comisaría".
Según se cuenta en el libro Eskorbuto. Historia triste, de
Diego Cerdán, un policía le llegó a decir a Iosu, guitarra y cantante:
"La gente de la calle se pone de nuestro lado al deteneros, ya que con
esas pintas les dais miedo, aunque no hayáis hecho nada".
Dónde están ahora. Iosu Expósito, guitarrista y voz,
y Juanma Suárez, bajista y voz, muertos por su adicción a la heroína.
El batería, Pako Galán, vivo. Más información en la canción 2 de esta
lista. Texto: Carlos Marcos
6. La Banda Trapera del Río, ‘Ciutat podrida’ (1979)
Quiénes son. La expresión punk
del sentir del cinturón industrial barcelonés entre finales de los
setenta y principios de los ochenta. Desde Cornellá hasta su cloaca
preferida, La Trapera, curriquis de barrio -cuando eso tenía un
sentido unívoco-, fue uno de los combos que más rápido metabolizó a
este lado de los Pirineos el espíritu del punk.
Por qué 'Ciutat podrida' es tan buena. Editada en 1979, Ciutat podrida
fue la incursión de los de Cornellá en la canción en catalán y el
segundo tema que grabaron. Morfi Grei, el líder y vocalista, había
nacido en Melilla y crecido al lado de un cuartel de la legión de
aquella plaza africana. Se mudó con sus padres -él, mecánico- a
Cataluña. Primero a L’Hospitalet, luego a Cornellá, donde unos hippies le pusieron el apodo. Ciutat podrida
tiene letra de Esther Vallés, compañera de trabajo del Morfi, y
contiene versos tan inquietantemente actuales como este: “Ciudad
podrida/ nos traes la noche y el miedo, ahora que estás dormida/ las
calles están llenas de fuego”. Arranca con un redoble y el grito de
"¡Ciutat podrida!", que recuerda una barbaridad al arranque del London’s burning, de The Clash. Luego se adentra en el lado más rock del punk, entre Dr. Feelgood
y los propios Clash. Sencilla, directa, cabreada y sin halo de
esperanza, es exactamente lo que se supone que debía ser el punk, justo
cuando ser punk era lo único que tenía algo de sentido.
La
Banda Trapera del Río en 1977 con unos amigos. Morfi Grei es el tercero
por la izquierda. Imagen procedente del libro 'Esculpidos de la mano de
Dios', de Jaime Gonzalo.Foto: F. Cosculluela
Dónde están ellos ahora. En 2019, con Morfi ya recuperado de ciertos achaques, editaron Quemando el futuro.
Tras más de una década parados, habían vuelto al directo en 2009, justo
el día en que ingresaban al batería Raf Pulido, quien moriría un año
más tarde. Se tuvo que esperar hasta 2017 para volver a verlos sobre un
escenario, esta vez en varios conciertos, entre ellos una fiesta del
sindicato anarquista CNT en Barcelona. Su disco en concierto se titula Directo a los cojones. Jamás han sido demasiado sutiles, pero siempre han sido necesarios. Texto: Xavi Sancho
5. Cicatriz - ‘Enemigo público’ (1984)
Quiénes eran. Cicatriz En La Matriz, primero;
Cicatriz, después; y "Los Zica", como les llamaban popularmente en los
bares y la calle fueron la versión vitoriana de Eskorbuto. En los
ochenta, el Hospital Psiquiátrico de Vitoria, un gigantesco edificio
neogótico inaugurado en 1907, se había contagiado de los nuevos aires
democráticos y “el manicomio de Las Nieves”, como se lo conocía en la
ciudad, se había convertido en un extraño punto de reunión. En su
cafetería los internos se mezclaban con estudiantes haciendo pellas,
parados y yonquis, que acudían a los tratamientos de desintoxicación. A
uno de los doctores que habían transformado la vetusta institución se le
ocurrió habilitar una habitación como sala de ensayo para retener a los
pacientes más jóvenes. Consiguió los instrumentos vendiéndolo como
“terapia de grupo”. En esa habitación se produce la génesis de Cicatriz
en 1983. Punkis de los que daban miedo, liderados por Natxo
Etxebarrieta, sobrino del primer militante de ETA abatido por la
policía. Un punki joven, carismático y con una capacidad sobrehumana
para atraer sobre él todos los desastres.
Cicatriz, una banda única azotada por la tragedia en un retrato sacado del libro 'Historia del rock vasco'.Elena López Aguirre
Por qué 'Enemigo público' es tan buena. La RAE
define el viejo concepto marxista de lumpenproletariado como “la capa
social más baja y sin conciencia de clase”. Es de lo que trata esta
canción, que comienza diciendo: “Enemigo público número uno porque no
aguantas que te joda ninguno./ Sin encontrar un puto oficio porque eres
carne de presidio”. Es un himno punk, propulsado por la voz rabiosa de
Natxo, con un intervalo reggae y un final frenético. Y todo en 2 minutos y 38 segundos. Estaba incluida en el mítico Disco de los Cuatro, que compartieron con Jotakie, Kontuz Hi! y Kortatu en 1984, y en su debut, Inadaptados,
del mismo año. Un disco que suena igual de bien hoy que hace 35 años
(35, madre mía) quizás gracias a la mano de los productores, Josu
Zabala, guitarrista de Hertzainak, y Jean Phocas, de Potato.
Donde están ellos ahora. Cuando una década después
de debutar publicaron su cuarto disco, un directo, solo Natxo quedaba en
el grupo. Se movía con muletas desde que tuvo en 1988 un accidente de
moto. Cuando en 1996, con 32 años, murió de sida, Pako (bajo), Pedrito
(batería) y Pepín (guitarra) ya le habían precedido. Texto: Iñigo López Palacios
4. La Polla Records, ‘Ellos dicen mierda’ (1990)
Quiénes eran. Empezaron siendo unos punks de pueblo.
De Salvatierra (Álava), concretamente. Después les incluyeron en el
rock radical vasco. Contra su voluntad, aseguran. Se disolvieron en 2003
y han vuelto en 2019 convertidos en el Gran Grupo Punki en Español.
Por qué 'Ellos dicen mierda' es tan buena. La Polla
siempre se sintió ideológicamente anarquista, lo que significaba que sus
enemigos eran Dios, la patria y el rey en todas sus manifestaciones.
Sus tres primeros discos son los más punks. Estaban grabados fatal y su
encanto era el mismo que bailar un pogo en un sótano. Ir al barullo, a
por todas, repartiendo codazos, recibiéndolos hasta salir dolorido,
magullado, sudoroso y feliz. Pero llegado el cuarto álbum intentaron
mejorar técnicamente y evolucionar. Ellos dicen mierda está incluida en Ellos dicen mierda, nosotros amén, su quinto álbum, de 1990. Tras 11 años de carrera ya eran más rock que punk. De hecho, Ellos dicen mierda
es una canción muy poco punk musicalmente, pero cuenta con un arma
secreta: Evaristo Páramos, su cantante y líder, es punk las 24 horas del
día. Y todo lo que toca, lo convierte en punk. Hoy su panfletaria
protesta antisistema (“mogollón de gente vive tristemente, y van a morir
democráticamente. Y yo, y yo, y yo no quiero callarme”) sigue
conectando con mucha gente y es todavía un gran himno de bar. Aunque
solo sea por ese mítico: “Amén, amén, amén, a menudo llueve”.
Evaristo en un concierto de La Polla Records en 1989.Foto: Carlos Montañés
Donde están ellos ahora. De vacaciones, tras petarlo en las fechas en España de su gira de regreso, Ni descanso ni paz.
El 8 de febrero desembarcan en Argentina. El 16 de ese mismo mes
terminan la gira latinoamericana en Santiago de Chile, donde algunos
aseguran que esta canción ha sido uno de los himnos de las recientes
revueltas. Y como les va tan bien en este su regreso, desde marzo y
hasta pasado el verano de 2020 seguirán tocando por toda España.Texto: Iñigo López Palacios
3. Vulpes, 'Me gusta ser una zorra' (1983)
Quiénes son. La primera banda punk española
integrada por chicas (cuatro) que tuvo popularidad. Mamen (voz), Loles
(guitarra), Lupe (batería) y Begoña (bajo), de Baracaldo. Cuatro mujeres
empoderadas cuando esta palabra todavía no se utilizaba. ¿Su filosofía?
Así lo explicaron en una entrevista en EL PAÍS en 1983: "Ser punki de
verdad es ser inconformista a tope, antisocial a tope, saber que esto es
una mierda y estar comprometido". Y ya.
Vulpes, la primera banda de punk español integrada únicamente por mujeres.
Por qué 'Me gusta ser una zorra' es tan buena. Si
uno de los principios del punk es provocar al conservadurismo social,
esta canción se lleva el premio gordo. El 18 de abril de 1983 el
programa de TVE Caja de Ritmos emitía una actuación de un grupo en ese momento desconocido llamado Vulpes, que interpretaron un tema llamado Me gusta ser una zorra.
Días después los periódicos conservadores dedicaron artículos a atacar a
la televisión pública (el PSOE acababa de llegar al gobierno) por
emitir esta actuación. Uno de ellos se tituló Ya basta,
donde se podía leer: "El artículo 20 de la norma constitucional
consagra la libertad de expresión y lo hace generosamente... Pues bien:
esos límites constitucionales han sido ampliamente transgredidos por
Televisión Española en el programa Caja de los ritmos, que ven
especialmente los adolescentes y que se transmite tras un espacio
infantil los sábados, día de vacación de los niños". La presión fue tal
que el Fiscal General del Estado presentó una querella por escándalo
público. El caso es que esta pieza es una adaptación libre de I Wanna Be your Dog, de los Stooges, de Iggy Pop.
La calidad musical queda en un segundo plano. Lo principal es la
rabiosa interpretación y sobre todo una letra que presenta a cuatro
chicas punkis diciendo a la sociedad lo mismo que señalaba aquel
artículo conservador, pero con contrarias intenciones: ya basta.
"Prefiero masturbarme yo sola en mi cama/ antes que acostarme con quien
me hable del mañana". Y así nació el primer himno feminista punk de la
música española.
Dónde están ahora. Vulpes se separarían pronto, sepultadas por el escándalo de Me gusta ser una zorra
y solo con un disco sencillo en el mercado y un puñado de actuaciones.
Sus componentes lo intentaron con otras formaciones, pero sin demasiada
suerte. En 1993 fallecía Lupe, la batería. Diez años después, en 2003,
para conmemorar la desaparición de su compañera Vulpes, se reunieron
para unos cuantos conciertos. Aprovecharon para publicar un disco, Me gusta ser, con 12 canciones. Ahí vuelven a grabar Me gusta ser una zorra. Este álbum es un broche a la breve carrera de una banda que hizo más con una canción que muchas con cien. Texto: Carlos Marcos
2. Eskorbuto, ‘Cuidado’ (1986)
Quiénes son. Según una crónica recuperada
hace poco por Agente Provocador en un concierto en la cárcel de Basauri
en 1983, uno de los presos comentó: “Llevan nuestra sangre”. Ubicados
(contra su voluntad) dentro del llamado rock radikal vasco, Eskorbuto
militaban en la marginalidad: ni compartían los ideales abertzales de
contemporáneos como Kortatu, ni decían estar adscritos a ninguna
corriente política, pese a que sus canciones hayan quedado como la
crónica más descarnada de los bajos fondos en el País Vasco de los años
de plomo, las revueltas callejeras y la reconversión industrial. Les
habían escupido del sistema y eran antisistema.
Pako, Juanma e Iosu, Eskorbuto, el único grupo que incluye dos canciones en esta lista.
Por qué 'Cuidado' es tan buena. Seguramente porque hay motivos para creérsela. Cuidado
es una amenaza de cuatro minutos, bajo un pegadizo punteo de bajo de
Juanma Suárez, dedicada a unos entes abstractos que han cogido
“confianzas que nunca les dimos” y a quienes se recomienda cautela
ante... bueno, la posibilidad de acabar mal. Cuenta la leyenda que esos
entes eran La Polla Records, con quienes tenían una fuerte enemistad
(Eskorbuto les robó una guitarra y, satisfechos, exhibieron el trofeo en
una actuación en TVE), y que presuntamente en respuesta La Polla
Records les dedicarían la también insultante El avestruz.
Evaristo Páramos, líder de La Polla, nunca ha querido confirmar esta
correspondencia artística, aunque, en una reciente entrevista en el
programa Otra vuelta de Tuerka, dijo de Eskorbuto: “Eran peligrosos de verdad: no les invitarías a cenar a tu casa”.
Dónde están ahora.
Iosu Expósito, guitarrista y voz, y Juanma Suárez, bajista y cantante
principal, fueron dos destacadas víctimas de la masacre generacional que
provocó la heroína en el País Vasco. Fallecidos en 1992 con pocos meses
de diferencia (el primero el 31 de mayo, el segundo el 9 de octubre), a
los 31 y 30 años de edad respectivamente, el grupo, sin embargo, siguió
unos años más con el batería Pako Galán como único miembro original. En
2016, Galán volvió a salir de gira bajo el nombre de Eskorbuto. Texto: Jaime Lorite
Y la mejor: 1. Parálisis Permanente, ‘Autosuficiencia’ (1982)
Quiénes son. Parálisis Permanente es la banda precursora del sonido siniestro y post-punk
en España. Pese a firmar solo un par de sencillos y un álbum largo, lo
rompedor de su propuesta entre el ambiente festivo y frívolo de la
Movida madrileña y la oscuridad real de la época, además de su trabajada
estética, llevaron al grupo a alcanzar un estatus de culto que aún
mantiene.
Por qué 'Autosuficiencia' es tan buena.
“Me miro en el espejo y soy feliz/ y no pienso nunca en nadie más que
en mí”. Aunque la canción parezca una broma a costa del aislamiento
voluntario de un joven arrogante y ensimismado –y el emblemático videoclip apunte en esa dirección paródica–, en el documental Autosuficientes
(2016) se sugería que, en realidad, Eduardo Benavente, cantante y
compositor de la canción, iba bastante en serio. Desde su particular
sentido del humor, claro. Oda a la autoafirmación y a la resistencia
frente al qué dirán, la canción es el perfecto himno juvenil con el que
identificarse en esa etapa de la vida en la que uno se siente
incomprendido y único. Aunque esa etapa, qué cosas, la pase todo el
mundo.
Dónde están ahora.
Eduardo Benavente falleció en un accidente de tráfico el 14 de mayo de
1983 a la edad de 20 años. En el vehículo viajaban también Ana Curra,
teclista y pareja del cantante, y Toti Árboles, batería, que
sobrevivieron. El suceso terminó de forjar su leyenda: Parálisis
Permanente no eran tan famosos y, de hecho, las necrológicas de la época
se refirieron a Benavente como “ex Pegamoide” por su pasado como
batería en la banda de Alaska. Ana Curra desarrolló una carrera en
solitario, se convirtió en profesora de piano en el conservatorio de El
Escorial (Madrid) y en 2012, por primera vez, volvió a interpretar los
temas de Parálisis Permanente por el 30º aniversario de su disco, El acto. Toti Árboles murió por un fallo cardíaco en 1992. Texto: Jaime Lorite
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