El Mosca de 2 Minutos hizo pis en la cabina del avión frente a todos los pasajeros?

La histórica banda de punk rock 2 Minutos, estuvo de gira el fin de semana pasado en Centroamérica, donde no faltaron los escándalos, con su cantante deportado en Costa Rica y un show con entradas agotadas cancelado sin aviso previo en El Salvador. https://www.quepasasalta.com.ar/cultura/deportaron-cantante-dos-minutos/ "Tenemos que contarles que debido a malos tratos y mala atención de la línea aérea Avianca @avianca El Mosca no pudo ingresar al país por consecuente decisión de las autoridades migratorias", explicó el grupo en un comunicado publicado en redes sociales. En el mismo texto, afirmaron que "la línea aérea inventó situaciones que nunca existieron", en referencia al episodio que habría originado la deportación de su líder, Walter "Mosca" Velázquez, aunque no se expresaron sobre la suspensión de su siguiente compromiso, que hasta ese momento, seguía en pie. Sin embargo, desde la productora salvadoreña que los contrató, replicaron otra versión: &q

Skay brilló en Colegiales


/ Autor: Alejandro Lipszyc

“Los ojos ciegos bien abiertos…”, canta Skay, y en El Roxy de Colegiales, unas dos mil personas recrean con “Ji ji ji” el pogo más grande del mundo. Entre la agitada marea de gente, decenas de manitos ricoteras alzan sus celulares para llevarse la foto y forman una curiosa constelación de luces digitales, impensable en las misas de otrora. Pero la más curiosa de esas manitos es la que alza su bastón blanco, como al mástil de una bandera imaginaria. A ese pibe de veinte años seguro que es al que más se le hincha la vena de la garganta cuando canta esos versos, a flor de piel, con más propiedad que cualquiera de los que estamos ahí. Ese es el aguante.


Junto a sus Bipolares (Claudio Quartero en bajo, Javier Lecumberry en teclas, Oscar Reyna en guitarra y el “Topo” Espíndola en batería), Skay volvió a demostrar que son pocos los grupos argentinos que logren una empatía y un sonido tan perfecto. Hubo apenas un estreno, adelanto de su inminente tercer disco. Skay lo anunció como “una canción de cuna para un niño robot”. Se trata de un blues ortodoxo, con un riff potente y pegadizo, de rápida resolución.


El resto del show fue un repaso de lo mejor de sus primeros discos como solista: A través del mar de los Sargazos y Talismán. De todas esas canciones, “Oda a la sin nombre” es el aporte más redondo del Skay post-Redondos al rock argentino. Un tema con una melodía pegadiza como la miel, con una guitarra que suena como sólo él puede hacerla sonar y una proyección de coro de estadios.


Todo esto mechado con los himnos, esos que Patricio Rey designa para completar la noche y que hacen blanco en las fibras del músculo cardíaco. “Rock para los dientes”, con una intro de flamenco rock, y “Semen up”, en una versión con reminiscencias de “Foxy Lady”, de Hendrix, en un duplete de añoranzas cocainómanas; y “El pibe de los astilleros”, con la guitarra épica de Skay, ese caballero de fina estampa y dedos brujos, brillando en una noche memorable.

Por Humphrey Inzillo

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