Ozzy Osbourne muere a los 76 años: se apagó el Principe de las Tinieblas

Ozzy Osbourne, el icónico vocalista de Black Sabbath y figura cumbre del heavy metal, falleció este martes 22 de julio de 2025 a los 76 años, rodeado por su familia, confirmaron sus seres queridos . Su despedida ocurre apenas semanas después de haber encabezado el emotivo concierto “Back to the Beginning” con la formación original de Black Sabbath en Birmingham, el pasado 5 de julio    De aspirante a leyenda del metal Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, Ozzy se unió a Black Sabbath en 1968, aportando su inconfundible voz gutural a himnos como Paranoid, Iron Man y War Pigs —temas que no solo definieron la banda, sino que cimentaron el género del heavy metal. Tras su salida de la banda en 1979, cortes como Crazy Train y Mama, I’m Coming Home lo consagraron como solista y empresario musical con el festival Ozzfest. Un adiós rockero y lleno de dignidad Años de lucha contra enfermedades como Parkinson (diagnosticado en 2020) y severos problemas de salud no logr...

vuelven los ’90: smashing pumpkins y sonic youth, cabezas de cartel

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http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-2827-2007-06-07.html

Por Yumber Vera Rojas
desde Barcelona

Además de estrenar la temporada de los grandes festivales españoles, la edición del Primavera Sound ‘07 confirmó que ya es una referencia obligada en la cultura de los sones alternativos en Europa. En comparación con el resto de los multitudinarios encuentros ibéricos que se avienen en esta época del año, el evento creado en 2001 ha ofrecido hasta ahora la programación más sugestiva y ambiciosa. Con un abreboca previo entre el 28 y el 30 de mayo en la Sala Apolo, en el que brillaron los alt folk canadienses The Sadies, el avant pop del laboratorio inglés Gnac y los electrónicos lo-fi franceses Oslo Telescopic, el jueves, viernes y sábado pasado unas 60 mil personas colmaron las instalaciones del inmenso predio Parc del Fòrum. Repartido entre seis escenarios, esta cita anual del indie guareció un dinámico calidoscopio de más de cien artistas que se movieron entre el pop, el rock y la electrónica. Alternando bandas de modas, figuras históricas y noveles ejemplares, los shows más entrañables los brindaron básicamente los protagonistas de la vanguardia en la música popular contemporánea.

En la jornada inicial, la vuelta de Smashing Pumpkins y de The White Stripes se advirtieron como los mayores atractivos. A diferencia del recital del dúo de los hermanos White, el de los primeros se quedó corto. Tras la intervención de los sludge metal y pioneros de la ola grunge The Melvins, la desarmada agrupación, convertida en quinteto y encabezada por el guitarrista y vocalista Billy Corgan y el batero Jimmy Chamberlin, apostó por lo seguro y recurrió a un repertorio diseñado para fanáticos. Por su parte, la actuación de los Stripes, juntamente con la redención de la solvencia de sus directos, representó un reencuentro con el vivo luego de la experiencia de Jack White con The Racounters y un advenimiento de su nueva producción: Icky Thump. Previamente, los noise psicodélicos Comets on Fire y los post rockers Sling relumbraron a la audiencia con buenos oficios donde lo disímil se sobrepuso a los convencionalismos. Bajo esa excusa, también despuntaron el proyecto ambient ruidista del austríaco Christian Fennesz y el ex Faith No More Mike Patton; el demoníaco electrohouse de los galos Justice y el mash up del delirante Girl Talk.

Durante el viernes, Spiritualized, así como los slowcorers Low y los solícitos Maxïmo Park, presentó una de las mejores performances del Primavera Sound 2007, acompañado por un coro gospel y un cuarteto de cuerdas, disparando versiones y adelantando temas de su próximo álbum. Como contraposición, a los españoles Los Planetas sí que les costó levantar su narcótica apertura, mientras que Hot Chip no pudo zafar de un show en el que las preocupaciones técnicas se sobrepusieron a su lujo fiestero. El escenario que albergó al quinteto londinense, el Rockdelux By Fryday’s Project –ubicado en un anfiteatro con vista al mar Mediterráneo–-, deslumbró con la evocación balcánica de Beirut. Al mismo tiempo, pese a la cancelación de Spank Rock (la gran ausencia del festival al igual que Klaxons), el entablado CD Drome By Vueling se sintonizó con el funk carioca de los brasileños Bonde do Role y el hip hop ampuloso de Diplo. Y apenas se disolvió la tarde, las tribus que invadieron la urbe catalana se tornaron en una jauría pistera arengada, especialmente, por los increíbles sets del inglés Luke Slater y el binomio franconipón Technasia.

Lo mejor del festival, aunado a la alucinación de los estadounidenses Of Montreal en la clausura del evento en la Apolo el domingo 3, lo personificó Sonic Youth el último de los tres días del Fòrum. El cuarteto lució por primera vez en su trayectoria en el espacio Estrella Damm, el mismo que pisaron esa noche Patti Smith y Wilco, un repertorio basado exclusivamente en su histórico disco Daydream Nation y dictó una verdadera cátedra de yeites. No obstante, los neoyorquinos, ante la emoción legada, se salieron del guión y volvieron con un bis que incluyó temas de su reciente producción, el magnífico Rather Ripped. Otro concierto que se subió en la pole position fue el de The Good The Bad And The Queen, que, pese a su modestia, ostentó a cinco monstruos de la cultura pop ajustándose a un prueba con puesta en escena de nostalgia vaudeville. Destacaron asimismo en el desenlace del Primavera Sound 2007 la ternura de Grizzly Bear, la diversión de los australianos Architecture in Helsinki, la gracia indietrónica de los islandeses Múm, la leyenda proto punk Jonathan Richman y la revuelta electro pop de Hell.

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