Con dos años de carrera, y con el segundo disco recién editado, Andrés Giménez y sus compañeros explican de qué se trata esta Valiente eternidad, que se vende también en librerías cristianas. Por Lucas Kuperman
Lunes por la tarde de un invierno caluroso. Casa de Andrés Giménez, con tres de los cuatro integrantes de
D-Mente: Marcelo Baraj, Cristian (Gula) Cocchiararo, y el mismo Andrés, baterista, bajista y voz y guitarra, respectivamente, dicen que, si bien no se pusieron un tiempo estipulado para la grabación de ambos discos, la carrera que llevan es meteórica, ya que pasados dos meses desde el primer ensayo, ya se estaban preparando para grabar el primer disco, y, ocho meses después, la compañía les pedía si ya podían grabar el segundo, algo muy destacable, teniendo en cuenta el momento por el que está pasando el mercado discográfico.
–¿El nuevo disco tiene un hilo conductor?
Gula Cocchiararo: –Es un disco que tiene mucha luz, buena onda, buena vibra. El mensaje de las letras es muy positivo.
Marcelo Baraj: –Es como un disco clásico, que va a quedar en el tiempo, no un disco de moda que va a pasar.
Andrés Giménez: –Lo más lindo es que no es lo mejor que podemos dar, este es un re buen disco, con un crecimiento lógico de banda, pero te da la posibilidad de decir “todavía hay más por dar”. Eso es lo más lindo.
–¿Por qué el nombre Valiente eternidad?
Giménez: –Hubo un tire y afloje por el nombre. Primero se pensó en ponerle “Eternidad”, después algo que tenga que ver con la eternidad o con la valentía, pero desde distintos lugares, y después se planteó: “¿Por qué no ponerle Valiente eternidad?”. Porque en realidad las cosas siempre pueden llegar a ser eternas. Además es una banda que nació así, con una valentía primordial, que no sabíamos si iba a ser eterna, pero con una valentía impresionante.
–Me sorprendió leer en la página web: “En venta en disquerías y en librerías cristianas de todo el país”. ¿De donde surgió la idea?
Giménez: –Básicamente porque las librerías cristianas nos pidieron vender el disco en su lugar, y creo que la música trasciende más allá de cualquier religión. Aparte, dentro de la banda, yo hace 2 años y medio me convertí en cristiano. Pero eso fuera del grupo, y yo les agradezco mucho a los chicos que sean respetuosos con mi elección, como yo soy de su elección, así que está buenísimo. Y cuando salió esa idea, fue decir: “¿Por qué no?”. Esto es música, acá no hay discriminación, ni racial, ni social, ni política, ni religiosa. Lo bueno es que en el interior del país, por ejemplo, en los lugares rockeros, no llega el disco, pero por ahí en la librería cristiana sí, y se pueden conseguir ahí el disco.
Andrés Giménez cuenta que es inevitable no expresar lo que uno siente (en este caso lo religioso) en las letras (él es quien se encarga de escribirlas dentro del grupo); y que también es innegable escribir sobre lo que se ve en la calle, o en el mundo. Según Gula, él escribe de una manera muy “cool”, pero habla de cosas sociales, muy terrenales, pero todos concluyen en que D-Mente le habla al amor, que, según afirman, es “lo que te mantiene vivo al fin”.
El cantante se molesta cuando en las notas se cita a D-Mente como “la banda de Andrés Giménez” y trata de ser claro en que son una banda y cada uno ocupa un lugar fundamental en la misma, y que mientras se respete el lugar de cada uno, una banda perdura, y cuando se pierde el respeto mutuo “todo se va a la mierda”.
–¿Qué les parecen los megafestivales?
Giménez: –Esta bueno tocar en cualquier lado. Mientras las cosas estén dadas mínimamente en condiciones humanas, está buenísimo. Después si entrás en un festival en un lugar importante o no, para nosotros es lindo tocar.
Baraj: –Lo bueno de los festivales es que tocás para un montón de otra gente nueva que no es tu público, y eso es lo grosso, que haya un montón de gente que fue a ver a otros grupos y que también se copó con lo que hacés.
Giménez: –No es necesario que haya camarines con sillones, ni comidita, ni nada. Si está, bienvenido sea, pero si nos tenemos que sentar en un cajón de cerveza y esperar cuatro horas para tocar, lo hacemos igual. Soñamos con que algún día haya sillones siempre, porque ninguno lo va a negar.
Gula: –(Interrumpe...) Nos gustan los sillones.
Giménez: –En realidad, la comodidad, a veces, ayuda a que uno suba más relajado y pueda entregar mejor las cosas. No es una cuestión de rockstar, es una cuestión de comodidad, de sentirse bien.
–¿Qué público tiene D-Mente ahora?¿Es el legado de sus bandas anteriores, o hay un recambio?
Giménez: –De todo, hay chicos que son los que venían a ver a A.N.I.M.A.L., chicos que eran los de Totus Toss.
Gula: –Hay chicas también (risas).
Giménez: –Está bueno que haya público femenino, y está bueno porque no son la onda de ir a verlos porque son lindos sino de ir a verlos porque les gusta la música. Hay lindos adentro de la banda, pero hay gorditos como yo, gorditos simpáticos, los petisos con onda, hay de todo (risas). No es una cuestión de ir a ver cuatro caras lindas. Está buenísimo todo el abanico de gente que hay porque, más allá de eso, es increíble el amor que te brindan, es algo muy lindo, muy grosso; si se piensan que lo digo por demagogia, que me chupen un huevo.
–¿Cómo se llevan con las nuevas tecnologías?
Giménez: –Bien, todo lo que sea para sumar en tecnología, bienvenido sea. Nos gusta respetar lo que es la parte humana, de tratar de captar lo que nosotros somos. Si la tecnología enriquece lo que nosotros somos, bienvenido; pero no somos de usar la tecnología para perfeccionar lo que no somos, no tapamos con tecnología lo que no sabemos hacer.
Baraj: –Técnicamente, somos una banda analógica.
–¿Y con Internet y los mp3?
Baraj: –Nos encanta que se compren el disco porque es importante que la gente tenga la obra en mano, con el arte, y se encuentre con el interactivo. Si se tiene que bajar el disco a mp3, te cambia el audio, cambia todo, toda la obra. Igualmente está bueno que la gente pueda escuchar tu música en todo el mundo.
Giménez: –No tenemos problema con eso. Por ahí sí con el que hace de la piratería un negocio.
El que se hace el vivo y te copia el disco y suena mal, con un arte horrible, y te lo deja a tres pesos menos, eso sí nos da bronca. Pero el chico que se bajó al mp3 las canciones, bienvenido sea, hoy en día la música se escucha cada vez con aparatitos más chiquititos. n
* D-Mente toca el viernes 25 de julio en Peteco’s junto a Kyosko.
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