Imagine Dragons en Argentina: la entrada más cara del año cuesta 7 millones de pesos

  Imagine Dragons en Argentina: la entrada más cara del año cuesta 7 millones de pesos Por Muypunk – julio 2025 La banda de pop-rock Imagine Dragons confirmó su regreso a la Argentina como parte del Loom World Tour , con un show el próximo 23 de octubre en el Hipódromo de San Isidro . Pero más allá de la expectativa por el recital, lo que realmente encendió la polémica fue el precio desorbitante de sus entradas : hay una opción llamada “Ultimate Experience” que cuesta $6.990.000 . Sí, casi 7 palos por ver a los dragones imaginarios. ¿Qué trae esta “Ultimate Experience”? El paquete más exclusivo —y ridículo para muchos— incluye: Una tarima VIP con vista preferencial (que ojalá no tenga columnas). Una guitarra usada en el show y firmada por la banda (ojo si le falta una cuerda). Una foto sobre el escenario (esperemos que no sea en medio del cambio de set). Un póster exclusivo de la gira. Merchandising misterioso y credencial conmemorativa . Acceso anti...

aguas (re) fuertes

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/32-2627-2007-02-09.html

Estar cerca del mar no garantiza la frescura. Un chapuzón puede calmar hasta que el sol seque de a una las gotas que se desparraman sobre la humanidad. Una vez seco, el sol pulveriza. De vez en cuando sopla algún viento, levanta arena árida, la arremolina y la deposita en los ojos. Y en medio de esta oda al calentamiento global en plena costa argentina, se vislumbra a lo lejos un vendedor de pirulines. Camina lento, como cayéndose. Corre peor suerte porque no es un vendedor común y corriente. Está vestido de Mickey Mouse, con esa cabezota de utilería, enorme y desgastada por los veranos. Las orejas ya no son negras sino marrones, deslucidas por la ferocidad del sol. Tiene guantes de lana y chaleco azul, zapatillas enormes como naves espaciales y pantalón brilloso de alguna extraña tela circense. De nada le sirve la sonrisa dibujada debajo del hocico altanero, los rayos del sol lo están devastando. Los pirulines salen un peso. El vendedor que se somete al disfraz cada tanto asoma la cabeza a la superficie y trata de respirar un poco de aire. Pero el aire que ofrecen estas costas es caliente. Quiere ponerle onda y es inútil. Algunos chicos se acercan y lo saludan. “¡Mirá, má, es Mickey!” Una nena le pregunta cuánto sale el pirulín y él levanta el dedo índice y le indica “uno”, un peso. La nena le da la monedita y él a duras penas separa el chupetín del tubo de telgopor y se lo da. Como puede, da media vuelta y sigue pateando las playas calurosas en busca de más clientes. ¿Cuánto ganará a razón de un peso el pirulín, teniendo en cuenta el disfraz? Porque por atrás pasa un pibe en malla y ojotas a los gritos pelados: “¡Hay pirulines, a un peso!”, y los nenes lo atacan con sus monedas en alto. Parece que acá vestirse de Mickey no es una buena estrategia de venta. ¿Cuánto calor podrá soportar dentro del disfraz? Lo más probable es que al día siguiente, con este tema del calentamiento global, Mickey ya haya renunciado.

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