Iniciado en el grupo hardcore Porco, Gabo Ferro devino en el mejor cantautor de su generación. Independiente a ultranza, acaba de editar otro notable disco solista: "Todo lo solido se desvanece en el aire". seguilo. http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/09/01/3-00201.htmTxt. José Bellas.jbellas@clarin.com
El niño Gabriel Ferro asistía al jardín de infantes con una copia vinílica de 30 minutos de vida (Moris) que le había arrebatado a su hermano mayor. Cuenta el protagonista, ahora transformado en Gabo, que las manitos apenas alcanzaban a esconder el objeto. Y que De nada sirve le volaba, ya entonces, la cabeza.
Haciendo de lo vívido un ejercicio cotidiano, hoy se pasea por el parque Pereyra Iraola para las fotos y se asombra en la coincidencia de que la primera imagen que se le cruza entre la maleza se corresponde con lo primero a lo que le canta en su recién editado segundo disco solista: toros.
Si su biografía se detuviera hoy, los datos crudos dirían que se dio a conocer artísticamente como el cantante de los escatológicos Porco (principios de los '90), que abandonó la música durante ocho años para estudiar (finales de los '90) y que reapareció a mediados de esta década para hilvanar un par de discos en plan solista, el primero titulado Canciones que un hombre no debería cantar y el segundo, Todo lo sólido se desvanece en el aire. Para una época donde el rock argentino se prende a la teta del vivo (por no tener nada que comunicar y por comodidad), sus dos discos suponen una OBRA: el folklore de una época y un país que no conocemos, pero que transcurre paralelo a nuestra pobre percepción. Guitarra y voz para avivar una república invisible y onírica, como imaginada por un gaucho entre alucinado y místico que intenta desengualicharnos de la luz mala y los lobizones de los tiempos que corren. Y al mismo tiempo, es rock con la misma autoridad que fueron rock los solistas fundacionales de nuestro rock, de Miguel Abuelo a Tanguito. "Al rock le está faltando relato: esos relatos están, lo que hay que hacer es ir a por ellos. Debería ser eso: decir lo que no se dice y cantar lo que no se canta", dice evidenciando su autoconciencia. Igual que lo demostraron los recientes arrebatos autobiográficos de monstruos sagrados como Bob Dylan (Crónicas) y Caetano Veloso (Verdad tropical), todo gesto artístico tiene una intencionalidad, casi siempre avalada por una búsqueda consciente. Ergo: la música se puede pensar. Y Gabo, que no es Dylan ni Caetano, prefirió hacer de Todo lo sólido se desvanece en el aire una suerte de manifiesto, donde la imagen de tapa es una reflexión de 24 líneas de texto sobre el estado de las cosas en el rock. "...Que no se confunda lo fundamental con lo accesorio. Un disco son canciones, un disco es música. Lo demás es agua que se evapora en el aire", cierra de paso citando a Marx y Engels. "Cada vez que compongo, pienso en qué contexto artístico se inserta lo que hago. Y en esta era justamente en que lo accesorio se volvió fundamental".
—Hace doce años la tapa de un disco tuyo (Porco) era una lluvia de pastillas...
—Eramos hijos de una generación en la cual la pastilla supuso una salvación: poder estar tranquilo, dormir bien, no deprimirse. Esa tapa es un gesto histórico. ¡Y justamente la música nuestra era muy sacada! Si hubiéramos tomado una pastilla como las que andaban volando por ahí, hubiésemos hecho una música más tranqui.
—¿Cuál era el reclamo, entonces?
—Ver la realidad. Estar despiertos. Estábamos en 1994 y muchos gestos que nos hicieron país se estaban descomponiendo. Las seguridades que como ciudadanos teníamos estaban empezando a tener otros niveles con las escuelas privadas, las obras sociales...
—¿Desestatización?
—La política fue vencida por la economía. El rock se asoció a los sponsors y no a los gestos políticos. Nos han hecho creer que el gesto político es irrelevante, pero cada acto tiene un significado.
—Los Sex Pistols repetían: "Si no te ocupás de la política..."
—...la política se va a ocupar de vos". Absolutamente. El punk fue mal asimilado: en vez de tomar sus gestos, se toma que cualquiera puede cantar o tocar. Cosa que es cierta, pero hay que respetarse y respetar al oyente.
Cuando leas esta nota, él ya estará en la costa oeste norteamericana, en la continuación de la "gira pobre pero honrada", que lo tuviera tocando por la otra costa el año pasado. Una gira de ámbi to universitario que aprovecha para tocar en bares, calles y colegios y donde llegó a conocer a Devendra Banhart, el nuevo prodigio del neo-folk yanqui, con quien podría compartir escenario porteño en noviembre. Dice que lo inspiró tanto como conocer a Litto Nebbia, que lo invitó a participar de un tributo donde cantará Para ir (Almendra) y Soy de cualquier lugar (Los Gatos). "Mi vuelta a la música fue con unas cuantas cosas claras: no me quiero ir de nuevo", dice y se entusiasma con editar, pronto, un... ¡triple! Mientras tanto, se lo puede disfrutar cantando canciones como Costurera y carpintero, una respuesta con invitación a escapar de los géneros sexuales. "Estaba escuchando un tema de Antony & The Johnsons donde dice algo así como 'ahora soy un niño y cuando sea grande voy a ser mujer'. Y me enojé, porque más allá de las libertades individuales que respeto y defiendo con mi propia vida, esto de seguir haciendo esa división de los sexos me parece dañino. Se puede ser mucho más que un hombre o una mujer. Ser libres, al fin".
Historia: Pigna va, Pigna vieneDurante sus ocho años sabáticos con la música, Gabo estudió Historia, obtuvo una maestría en investigación y un doctorado. Escribe ensayos, da clases y elaboró una tesis sobre "las metáforas de lo sangriento y lo monstruoso" en el discurso anti-rosista. "Es sobre cómo a (Juan Manuel de) Rosas se lo asimiló dentro de un universo discursivo que después reprodujeron los anti-peronistas como Borges y Bioy Casares. También escribo una novela sobre el tema", anticipa.—Ahora que la Historia está de moda... ¿qué opinás de Felipe Pigna?—No puedo hacer una evolución certera porque casi no lo leí. Si ocupa el lugar que ocupa es porque los historiadores que nos consideramos "de academia" estamos lejos de ese lugar. En vez de decir que manosea la Historia, hay que preguntarse sobre cómo hacemos congresos que no le interesan a nadie. El es historiador, le reconozco un gran trabajo en bajar al llano y hacer que la gente se interese.—¿Aunque a muchos sólo les quede que el Sargento Cabral era negro?—Es que la Historia es un problema. A mí no me interesa eso, sino en qué estructura ideológica se movía San Martín o por qué el padre de la patria es él y no Belgrano, Larrea o Castelli. Los que creen que saber que Cabral era negro tiene más lustre que estar enterado con quién sale la Pradón están equivocados. No deja de ser anecdotario.Trovadores: Dream Team localMuerte en la catedralLitto Nebbia
De lo mejor de Nebbia, por letras, melodías y contexto histórico.
TangoTanguito
Canciones de naufragios, esmeraldas y espuma.
30 minutos de vidaMoris
El acta fundacional de la bohemia existencialista de nuestro rock.
Simples 67/70Miguel Abuelo
"Con Miguel nace el pop argentino en technicolor" (Claudio Gabis).
KamikazeLuis Alberto Spinetta
Linkear a Gabo con Casas marcadas y Barro tal vez.
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