en formato "falso documental", una pelicula recupera un antiguo mito rockero: la historia de los siameses tom y barry howe, que forman su propia banda... pegados por el estomago.
http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/09/29/3-00401.htmTxt. Nicolás Artusi.Tom Howe es el hermano más robusto pero también el más amable, Barry es inestable como un cartucho de dinamita y, así como su gracia más comentada es girar las cabezas y darse un chupón, el menage a trois, más que perversión, es postura obligatoria. Si los hermanos Chang y Eng, nacidos pegados en el reino de Siam allá por 1811, dieron origen al término "siamés", los Howe dan una nueva dimensión a uno de los mitos rockeros mayores: las bandas de hermanos.
Tom y Barry son antihéroes inseparables de Brothers of the Head, novela de culto del gurú sci-fi Brian Aldiss (1977), que llega al cine como "mockumentary" (o falso documental), y que repasa la vida de dos siameses con banda propia, The Bang Bang. ¿Es mentira? Casi como en un capítulo de Behind the Music, los directores Keith Fulton y Louis Pepe (gemelos a su modo: son novios desde hace 14 años) se regodean con las desventuras de dos hermanitos ingleses en el año que fue "enlace entre el fin del glam rock y el inicio del punk": 1975. A los 18, Tom y Barry son vendidos por su padre a un empresario cruel pero visionario, funcional a esta fábula polisexual para demostrar cómo el rock, en su eterna búsqueda de autenticidad, siempre termina siendo un circo ambulante. Como aquellos siameses de Siam, a los que un "promotor sin escrúpulos convirtió en monstruos de feria" (según el libro Chang y Eng), los Howe serán atracción principal del Rock & Roll Circus: drogas y groupies.
Interpretados por los gemelos Harry y Luke Treadaway (no pegados en la vida real), los Bang Bang tendrán su ilusión breve de gloria rockera gracias a un hit autorreferencial (Two-Way Romeo) y a su actitud heredada de un hijo mutante de David Bowie con Johnny Rotten. "Estos príncipes inseparables del rock son tan reales como el air-guitar", desconfió el diario The New York Times y resumió una mitología rockera y setentista basada en ilusiones. Fan de la novela, Andrés Calamaro ya había reconstruido la saga de los siameses rockeros, con habitaciones de hotel convertidas en quirófanos improvisados y un cirujano maldito con ambiciones de Dr. Moreau, y en su tema Dos Romeos (del disco Nadie sale vivo de aquí) cantaba: "Pero la diferencia si querés era brutal/ él nació pegado a su hermano siamés/ y una tercera cabeza que había sumaban tres/ y juntos fueron estrellas de rock". Si es cierto que toda la infelicidad del hombre se deriva de su incapacidad de permanecer solo en una habitación, a los Howe les será difícil sentirse como perro con dos colas: imaginen a los Gallagher pegados por el estómago.
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