De origen londinense, el género electrónico caracterizado por sus sub-graves gana varias posiciones en los Angeles. Informe especial y presentación de su crédito local: Daleduro.http://www.clarin.com/suplementos/si/2007/04/20/3-00701.htm
Txt. Justin B. Hampton. The New York Times y Clarín
Scuba, el DJ-productor británico, cuyo verdadero nombre es Paul Rose, se instala detrás de las bandejas en el Nasty Sonix club en Echo Park. Es su debut en los Estados Unidos; una mezcla de audaces del hip-hop, algunos hastiados habitués y adictos a la indietrónica se van acomodando en el lugar con relajadas expectativas. Un ritmo lento, casi fúnebre flota en el aire cuando Scuba comienza a girar las bandejas. Mezcla con el disco siguiente, y cae un beat como si fuera una tonelada de ladrillos: un ataque casi físico, masivo y aplastante de frecuencias subgraves. La gente irrumpe en un rugido y Scuba inmediatamente rebobina y vuelve a la carga.
El sonido es dubstep, una revolución de la música electrónica nacida en el sur de Londres, que es una evolución del género garage/2step y se emparienta con el grime, la variante británica del hip hop. Es una interpretación aglutinante de reggae, techno industrial, metal y el característico sonido de los subgraves, perfecto para la película de ciencia ficción, igualmente climática, Children of Men, cuya banda sonora introduce el dubstep.
Desde su origen a comienzos de este siglo, el dubstep ha ido creciendo en el mundo entero desde el oscuro subgénero de música dance al género electrónico de rápida evolución a mediados de los noventa. Ambos géneros ponen el énfasis en los sub-graves, pero la velocidad vertiginosa de bajo y batería se oponen con los espaciados silencios del dubsetp.
En la región del sur el dubstep está prendiendo, aunque lentamente, gracias a los productores y promotores locales como Smog L.A. Integrada por Colm Doherty y Andrew Best, la sociedad empezó en 2006 en el club Funktion en Vanguard de Hollywood, donde Best trabajaba como VJ residente. A los dos les gustaba la estética de la música y no tanto su primera audiencia. En la sesión debut de Smog "todo el mundo parecía decir ¿qué hacemos ahora? fue muy raro", recuerda Best. "La gente está acostumbrada a escuchar música potente, fuerte y espástica. A que haya voces o ver efectos de luces, y éste es un espacio oscuro, sin proyecciones visuales".
El dubstep (alguna vez rotulado como "dark garage") no es sólo auricularmente austera. Fomenta una estética gótica, sombría, y así como la música electrónica del comienzo, enfatiza el anonimato. El punto, dice Best, es dejar que la música sea la que hable. "Quiero que la gente venga a nuestras fiestas y que se concentren solamente en la música".
Joe Nice, el DJ de dubstep, de Baltimore, definió los principales elementos del dubstep como "espacio, graves y ritmo." Ritmo se refiere a un promedio de 138 beats por minuto, pero como los beats caen en el semitono, el tempo que se percibe de la música es de unos 70 bpm. Los productores de dubstep emplean silencios entre los beats y los sonidos, que cuentan para el espacio.
El Dubstep se ha beneficiado de los avances de la Web 2.0. Y muchos atribuyen la explosión del género en el mundo al programa de Radio One de la BBC que transmitió el especial Dubstep Wars, en enero.
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