Fernando Ruiz Díaz: música como terapia luego del ACV

Fernando Ruiz Díaz, líder creativo de Catupecu Machu, compartió recientemente detalles sobre su recuperación tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) el 15 de febrero de 2024. Con valentía, reconoció que el proceso de recuperación fue una verdadera montaña rusa emocional, pero subrayó que la música fue su mejor medicina: “hacer música fue mi mejor terapia”, declaró en la entrevista La música como clave de sanación Más allá de los tratamientos médicos formales, Fernando apostó por el arte como herramienta curativa. Señaló que componer, tocar y crear música no solo le devolvió fuerza física, sino que también le ofreció estabilidad emocional durante los momentos más difíciles. La música, explicó, le permitió reconectarse consigo mismo y enfrentar las fluctuaciones internas tras el ACV . Emoción en subebaja constante Durante su recuperación, el músico describió su estado anímico como una montaña rusa emocional . Admitió que, incluso en medio de la calma, aparecían olas de incertidum...

elecciones en bsas, ¿Y EL ROCK?

Este es el blues del ballottage

AL FILO DE LA VEDA ELECTORAL, LOS DOS CANDIDATOS EXPLICAN QUE VAN A HACER CON LA FALTA DE LUGARES PARA LOS MUSICOS DE ROCK Y CON LA SITUACION DE LAS VICTIMAS DE CROMAÑON.


Producción Facundo Lozano, Claudio Marazzita y Mariano Del Aguila. Qué pasa con la nueva ley Alguien podría afirmar que los instrumentos musicales cambian las condiciones de seguridad?". Con esa pregunta, Diego Boris (presidente de la Unión de Músicos), descree de los decretos de urgencia y de la futura Ley de Clubes de Música en Vivo, que buscan reanimar la escena rockera en la ciudad, pero que, a merced de "una reglamentación confusa y excesiva", han puesto a una legión de inspectores a pegar cintas de clausura. "En vez de buscar la forma legal para que los lugares no estén cerrados, se invirtió la carga de la prueba: que haya una guitarra da por sentado que un lugar es peligroso". Con una carta documento al Gobierno de la Ciudad y una denuncia de discriminación ante el INADI (son más de 30 páginas en www.umiargentina.com), el ente rockero (que reúne a más de 1500 artistas) plantea la declaración de inconstitucionalidad de la ley. "El Máximo Tribunal de la Ciudad declaró parcialmente admisible la demanda. En unos meses, nos van a llamar para exponer los argumentos". Para Boris, la inconstitucionalidad reside, por ejemplo, en que no se respeta "el derecho del autor de expresar su obra y exponerla en público (Ley de Propiedad Intelectual o Ley Noble)". Desde la Subsecretaría de Gestión Cultural, Roberto Di Lorenzo da su punto de vista: "Después de la tragedia de Cromañón, se intensificaron los controles en toda ciudad. En el caso de las actividades culturales, la normativa a veces es confusa, contradictoria o, incluso, faltante. Si a esto le sumamos cierta informalidad, el panorama era más complicado aún. Es innegable que esto derivó en una merma de lugares". Di Lorenzo asegura que la Ley de Clubes de Música en Vivo llega para "clarificar y ordenar normas que revitalizarán el circuito de rock". Boris lo duda: "Un lugar debe estar en óptimas condiciones de antemano, pero si hay 50 parroquianos, uno se levanta y se pone a recitar una poesía, no necesita habilitación especial. Pero si se le suma alguien con una guitarra, requiere de un permiso especial". Di Lorenzo responde: "Cuando a un local se le piden permisos especiales, tiene que ver con la insonorización, no con la seguridad". El panorama no es el mejor: Gustavo Subiza, uno de los dueños del bar La Cigale, pide oxígeno para los boliches. "Hemos ido de menor a mayor con las exigencias. Hay un vacío legal y un código de control vetusto. Que controlen, pero que no vengan 10 veces a ver si tengo tarjetas de los cinco matafuegos que tuve que comprar. Dicen protejamos la cultura', pero parece que es sólo si la hacen ellos. Que el gobierno que viene no haga demagogia con la cultura".

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