Luis Gribaldo era uno de los integrantes históricos de la banda del fallecido cantante "Ricky" Espinosa. En una filmación hecha por sus seguidores, afirma que el Presidente es anarquista e insulta a Perón y al kirchnerismo. https://youtube.com/shorts/ivRfn_KX-eQ?si=MXfD8_5n-7-U_tpx La nueva grieta entre quienes apoyan las políticas del presidente Javier Milei causó una inesperada división entre los integrantes de una histórica banda de punk rock argentino. Se trata de Flema, el grupo que supo liderar el fallecido cantante Ricky Espinosa, que continúa con alguno de sus miembros en la actualidad. El guitarrista Luis Gribaldo, más conocido como Luichi fue expulsado de la banda luego que se viralizara un polémico video de él, donde se lo puede ver en estado de ebriedad, entre gritos e insultos, apoyando a Milei. En el video también se ve cómo un hombre le ofrece cocaína a una chica que está con el grupo que discute con el músico. "Aguante Milei", grita el hombre a unos...
Tres décadas atrás, "La Biblia" los llevó a la cima del rock nacional. Hoy, Willy Quiroga, cantante y bajista del grupo, asegura que sienten un honor inmenso por haberse vuelto un grupo de culto.
Willy Quiroga se pone al teléfono y tose apenas comienza la conversación. Se justifica inmediatamente: "Perdón, es que el sábado fui a ver a La Renga y me agarré una gripe terrible". ¿Vas seguido?, pregunto algo sorprendida. No es común oír a los músicos más experimentados halagar la obra de las nuevas generaciones, generalmente, tienden a defenestrarlas. "En realidad no, pero porque no tengo tiempo. El otro día fuimos al cumpleaños del Chizo (voz de LR) y nos invitó, como no teníamos que tocar fuimos. Estuvo buenísimo, había una cantidad de gente impresionante. La Plata hervía", responde el bajista y cantante de Vox Dei, una de las pocas bandas en la historia del rock nacional que se dará el lujo de soplar cuarenta velitas arriba de los escenarios el próximo sábado 7 de julio en el teatro Coliseo.
Willy no puede describir con precisión qué se siente alcanzar semejante logro. Explica que es un revoltijo de emociones encontradas, pero que el resultado final lleva a la balanza a inclinarse hacia el lado positivo. Son demasiados recuerdos a los que se le suma la sensación de haberse quedado algo solitos. Sus antiguos compañeros, los Almendra, los Manal, y el resto de las bandas que también marcaron el rumbo de la música local, con quienes solían "pasar cosas muy lindas" ya no están sobre las tablas. Y además, nada es como era cuatro décadas atrás: puro y sencillo.
"Hoy en día las bandas se parecen mucho unas a otras. En aquella época todas tenían un rostro propio. Creo que, tal vez, las bandas rollingas no encuentran otro camino para expresarse. Nosotros salimos de otros lugares, nos gustaban Los Beatles y conseguimos otros resultados. Personalmente, veo muy complicada la vida de los chicos para sacar la cabeza del montón", opina. Y continúa: "En aquella época era más fácil hacerse notar, lo que era difícil era tocar rock & roll porque no había antecedentes. Había tango y folclore, que son géneros fascinantes, pero el rock era como meter una cumbia en la sociedad de hoy. Gracias a Dios lo logramos".
Vox Dei empezó como una banda under, que llegó a la cima de la popularidad con su obra maestra "La Biblia". Pero después volvió a convertirse en una banda de culto. Willy entiende la situación como una cuestión lógica. "El estante donde se van exhibiendo las cosas no es tan grande entonces lo viejo va desapareciendo, pero nosotros estamos orgullosos de decir que somos un grupo under", comenta. Y agrega: "Lo vemos como algo muy lindo, tal vez, no vendemos tantos discos como Soda Stereo o La Renga, pero nos siguen tres generaciones distintas y eso es un honor. En los shows se ve claramente, el 80% de nuestro público son jóvenes y el resto son los que no pueden dejar de venir", asegura. "Ellos, nuestros amigos (por sus fans) siguen pidiéndonos temas de antes, que nosotros disfrutamos mucho tocar. De hecho, son los que nos insistieron para que volvamos a grabar canciones de los 70s. Y nosotros les hacemos caso, dos años atrás grabamos nuestro nuevo álbum "El Camino", con temas como "Jeremías pies de plomo", pero con toda la experiencia que tenemos ahora", explica Quiroga y aclara que lo llama su nuevo disco, y no el último porque hay Vox Dei para rato.
Vox Dei, una banda fundamental, con muchas idas y vueltas en el rock argentino.
Un libro sobre Vox Dei en el que "cada uno dice su verdad"
Un melómano y un guionista rockero produjeron Historias de Vox Dei, un
trabajo que incluye numerosos testimonios de los integrantes de la
banda, a la vez que revela anécdotas hasta el momento desconocidas.
Es un libro concreto, sin rodeos fútiles, como la música de Vox Dei. Dos
autores –un melómano animal de radio + un guionista de cine—colocan al
cuarteto-trío en su lugar histórico, estético y humano. De paso, revelan
anécdotas casi o totalmente desconocidas para los seguidores de una de
las bandas más importantes de la historia del rock argentino. Que los
vecinos le tiraban gusanos durante los primeros ensayos suburbanos. Que
uno de los primeros temas que compuso Ricardo Soulé, inspirador central de La Biblia, se
llamó “Hey, Satán”, ironizando sobre la idea de sellar un pacto con el
demonio, al modo Robert Johnson, para que les dieran bola los
productores. Que inventaron el neologismo “Concofonía” con el fin de
definir aquella notable obra conceptual como una sinfonía con voz. Que Rubén Basoalto solía salir a tocar desnudo –arropado en una bandera-- y por eso le decían “Choriman”. Que Soulé armó una efímera banda con Pappo, en Londres, que se llamó Monster Feet. Que el retorno del histórico Juan Carlos “Yodi” Godoy se produjo, paradójicamente, en el “Adiós Vox Dei” de abril del 81´en Obras.
Y así, completando varios “que”, el melómano cordobés –Lucas Fernandez— y el guionista rockero, Néstor Petruccelli, van hilando fino durante las doscientas páginas que pueblan Historias de Vox Dei…
así, en plural. “Lo del plural lo que hace es anticiparle al lector que
esta no es “la historia”, ni “la única historia”, simplemente son las
historias que nosotros quisimos contar”, detalla Fernández, productor y
conductor del programa “Mama Rock”, en Radio Nacional Córdoba. “Para
contar esos contrapuntos la opción fue hacerlo, salvando las distancias y
la temática, con una estructura similar a la utilizada por el director
Akira Kurosawa en su película Rashomon, donde cada uno de los personajes --en este caso los músicos-- dan su testimonio y parecer. Esto es algo que destacó Willy Quiroga al decir que el libro es interesante ´porque cada uno dice su verdad´”, ahonda Petruccelli.
Varios caminos condujeron a los autores hacer justicia
literaria con la tremenda banda de Quilmes. Por un lado, varios fanas de
Vox Dei veían en Fernández al tipo indicado para hacerla, básicamente
por el material que conserva como coleccionista y por sus contactos
frecuentes con todos los integrantes del grupo, pero también por su
admiración hacia el cuarteto devenido trío –y viceversa—del que no se
había escrito lo suficiente. “Más allá de nuestro afecto y gusto por las
composiciones de Vox Dei, nuestra intención fue brindarle el reconocimiento que se merecen dentro de la cultura popular.
En mi caso, ellos fueron la puerta de entrada al Flaco Spinetta, a
Pappo, a Led Zeppelin, a Deep Purple, a la psicodelia de Pink Floyd y
los sinfónicos Yes”, admite Petruccelli. “Pensemos, por ejemplo, que La Biblia
fue encarada por unos jóvenes pelilargos veinteañeros que se atrevieron
a interpretar las sagradas escrituras para brindar una creación musical
con un claro mensaje humanista y universal”.
El trabajo forma parte de la importante saga sobre historias del rock argentino que vienen realizando Miguel Dente, desde la publicación de Tícher de Luz, biografía de Luis Alberto Spinetta
publicada en 2011, a través de Ediciones “Disconario”. Fue él, incluso,
quien le ofreció al dúo escribir algo para la colección
“Portarretratos”. Tras ello, mails que van wasap que vienen, Fernández y
Petruccelli se encontraron personalmente en un bar de Callao, en el
invierno de 2018, y consensuaron el perfil del libro. “Desde un
principio, los dos teníamos en claro el enfoque. Las páginas debían
incluir las experiencias previas de los fundadores del grupo, las
motivaciones que dieron a sus canciones, la gestación de La Biblia
y por sobre todo resaltar la obra en sí. Pero siempre teniendo en
cuenta todas las voces y opiniones de los integrantes, sumado los
testimonios de quienes participaron de alguna u otra manera en la larga
trayectoria del grupo”, señala el guionista de Bruno Motoneta y Poder de cuarta,
acerca de un trabajo con mucho de laburo propio. La mayoría de las
entrevistas, en rigor, salieron del profuso archivo sonoro que viene
cosechando Fernández, en casi veinte años de “Mama Rock”, un material
adobado con revistas de época, documentales, libros y fotografías,
muchas de ellas inéditas. “Por supuesto fuimos chequeando toda la data…
Lucas se encargó de la investigación periodística y yo de la parte
histórica”, aclara Petruccelli.
--¿Cuáles fueron las anécdotas que más los sorprendieron en este camino de rastreo histórico-periodístico?
Lucas Fernández: --Hay tres imperdibles, para mí. Un dato muy curioso y
que pudimos indagar es que en 1969 la banda compuso la música y
participó de la obra teatral La noche que salimos a tocar las estatuas,
y una de sus protagonistas, Mirta Busnelli, prestó su memoria y su
testimonio para el libro. Otro dato interesante es el hallazgo de un
acetato, cedido por Santos Dobaran, con dos canciones de The Styles, la
banda de barrio de Soulé, previa a Vox Dei. Y el tercero es haber
contado con el testimonio de tantos músicos, que enriquecieron mucho la
historia. Hubo lugar para cada uno de los músicos, violeros en su
mayoría, que pasaron por las distintas formaciones de la banda, un
trabajo nunca antes realizado. Además de lograr la palabra de las
“figuritas difíciles” como Danny Peyronel de los Heavy Metal kids que
grabaron una canción de los Vox Dei en Inglaterra; Tom Grignon, el
baterista norteamericano que participó del disco Romances de gesta
de Soulé en 1982. Y los testimonios de Andrés Calamaro y Fito Páez,
contando sus experiencias cuando ambos fueron invitados para la
regrabación de La Biblia en 1997.
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