Green Day o el "deseo de ser Punk"

Quizás su excesivo vitalismo podría conducirles a un espectáculo tan pop y tan poco punk como el que pudimos disfrutar ayer en el Palacio de los Deportes de Madrid

 

 

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SELENE MORAL

Los de Billie Joe venían a Madrid, desde Lisboa y hacia Barcelona, para presentar en directo las canciones de su nuevo álbum, 21st Century Breakdown (2009), un disco vitalista, muy bien acogido por el público pese a la difícil tarea de sucesor de American Idiot (2004).

Tal vitalismo podría conducirles a un espectáculo tan pop y tan poco punk como el que pudimos disfrutar ayer en el Palacio de los Deportes de Madrid. Para empezar, un conejito rosa con un pedo tremendo presentó a la banda: unos Green Day con un cabecilla claro, cuyos frenetismo enganchó desde el primer acorde de 21st Centurty Breakdown. Luego siguió el inminente rock de Know your enemy y fue entonces cuando Billie Joe se lio la manta a la cabeza y terminó de arrasar con su papel de maestro de ceremonias, conectando con sus seguidores en todo momento. Entre tema y tema hubo confeti, pistolas de agua gigantes y pistolas que lanzaban camisetas al público. Vaya, que si nos dicen que ha venido Mika, algún despistado hasta se lo cree.

Es verdad, los tiempos han cambiado, la actitud punkarrilla cada vez existe menos pero por suerte, Green Day saben hacernos enloquecer con su profesionalidad sobre el escenario. Además, siempre nos quedarán 3 de las mejores cosas que puede tener una banda como Green Day: las canciones, (enérgicas píldoras de punk bailable e imponentes baladas); el buenrollismo de conceder 5 minutos de gloria a la chavalería de las primeras fila para cantar o tocar con ellos y el calvo que nos brindó su cantante. Eso sí es punk.