“Estamos felices -dice Palazzo a LA NACION-. Hace muchos años que estamos tratando de tenerlo, pero no podíamos
sumarlo por una cosa o por otra. Febrero es un mes donde él trabaja
mucho y no coincidíamos. Está muy bueno que sea ahora porque es un año
para reconocerlo porque está volviendo a los escenarios”.
Las conversaciones de la organización del festival fueron avanzando con el hijo de La Mona, Carli Jiménez, y cuando ya se estaba a punto de cerrar hubo una reunión de José Palazzo con él. “Me preguntó si me parecía que los rockeros lo iban a aceptar, sobre cómo caería. No era preocupación, sino inquietud. Obviamente, que se quede tranquilo, lo adoran”, apunta el productor.
En marzo de 2019, La Mona -71 años, 90 discos grabados- se sumó al Lollapalooza y
tuvo un éxito enorme. “Estoy contento con Lollapalooza, y más con
ustedes que me tiran toda la onda y el corazón de esa juventud hermosa,
que tal vez sea la última vez en mi vida que esté en este festival. Pero
sí: estoy feliz”, dijo en aquella oportunidad mientras cantaba su
clásico “Beso a beso”.
Palazzo insiste en que el vínculo de Jiménez con los rockeros es fuerte: “Cada artista que viene a Córdoba me pide ir al Sargento Cabral
(donde La Mona se presentaba regularmente). Hay algunos que han ido
varias veces. Él ha cantado con todos. Consideramos que es un artista importantísimo, forma parte de nuestra contracultura”.
La Mona, como lo recuerda el fundador y productor de Cosquín Rock, tocó en Cemento, cuando el lugar era “el paraíso del under porteño”, y menciona la lista interminable de estrellas con las que compartió el escenario, como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez, Andrés Calamaro, Manu Chao, Pity Álvarez y la Bersuit Vergarabat.
“En
el momento en que los cruces entre traperos, raperos, rockeros y gente
del pop no existían -describe Palazzo-, él ya se cruzaba con Vicentico (hay una foto de hace décadas), con Soda Stereo, con Juanse, con Pappo. A Spinetta se le quemó el micro y él le prestó todo lo que necesitaba; tiene la mejor con todos”.
A la hora de definir por qué en el ambiente del rock lo respetan, Palazzo se inclina por plantear que es “un tipo coherente. Es lo que es, espontáneo. Su impronta es rockera más allá de los pasos y de la música. Tiene muy buena relación y el respeto de todas las figuras”.
La programación de la próxima edición de Cosquín Rock incluye, entre otros, a
Divididos, Fito Páez, Ciro y los Persas, Las Pelotas, La Vela Puerca,
Julieta Venegas, Celeste Carballo, Los Auténticos Decadentes,
Babasónicos, La Mississippi.
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