ENTREVISTA: JOSH HOMME
"Trabajo en una banda de rock, no en un banco"
El líder de Queens of the Stone Age recuerda su visita a la Argentina, explica su nuevo disco ("Era Vulgaris") y reivindica el viejo estilo de vida del rock.
Txt Silvia Maestrutti / . Especial desde Los Angeles
Un sol tibio se filtra por las cortinas del Mondrian, un hotel "rockero chic" del Sunset Strip de Los Angeles, y Josh Homme se despereza. Acaba de darle el último toque al quinto disco de Queens of the Stone Age y está entre cansado y excitado. "No dormí nada, terminé el disco hoy a las 6 de la mañana", se ataja. Durante la entrevista enciende un pucho tras otro. Le decimos que se está quedando solo ahora que los rockeros cultivan una imagen limpia. "Fuck them", dice riéndose. "Estoy en una banda de rock, no trabajo en un banco".
-¿Cómo te das cuenta cuando un disco está terminado?
-Porque me siento feliz, me recorre una energía eléctrica. Nunca puedo dejar algo a medio camino, teníamos todo para hacer el disco correcto, nos encerramos y lo hicimos. Estoy excitado porque conseguimos un sonido nuevo, como un latigazo de batería. Muy cool.
El par de temas que la prensa pudo escuchar trae una andanada de frescura. Y el cumplido le gusta: "Es justo lo que quiero, que suene fresco" .
-¿Qué viene a significar el título, "Era Vulgaris"?
-Lo bueno es que no es una sola cosa, tiene varios niveles. Las palabras lucen hermosas para mí. Era Vulgaris suena a erótico y a sucio, pero de una manera inteligente. Me gusta provocar con un título así. Es la era que tenemos en común los americanos. Las letras y la música suenan como una versión de mi generación.
-¿Escuchás música latina?
-Estuve escuchando samba y música gitana, espero que se note en el disco. Me gusta que las influencias se transparenten en mi música: hay una samba en el disco. Me gusta Astrud Gilberto, me hace sentir como si estuviera cocinando y bailando con una copa de vino en la mano. Me gusta su esposo, Joao Gilberto, también.
Se había hablado de una participacion de Dave Grohl, como en el anterior, pero al final no se logró: "No dudaría un segundo en hacer algo con él, pero creo que está con su propio disco, no se nos dio el cruce esta vez". Los que aportaron en esta ocasión son Trent Reznor y Julian Casablancas, líder de The Strokes, con quien Homme salió de gira con su banda paralela, Eagles of Death Metal.
-¿Cómo se dio la colaboración de Julian Casablancas?
-La motivó el deseo. Además de cantar en Sick, Sick, Sick, Julian toca en el disco un instrumento trucho, un sintetizador Casio, una guitarra eléctrica que es un teclado. La compré porque me pareció horrible y él no la largó desde entonces. Es más, se compró una para él que le costó apenas 80 dólares, nadie más la quiere.
Se ríe Homme viendo la foto en su cabeza: "La colaboración de Trent se da desde el respeto mutuo, él está en la canción del título donde hablo de lo que veo en estos días modernos, y Trent me parece un tipo muy moderno".
-¿Te gusta la vida en la ruta?
-Me gustó por muchos años porque nunca quise tener una casa, me bastaba con parar a cargar nafta y seguir viaje. Pero ahora disfruto de mi hogar. Con este tour voy a tener que reelaborar la relación que establezco con la gente.
Joshua Homme tiene ahora una esposa, la cantante austríaca Brody Dalle y una hija de 16 meses, Camille. Su hogar está en Los Angeles, a apenas dos horas de su ciudad natal, Palm Springs, en pleno desierto californiano al que le ha dedicado toda una serie musical, The Dessert Sessions. "Amo la belleza del desierto, fue desde siempre mi fuente de inspiración. Es como ir a un museo. El mundo es un museo de paisajes, todos ejemplos de belleza imperfecta, es impresionante".
No le gusta hablar de su vida privada y le cuesta responder sobre su ex bajista, Nick Oliveri, co-fundador de la banda, que fue preso en Rock in Rio III por desnudarse en público. Se rumorea que Homme lo echó antes del cuarto disco, cansado de su comportamiento a lo Sid Vicious que incluía, supuestamente, pegarle a sus novias.
-¿Te seguís hablando con Oliveri? ¿Siguen en contacto?
-No. Sé que es una vergüenza pero no podemos hablar y no me gusta tratar de mantener algo cuando ya fue. No acordamos en ciertas cosas y está OK. No tengo ganas de ponerme a trabajar en establecer otra vez el contacto.
-¿Qué pasó entre ustedes?
-Esperé mucho tiempo para decir lo que pasó y todavía me cuesta. Lo que pasó está ahí, en Internet, junto con otras cosas que nada que ver y eso sí lo lamento. Pero nadie es víctima en la vida excepto los chicos y la gente atropellada por conductores borrachos. De todo lo demás te podés hacer cargo sin drama.
-Con el segundo disco de Qeens of the Stone Age, las revistas musicales británicas dijeron que ustedes eran los nuevos Nirvana. ¿Lo son?
-Las revistas tienen que llenar páginas todas las semanas. Ellos necesitan construir andamios que estén un poco flojos así se rompen fácilmente. Más que tocar en una banda que esté en el tope del mundo, a mí me estimula la posibilidad de estar tocando al tope de mis habilidades. Nadie puede establecer standards más altos que los que yo me pongo.
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