Ozzy Osbourne, el icónico vocalista de Black Sabbath y figura cumbre del heavy metal, falleció este martes 22 de julio de 2025 a los 76 años, rodeado por su familia, confirmaron sus seres queridos . Su despedida ocurre apenas semanas después de haber encabezado el emotivo concierto “Back to the Beginning” con la formación original de Black Sabbath en Birmingham, el pasado 5 de julio De aspirante a leyenda del metal Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, Ozzy se unió a Black Sabbath en 1968, aportando su inconfundible voz gutural a himnos como Paranoid, Iron Man y War Pigs —temas que no solo definieron la banda, sino que cimentaron el género del heavy metal. Tras su salida de la banda en 1979, cortes como Crazy Train y Mama, I’m Coming Home lo consagraron como solista y empresario musical con el festival Ozzfest. Un adiós rockero y lleno de dignidad Años de lucha contra enfermedades como Parkinson (diagnosticado en 2020) y severos problemas de salud no logr...
Chorizo Sangrando, rock neospinetteano-parrillero
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la banda que nunca vas a escuchar
Hoy: Chorizo Sangrando, rock neospinetteano-parrillero
Por Javier Aguirre
Luis Alberto Spinetta es uno de los grandes referentes del rock argentino; y paradójicamente, aunque su estilo compositivo es único e inimitable, en numerosas ocasiones ha sido imitado (o al menos, “homenajeado”, con todas las comillas del caso). Por suerte, ninguno de todos aquellos músicos del rock local que se animaron a adentrarse en el universo spinetteano lo hicieron con el desenfado, el mal gusto y el colesterol alto que ha demostrado tener el sexteto Chorizo Sangrando.
Desde su grasiento debut Muchacha ojos de provoleta, de 2006, esta banda santafesina ha convertido la jungla spinetteana en maleza de parripollo, al trasladar la intrincada herencia poética del Flaco a una temática basada en chinchulines y vaciopanes. El nombre mismo de la banda apunta a la cultura del asado, según revela el bajista Al Mendra, ya que “no tiene nada que ver con el clásico Durazno sangrando, de Luis, sino con ese efecto que se produce cuando en una parrilla pinchás un chorizo aún crudo”.
La crítica musical ha sido dura con los Chorizo Sangrando. La edición rosarina de la revista Billboard los definió como “un engendro pretencioso y sacrílego de carne quemada, arrebatada e indigerible”, cita que aparece en la página web oficial del grupo, ya que esa reseña significó la primera vez que la prensa se refería a ellos sin el uso de palabras como “ladrones”, “soretes” o “hijos de mil putas”. Sin embargo, el público empieza a valorarlos, y hoy ya son la banda de sonido favorita de todas las parrillas al paso de la provincia de Santa Fe, un circuito inexpugnable para el rock en el que ni el propio Flaco pudo hacer pie. En esas mesadas engrasadas, llenas de migas y piolines de salchichas parrilleras, ya son verdaderos hits canciones de Chorizo Sangrando como Téster de morcilla, Plegaria para un parrillero dormido, Pelusón of morcipán, Artaud con chimichurri o La tripa gorda del Capitán Beto.
El sueño fundacional de la banda, admite el guitarrista Efraín Visible, es que el mismísimo Spinetta escuche alguna vez sus canciones. “O al menos que se coma una entrañita a punto con nosotros”, agrega, mientras su ropa emana olor a humo y grasa de chancho.
* Cualquier parecido con la realidad, será tomado como un hecho sin precedentes que acaso amerite una reforma constitucional.
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