El flamante papa fue muy crítico cuando se trataba en el Congreso el proyecto que permitiría el matrimonio igualitario. En 2012, cuando el Congreso se encontraba debatiendo la ley que permitiría el matrimonio igualitario, Bergoglio dio a conocer una carta de repudio dirigida a los cuatro monasterios de Buenos Aires. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios” , expresó en esa ocasión. Posteriormente, en el mismo texto, agregaba: “No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida” del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”. Asimismo, el cardenal entonces cardenal agregó: “aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra”. En cuanto al aborto no punible, en septiembre de 2012 Belg...
Johnny Marr, el guitarrista de The Smiths
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Entrevista
Johnny Marr, el guitarrista de The Smiths, ante un disco que lo consumió, pero es un desafío
El ex compañero de Morrisey lanzó Fever Dreams Pts 1-4. Su charla con Clarín desde Manchester. Su trabajo en la música de cine.
Las historias como las de Johnny Marr (Manchester, 1963) son las que hacen realmente fascinante al rock n roll. De origen humilde, este working class hero
de la grisácea ciudad de Manchester es parte importante de quienes le
dieron forma al extendido término indie, usado hasta el hartazgo en la
actualidad tanto con fines artísticos como comerciales.
Marr formó The Smiths junto a Morrissey a los 19 años y nada volvió a ser igual.
El fugaz periplo
de The Smiths por este mundo (se separaron en 1987) sentó bases
culturales sostenidas hasta el día de hoy y regaló al mundo, no solo un
buen puñado de canciones perfectas, sino otra dupla explosiva de guitarrista-cantante, aunque en este caso bastante atípica.
Mientras Morrissey forjó
una carrera de éxito gracias a una voz privilegiada, una solvencia
envidiable a la hora de facturar melodías y una boca más grande que la
importancia de su ciudad en la Revolución Industrial, Marr lo hizo con similares talentos, pero con un perfil social completamente opuesto.
Johnny Marr en vivo en Buenos Aires, 2015. Foto: Mario Quinteros.
Se tomó su tiempo
Colaborador por excelencia (fue parte de Modest Mouse y The Pretenders, y colaboró con Hans Zimmer, Talking Heads y John Frusciante entre muchos otros), Marr tardó26 añosen sacar un disco solista luego de la traumática disolución de The Smiths.
Desde el debut con The Messenger
en 2013, Marr fue recuperando un espacio en el corazón de los fans y
demostrando que su estilo al tocar (todo un sello personal, una forma
que expone su importante sensibilidad y una capacidad técnica
completamente espontánea, entre lo soñado, lo mágico y lo certero) puede
ser propositivo en distintas áreas, como en el mundo de las bandas
sonoras para cine.
2022 lo encuentra promocionando su disco doble Fever Dreams Pts 1-4, lanzado a través de cuatro EPs de cuatro canciones cada uno, editados entre octubre de 2021 y el pasado viernes 25 de febrero.
De encantador semblante, se ofrece a la charla desde la intimidad de su estudio, seguramente el hecho de que en Manchester esté brillando el sol en una tarde en invierno ayuda a su humor, aunque se sabe que el tipo es un empático a día completo.
-¿Cuál
fue la idea detrás de lanzar el disco de esta manera, en partes? ¿Creés
que es una buena forma de mantener la atención del público?
-Surgió porque en un principio tenía el título, el cual fue una decisión artística. Me gustaba como sonaba: Fever Dreams Pts 1 a 4. Me parece que crea una situación artística interesante y genera la pregunta de “¿Qué significa esto?”.
La verdad es que no tiene por qué significar algo;
podría haber lanzado este disco normalmente. Pero pasa algo distinto
acá. Cuando fue hora de realizar la idea, me gustó que encaje bien con
el mundo moderno y que sea algo que nunca había hecho antes.
"Fue un viaje, como todos los discos"
-¿Cómo se lo tomaron en la discográfica?
-¡Creyeron que era un genio del marketing! ¡Y sólo fue un accidente! (risas).
Creo que es bueno contar que fue un lindo proceso. Quiero que a la audiencia le llegue la idea de que lo que hice fue un álbum doble.
No es que fueron EPs por separado: toda la música fue escrita y hecha
con ese propósito. Y para mí fue un viaje, como todos los discos, en el
que me pregunté cómo cambiaría mi vida con él, como siempre pasa.
-Está bien que sea así.
-Quizá
me lo tome demasiado en serio, pero en mi cabeza, cada disco es un
capítulo en mi vida ¡y esto es de antes de la pandemia! No tenía idea de
lo que pasaría, entonces cuando sucedió, todos nos sumergimos en este
viaje loco y la pregunta aflora en mí naturalmente: ¿qué es ser una persona?
No
sabía si fallaría o triunfaría, pero en mi cabeza tenía en claro que
esto iba de la confusa cuestión en la que a veces se convierte el hecho
de ser un ser humano. Lo que le pasó al mundo me dio claras ideas en las
que pensar.
El gran Johnny Marr en acción. Foto: archivo Clarín.
"Este disco me consumió"
-Todas las partes de este
disco doble se mueven musicalmente desde melodías íntimas a himnos
eufóricos.¿Cómo evolucionaron tus emociones mientras escribías el disco o
pensabas el proyecto?
-La respuesta a esto es que realmente “viví” el proceso. La realidad es que mientras escribía este disco no dormí demasiado.
O cuando lo hice fue raro; me quedé fuera de casa porque salí y olvidé
las llaves, perdí un perro, me olvidé de cumpleaños... este disco me
consumió.
-No debe ser casualidad...
-Y
estuvo bien que así sea, porque soy el responsable de mis canciones y
quiero que sean buenas. Nunca es algo casual, quizá debería serlo un
poco, pero no lo es. Siempre es muy intenso cuando escribo.
Posiblemente si me relajo demasiado, la música puede terminar sonando
como, no sé... como un trovador. No estoy listo para sentarme a tocar
guitarras acústicas con otros cuatro tipos.
-¿No te gusta ese formato sencillo?
-La música que me inspiró de chico fue siempre freak
de algún modo. Puedo leer entre líneas, creo que tiene que ver con la
condición del artista. Como cantautor tengo una suerte de eje de
elaboración de mi obra. Por ejemplo en la canción Ariel, sentí que en el mundo hay mucha gente harta de la intolerancia, de la polarización, de los bocones que abundan en todos lados. La gente “OK” quiere empatía.
-¿Y cómo le diste forma?
-Tuve este
sentimiento antes de comenzar a escribir la canción. Me tomó unos días
dar con la música para una canción que hable de empatía y luego
conceptualmente, por alguna razón pensé en la poeta inglesa Sylvia Plath. Esa es la clase de conexiones que hago como cantautor.
La más importante sucede con Human, la canción que cierra el disco, la compuse luego de tener todo el resto del disco terminado. Supe que quería terminarlo con un mensaje sobre lo que es ser una persona. No sé por qué lo llamé Human, ¡es tan fucking obvio!
-El enfoque parece distinto a lo que eran tus discos anteriores.
-Es
que claro, anteriormente con mi primer disco solista nunca hubiera
cantado algo como “Es humano intentar, es humano llorar, lo mejor es
cuando te das cuenta que lo mejor está por venir” ¡Jamás hubiera cantado
algo así! ¡Hubiera cantado sobre estaciones de tren, arquitectura o
misterio! No hubiera hablado sobre simplemente ser humano.
"Quise mejorar como compositor"
-Toda una actitud.
-Metiéndome en este disco supe que no me iba a poder esconder detrás de conceptos complicados,
quería que hubiera emociones humanas. Si lo hubiera hecho de otro modo,
me hubiera engañado a mí mismo. Tengo ya tres discos como solista, el
último fue muy popular, pero con este quise mejorar como compositor.
-Creo
que lograste que el disco mantenga la tensión todo el tiempo, pero al
mismo tiempo tiene atmósferas surrealistas, como de ensueño. ¿Sos el
tipo de persona que acude al arte para escapar de la enorme cantidad de
información disponible, sobre todo en estos últimos dos años?
-¡Wow! Es una buena pregunta. Sabés que como adolescente, entre los 14 y los 18, tomé muchas drogas psicodélicas.
Me solía sentar apartado en la casa de un amigo, en una sala donde
había una TV y lo que allí salía me intoxicaba aún más: “¡Man, realmente
no puedo con la corriente principal de la información!”.
Ahora
que soy un adulto crecidito y responsable tengo el mismo tipo de
reacción a la información que sale por los canales principales, esto de
lo que estás hablando. Creo que mucho de lo que está pasando en la
prensa particularmente ¡es bastante surreal!
-¿Eso apareció en alguna letra?
-Hay una canción sobre escapar a través de químicos, ya sea opiáceos o alcohol, o lo que fuera, está en el disco y se llama The Whirl.
Es un rock and roll (NdR: hace gesto de tocar la guitarra con rudeza).
Tiene un estribillo surrealista, que menciona al dadaísmo, quiere
expresar que este puto mundo es un lugar demasiado deforme.
La tapa del single "Night and day", de Johnny Marr.
-¿Te interesa el surrealismo?
-Me gusta el
dadaísmo y los situacionistas de los años '30 y '40, todos los artistas
conceptuales de izquierda del último siglo y si puedo ponerlo en mi
música, pues eso me encanta, que sea psicodélico, no tan directo. Podría
escribir canciones acústicas bastante simples y mi audiencia
posiblemente estaría feliz con eso, pero quiero que las cosas sean... surreales, sí, esa es una buena palabra.
-Eso también se nota en las letras: usás palabras simples, comunes, pero que pueden crear escenas casi alucinógenas.
-Lo
que describís es exactamente lo que quiero hacer. Porque no quiero usar
un lenguaje pretencioso que hable de mi ego y su vocabulario. Crecí escuchando a Patti Smith y Lou Reed,
y quiero que mi audiencia tenga una experiencia así al escucharme. Para
lograrlo hace falta estar enfocado en la idea de escribir con un
lenguaje simple que haga pensar a la gente.
-Todo un desafío.
-Cuando
comencé el disco, estaba en esta misma habitación, y una voz llegó a mi
mente: “¿Qué querés hacer con este disco?”, y yo sabía que sería un
desafío porque estaba la idea de que fuera doble, tenía el título y como
venimos hablando, pensé en los músicos buenos de verdad, los que hablan
un lenguaje sencillo, algo que no hubiera pensado hace diez años.
Al Green, Curtis Mayfield, pensé en esos cantantes de soul (canta un extracto de You Can Make It If Your Try de Sly & The Family Stone) en Everybody Is A Star. Es realmente un lenguaje directo, no algo que quiera demostrar lo intelectual que soy.
-Bien.
-No
me interesa ser muy conceptual, prefiero la naturalidad, pero el
pensamiento fue “Bueno, fui un guitarrista indie de Manchester en los
'80, si logro combinar algo de la forma en la que la música soul se
comunicaba con lo que yo hago, bueno, eso podría ser algo cool”. Un
ejemplo de eso es la canción Spirit, Power and Soul.
-¿Esas
letras con palabras simples, que generan imágenes ricas y elaboradas en
quien las escucha, también tienen que ver con tu experiencia
escribiendo música para películas?
-Creo que sí. Trabajar
con películas es una parte muy inesperada de mi evolución, algo de lo
que me siento muy afortunado. Si trabajás con alguien como Cary Fukunaga
en la última de James Bond, bueno es gente que piensa a
unos niveles... te piden cosas sobre algo que ni siquiera viste. Cosas
que suceden entre personajes de las películas; todo se vuelve muy
conceptual.
-Hiciste muchas con Hans Zimmer.
Con Hans Zimmer compartí un buen tiempo, es una persona muy conceptual. Cuando hice Inception (2010),
que es una película de ciencia ficción que trata sobre los sueños,
descubrí que había que olvidarse de todo y mirar el corazón del
personaje a abordar. Y ahí pude ver que se trataba de la redención, esas
son el tipo de cosas que me doy cuenta cuando trabajo en una escena.
Incluso en Spiderman, que es una película que me parece muy buena, descubrí que se trataba de poder.
En el mundo de las películas aprendí a leer las distintas capas y los
numerosos niveles de importancia en los personajes. Es un ejercicio
genial.
-No nos queda mucho tiempo,
pero quisiera preguntarte si hay alguna canción de rock o pop indie
británico que te hubiera gustado escribir.
-¡Sí, seguro! Dejame pensar pero sí, hay muchas canciones de PJ Harvey que hubiera amado escribir yo. Hay una en su disco The Hope Six Demolition Project que se llama The Wheel, que me encanta. Push The Sky Away de Nick Cave es muy buena ¡Ah! Y también Beetlebum de Blur, gran canción.
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