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Llegó, por fin, el día en el que el Parque de los Hermanos Castro se inundó de punk-rock. Desde primera hora de la tarde, muchos fanáticos del género se acercaron hasta el recinto para recoger las pulseras que les abrirían las puertas a tres intensos días de festival. La jornada de conciertos fue inaugurada por The Rotten Teens, quienes se encargaron de calentar los motores mientras el goteo de público comenzaba a llenar la nueva localización. Un cambio de escenario que, a los veteranos del festival no ha convencido del todo. Así lo contaban Amaia Zalama, Cristina García y Manuel Castaño, que todos los años vienen desde Vitoria con su grupo de amigos: «Tenemos las entradas compradas desde 2019, preferíamos la Laboral porque había camping cerca y el lugar era mucho más bonito». Una idea en la que coinciden Hector Mejía y Miguel Gutiérrez, de Madrid: «La Laboral era mejor poque había mucho más espacio, mejor acústica y el paisaje era más agradable». Sin embargo, a pesar del cambio de vistas, todos ellos esperan «pasarlo bien y disfrutar», y en el caso de Gutierrez «conocer gente, que me acabo de divorciar», añadía.
Miriam Iriazki, Kris Platas, Jose Morillo, Daniel Claudín y Leo Luna, preparados para darlo todo.
Para Kris Platas, Leo Luna, Jose Marillo, Daniel Claudín y Miriam Iriazki, del País Vasco, tampoco es su primer Tsunami, de ahí que no dudaran en venir preparados para la ocasión, aunque la nueva localización cogiera a alguno de ellos por sorpresa: «Vine en 2019 por primera vez y me fascinó La Laboral, es como entrar en Hogwarts. Este año vine por eso y resulta que ya no se hace ahí. El nuevo lugar no nos gusta mucho porque no hay sombra, llevamos una hora buscándola», contaba Kris Platas, refugiada junto a sus amigos en una esquina, junto a la zona para personas con movilidad reducida. «Aún así pretendemos disfrutar y darlo todo. Estoy deseando ver a Clutch». Y es que la ilusión y las ganas, a pesar del sol, nunca se pierden, sobre todo cuando uno es nuevo en el festival. Así fue para Daniel Antúnez, Sandra Icobalceta, Iker Coya, Aarón Suárez y Gerardo Rodríguez, quienes son «muy fans del género, míranos las pintas». También Yaiza Romero e Isaac Ordóñez aterrizaron en el Tsunami por primera vez junto a sus amigos Beatriz Pereira y Borja Rial, curtidos en el arte de bailar a ritmo del mejor punk. «Venimos desde Galicia y tenemos las expectativas muy altas, tienen muy buen cartel», contaban. Un cartel que ha tenido que sufrir la caída de grupos como SUM 41 y Los Nastys -última baja en esta edición-, así lo contaba el gijonés Raúl Alonso: «En el primer cartel estaba SUM 41, hace una semana se cayó también Frank Carter y antes anunciaron que Los Nastys tampoco actúan». Pese a las bajas, el calor y la falta de sombra, las ganas de pasarlo bien y darlo todo a ritmo de rock no faltan en el ambiente. Hoy las actuaciones de Pennywise, Desakato, Ska-P y Soziedad Alkoholika continuarán con una fiesta que no ha hecho más que empezar.
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