Es mejor no tomarse muy en serio a Pixies

  Black Francis considera que es mejor no tomarse muy en serio a Pixies La banda que admiraba Kurt Cobain publica un nuevo disco, “The Night the Zombies Came” y su líder dice que es vulgar “hablar sobre nosotros mismos, si somos importantes o lo que sea, solo porque sí” Por Maria Sherman Muertos vivos, restaurantes suburbanos con temática medieval, un centro comercial. Druidismo, pollos decapitados, renacimiento. Iglesia, matanza de ovejas, ciencia ficción. Estos son algunos, no todos, de los temas tratados en el décimo álbum de estudio de Pixies, The Night the Zombies Came. Una colección caleidoscópica de 13 canciones —su primer álbum con la nueva bajista Emma Richardson— que oscila entre el folk, el punk, la psicodelia y de vuelta, sin encajar nunca en una fórmula particular. En realidad, The Night the Zombies Came se desarrolla como una película: cada canción es una pequeña viñeta. El líder y artista visual Black Francis, nacido Charles Thompson, dice que eso se manifiesta espec...

La historia de V8, la banda que fue mala palabra

 En el aniversario de los 40 años del lanzamiento del álbum "Luchando por el metal", es importante recordar cómo se gestó el grupo clave para el género en Sudamérica: V8 y la fundación del heavy metal argentino. La historia detrás de la génesis de V8 es fascinante y muestra cómo esta banda pionera sentó las bases para toda una escena musical en Argentina y más allá. Desde sus primeros pasos en el barrio de Flores en Buenos Aires, hasta su legado musical, V8 es un referente indiscutido del heavy metal en Latinoamérica.


En agosto de 1980, Leopoldo Fortunato Galtieri fue entrevistado en ATC, el canal público que había inaugurado sus transmisiones a color unos meses antes. En la entrevista, el líder militar habló sobre la juventud y su estado de ánimo, utilizando respuestas ensayadas y gestos calculados. En un momento de la entrevista, Galtieri pasó un cenicero violeta tornasolado de una mano a otra mientras sostenía un cigarrillo con la otra. El plano se abrió para mostrar la mesa y la decoración de la habitación, en tonos marrones y verde militar. Galtieri habló sobre la preocupación por el mundo y su optimismo de que los jóvenes elegirían la libertad. Este evento fue un hito en la historia argentina y fue recordado por su estilo particular y el contexto político en el que se dio la entrevista.


Es agosto de 1980 y Ricardo Iorio, con su bajo Faim blanco regalado por sus padres, lidera por primera vez en vivo el trío V8 en el Club Sahores de Villa del Parque. La amplificación es "miserable" y la poca audiencia presente no comprende la música del grupo. Junto a Ricardo "Chofa" Moreno en la guitarra y Gerardo Osemberg en la batería, Iorio toca heavy metal, un género que todavía no se conocía en Argentina. La historia del heavy metal en Argentina comienza con la amistad entre Iorio y Moreno, forjada en una noche de invierno de 1978 mientras veían la película-concierto de Led Zeppelin, The Song Remains the Same. A pesar de que en la época predominaban los taquilleros ABBA y Rod Stewart, para ellos era otra forma de percibir a sus nuevos ídolos. En la Argentina, la etiqueta para este género era "rock pesado". En la década de 1980, la música del país estaba dominada por las mismas bandas de siempre, como Serú Girán y Spinetta Jade, mientras que V8 tocaba en salones menos conocidos y más marginales.

En 1980, Argentina estaba sumida en una situación de confusión general en lo social, económico y político. Había una transición a un futuro incierto. El Banco de Intercambio Regional se declaró en quiebra, dejando a más de 100.000 ahorristas afectados y poniendo fin al período conocido como "Plata dulce". La cúpula militar buscó ayuda financiera en frentes bien distintos, desde Martínez de Hoz en Estados Unidos, hasta el empresario David Rockefeller en Europa, mientras que Jorge Rafael Videla visitaba la República Popular China, en el extremo ideológico opuesto. En medio del caos, la inflación se disparaba, superando el 100% anual, lo que afectaba el poder adquisitivo de la clase trabajadora mes a mes. Iorio, quien ayudaba a su padre a vender verduras en el camión Bedford en el partido de 3 de Febrero y sus alrededores, veía cómo la crisis económica llevaba el precio del kilo de tomates a 1.890 pesos ley. En octubre de ese año, Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz y la Junta Militar anunció el cambio de mando para el siguiente marzo.

La banda de heavy metal argentina V8 surgió en los años 80 en un contexto político y social de represión militar y violencia. Su estética militar y su actitud antimilitarista a la vez fue una forma de expresar la bronca y el rechazo hacia el régimen opresivo de la época. En 1982, en plena guerra de las Malvinas, la banda consolidó su formación clásica con la incorporación de Gustavo Rowek y Alberto Zamarbide, quienes se habían relacionado con el líder de V8, Ricardo Iorio, durante la organización de un evento que promocionaba como el último show de la banda. A pesar de que el evento atrajo a menos de 100 personas, fue fundacional para el heavy metal argentino y marcó el inicio de una carrera exitosa para V8. La relación de Zamarbide con el líder de otra banda, WC, precipitó su salida y su incorporación a V8 como vocalista, lo que consolidó aún más la formación clásica del grupo. La estética y la actitud de V8 reflejaban la dramatización y teatralidad de la aberración y el espanto, lo que socavó el fascismo desde adentro.

Para V8, el BA Rock no fue más que una confirmación del estado actual del rock argentino. Los grupos principales promovían el pacifismo hippie, apenas unos meses después de la guerra de Malvinas, y aceptaban la dictadura militar como el orden actual. "A solo 200 metros estaban matando a gente, y ellos estaban todo el tiempo hablando de 'Amor y Paz'", dice Rowek. "Nuestro mensaje era 'Ni mansos ni tranquilos'; por estar del lado de la gente de 'Amor y Paz', nos echaron a todos. Nosotros los veíamos como diferentes a ellos, y ellos nos veían como diferentes a nosotros". Fueron tan diferentes que cuando se organizó una fiesta en el Hotel Alvear para todos los artistas del festival, los únicos que terminaron detenidos fueron los miembros de V8 y el baterista Fito Mesina cuando la policía intervino. "Teníamos las invitaciones en la mano y aún así nos llevaron", cuenta Zamarbide. "A Mesina lo detuvieron porque pensaron que era nuestro manager (risas). Stefanolo, quien ya era conocido como el abogado del rock, tuvo que presentar un habeas corpus en la comisaría para sacarnos".

Antes de su presentación en el BA Rock, el 6 de noviembre de 1982, un excombatiente de Malvinas llamado Rodolfo se acercó a Iorio y Zamarbide. "Me dio una de esas medallas de aluminio que se les daban a los familiares si morías en la guerra, me la puso en el pecho y nos mandó al escenario", recuerda Zamarbide. Rodolfo les contó sobre los abusos y aberraciones sufridas en las islas, lo que alimentó la bronca contenida de V8. Comenzaron su presentación con "Destrucción", un tema compuesto por Rowek inspirado en "Run For Your Life" de Riot, que se convirtió en el himno del heavy metal argentino. El riff del tema fue creado por Civile, y en él, según Zamarbide, Civile estaba haciendo thrash metal antes de que existiera. Ya para la grabación de Luchando por el metal (1983), Civile perfeccionaría la técnica en el tema "Torturador". Civile logró dar con ese sonido que tanto buscaban después de haberle sacado una muela en el dentista que estaba al lado del estudio. Iorio estaba seguro de que no quería un sonido de hard rock, pero no sabía cómo explicar lo que quería. "Civile reapareció de las cenizas, deconstruido, encarnado en un águila metálica", sentencia Zamarbide. Los versos iniciales del tema dicen: "Ya se murió el molar / sucumbe tu voluntad".


En 1982, antes de subir al escenario del BA Rock el 6 de noviembre, Rodolfo, un excombatiente de Malvinas, se acercó a Iorio y Zamarbide. Les dio una de las medallas de aluminio que se otorgaban a los familiares de los soldados fallecidos en la guerra y la puso en el pecho de Zamarbide. Luego les contó sobre los abusos y aberraciones sufridos en las islas, lo que alimentó la bronca contenida de V8. Comenzaron su presentación con "Destrucción", un tema compuesto por Rowek inspirado en "Run For Your Life" de Riot, que se convertiría en el himno del heavy metal argentino desde ese día. Civile creó el riff del tema y en la grabación de "Luchando por el metal" (1983), perfeccionó la técnica en "Torturador". Durante su presentación en el BA Rock, el sonido fue desastroso, Civile rompió una guitarra contra el piso y hubo silbidos y naranjazos desde el público. Zamarbide los insultó, apareció Pappo, Iorio presentó "Parcas sangrientas" y remató con la famosa frase: "Y los hippies que se mueran". Todo en poco más de 20 minutos de show. V8 encontraba su lugar en el margen, en un ida y vuelta de desprecio, rechazo y violencia. "No hubo eventos que nos hayan marcado más que Malvinas y el BA Rock", dice Rowek. El grupo fue una catarsis contra la masa que era llevada de las narices, sin timón, de una plaza de protesta a una plaza de "Vámonos todos a Malvinas".


El concierto de V8 estaba destinado a formar parte del documental de BA Rock, pero las imágenes desaparecieron después de que la producción decidió reutilizar las cintas para grabar otra cosa. Bajo la presión de Mundy, quien amenazó con negarles el permiso para el espectáculo de Riff, se utilizaron fotos de la revista Pelo como diapositivas. El material que Pedro Leontjew, el manager y una de las personas más importantes en los primeros años del grupo, grabó desde el público es actualmente el único material audiovisual en vivo conocido de V8 antes de la grabación de Luchando por el metal.


En 1983, V8 se consolidó como referente de la escena del heavy metal argentino, aunque no alcanzó la misma masividad que otros grupos. El lanzamiento de su álbum "Luchando por el metal" y su participación como teloneros de Barón Rojo en Obras Sanitarias, seguida de otro show en un cine de Valentín Alsina con tiroteos incluidos, fueron algunos de los hitos clave en el camino del grupo. A pesar de las diferencias en sonido y alcance, V8 y Riff representaban una estética emergente y mantenían una buena relación, como se evidencia en la participación de Pappo como invitado en "Hiena de metal".


Sin embargo, la profesionalización del grupo trajo crecimiento pero también resquebrajamiento interno, como suele suceder en muchas bandas. En palabras de Rowek, "cuando no tenés nada, cuando no sos nadie, ese es el momento más feliz de una banda".


V8 es el sonido de los marginados, de lo imperfecto, lo negado y lo oculto. Son anti-héroes de la clase obrera, buscando un arte infernal. Son hombres suburbanos, sucios y desprolijos, decididos a no callar ni esconderse. Representan todo lo que se alejaba del ser "correcto" y "humano" que proclamaba la dictadura militar y se apropiaba de las calles. Como dice Zamarbide, "nosotros éramos eso, nosotros éramos la calle".

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