Fernando Ruiz Díaz: música como terapia luego del ACV

Fernando Ruiz Díaz, líder creativo de Catupecu Machu, compartió recientemente detalles sobre su recuperación tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) el 15 de febrero de 2024. Con valentía, reconoció que el proceso de recuperación fue una verdadera montaña rusa emocional, pero subrayó que la música fue su mejor medicina: “hacer música fue mi mejor terapia”, declaró en la entrevista La música como clave de sanación Más allá de los tratamientos médicos formales, Fernando apostó por el arte como herramienta curativa. Señaló que componer, tocar y crear música no solo le devolvió fuerza física, sino que también le ofreció estabilidad emocional durante los momentos más difíciles. La música, explicó, le permitió reconectarse consigo mismo y enfrentar las fluctuaciones internas tras el ACV . Emoción en subebaja constante Durante su recuperación, el músico describió su estado anímico como una montaña rusa emocional . Admitió que, incluso en medio de la calma, aparecían olas de incertidum...

Colage de sabores, paisaje, colores y rock

 

La banda de Haedo plasma un diario íntimo de viaje en su segundo disco, Para viajar. Hay temas que nacieron en la Puna, en Italia y hasta en Cabo Polonio. Además, a diferencia del primer álbum, las raíces del folk y los sonidos latinoamericanos se permitieron un juego mucho más rockero. El viajar es un placer que no suele suceder + Viajar te abre la cabeza. En esa ecuación mezcla de Pipo Pescador y la típica frase para explicar los por qué de ciertos cambios parece encuadrarse "Para viajar", el segundo disco de La Zurda. Porque la banda de Haedo, con claro ADN de sonidos multiculturales, plasmó en 12 temas una convergencia de acordes rockeros, paisajes, colores, sabores, anécdotas, nostalgias y alegrías surgidas durante los viajes a la Puna jujeña, las giras por Italia y el descanso en Cabo Polonio. Una especie de diario íntimo hecho canción. "Todo eso, además de la injerencia de la dupla de productores (Alfredo) Toht y (Pablo) Guyot, que son del palo del rock, confluyó en la misma olla, aunque sin dejar de lado el folk de nuestras raíces", explican Emmanuel Yazurlo y Juan Manuel Bruno. Mientras por Boedo, y el pasaje San Ignacio, un muchacho con la remera de San Lorenzo puesta sobre una remera de manga larga es la foto que describe cómo la espuma del carnaval azulgrana sigue sin evaporarse, Yazurlo y Bruno cuentan que "en julio arrancamos para Italia otra vez". Así como alguna vez Zeta Bosio dijo que tocó quince años con Soda pero nunca vio un show, con La Zurda es posible sentirse un napolitano más sin necesidad de haber pisado Nápoles: basta con cerrar los ojos y absorber Me piacce tanto y su tarantela. "Cada lugar nos remonta a una anécdota o un sentimiento. Este disco es como algo sagrado para nosotros, tiene cada momento de cada lugar. Para viajar, que le da nombre al disco, lo hice con mi guitarrita en Cabo Polonio", cuenta Emanuel, al tiempo que aseguran que conocen la bota de norte a sur. Cuando Ciudad.com les asegura que este álbum es muy diferente al primero ("La Zurda") y que nadie podría sorprenderse si fuera Intoxicados o La Bersuit quienes cantaran Que nos alcance, sonríen. "Madurar te hace ir cambiando los sonidos", sostienen... y viajar te abre la cabeza. ¿O no?

Comentarios