Ozzy Osbourne muere a los 76 años: se apagó el Principe de las Tinieblas

Ozzy Osbourne, el icónico vocalista de Black Sabbath y figura cumbre del heavy metal, falleció este martes 22 de julio de 2025 a los 76 años, rodeado por su familia, confirmaron sus seres queridos . Su despedida ocurre apenas semanas después de haber encabezado el emotivo concierto “Back to the Beginning” con la formación original de Black Sabbath en Birmingham, el pasado 5 de julio    De aspirante a leyenda del metal Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, Ozzy se unió a Black Sabbath en 1968, aportando su inconfundible voz gutural a himnos como Paranoid, Iron Man y War Pigs —temas que no solo definieron la banda, sino que cimentaron el género del heavy metal. Tras su salida de la banda en 1979, cortes como Crazy Train y Mama, I’m Coming Home lo consagraron como solista y empresario musical con el festival Ozzfest. Un adiós rockero y lleno de dignidad Años de lucha contra enfermedades como Parkinson (diagnosticado en 2020) y severos problemas de salud no logr...

"Me habría gustado que me den la razón de joven"



El cantante de la banda de rock que se adelantó una década y cuyas canciones se convirtieron en remeras y bombachas de colegialas, confiesa que le habría gustado ser "la nueva gran cosa nueva" a los 22 años.

http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/09/22/3-01275777.htm
Txt. Karina Noriega


Llámenlos cabrones, insolentes, libertinos. Con romanticismo, contradicciones y ardides, desde adentro de la industria hicieron que sus deseos fueran mantenidos por los bolsillos de los que no los entendían ("payasos con baldes de papel picado"). Y con su primer opus, Pasto (1992), cuando eran adolescentes, soñaban con conquistar el centimil imprimiendo su nombre en letras de molde. Pero no. "La sociedad era muy conservadora por ese entonces", aduce Adrián Dargelos, el cantante de Babasónicos (toca el sábado 30/9 en el Pepsi Music), que a los 13 cambió mecánica y juguetes por discos, y que ahora, cada año, le entrega a su madre la carta de invitación para la tapa de Los Personajes del Año de Gente: "Tomá, conformate". Quince años después del rebelde hit D-Generación, el sexteto bonaerense se adueña con arrogancia de las luces del centro y su perversión saborea al ama de casa que repite como un mantra una idea ajena como si fuera propia. "El que hace una canción pretende que todos lo amen", dice Dargelos, el autor que quiere borrar sus huellas hasta que sus versos "se confundan con los dichos populares". Es el mismo que se interna en la noche negra para componer y combatir sus inseguridades, y en nombre de la banda, revela cierta angustia por no haber sido reconocidos a tiempo.


-¿Te atormentaba la idea de que podías terminar como un chico del suburbio, con cualquier profesión? ¿Tu historia es una lucha contra lo que no querías ser?


-Siempre. Si no, no habría hecho música. Creo que es rebelarse a partir de una herencia social, familiar, de ser útil en una sociedad, de trabajar de algo que le provoque orgullo a los pa-dres. Quizás hice todo para producirles vergüenza.


-Pero no lo conseguiste porque deben estar orgullosos.


-Lo conseguí, al principio lo conseguí. Creéme.


-¿Eras un chico apático?


-No, era simpático. Después me hice más apático. Me di cuenta de que no me gustaba ser simpático. Yo era muy callejero, entonces no consumía las as-piraciones de la familia. Estaba bueno, estaba en la búsqueda del significado de las cosas, que no estaban dentro del pequeño mundo de mi familia. En-tonces tenía que salir a buscar.


-Si Babasónicos fuera un medicamento que se le puede aplicar a la sociedad, ¿qué males curaría y qué efectos tendría?


-Yo siempre creí que el rock era un placebo para la juventud. Le dan algo para que se entretenga y crea que tiene cierto margen de rebeldía. Pero me gustaría que la gente se olvide de ciertos patrones culturales, que pueda improvisar o develar cambios no predestinados. Que introduzca cierto caos en el contexto de realidad.


-¿Tus canciones serían como las rocas disfrazadas de bola de nieve que lanza el personaje Dargelos en el libro "Los niños terribles"?


-Lo de Cocteau no me lo imaginaba pero debe estar dentro de mi definición.. Si soy Dargelos, debo hacer esas cosas. Pensá que es un libro que leí como a los 15 años. Igual sé de qué hablamos, porque al final le vuelve a dar una bola de opio y lo mata.


-¿Por qué considerás que pegó tanto "Infame" y el éxito no se dio con aquel "Pasto", que también fue un disco muy directo?


-Y... no lo sé. Probablemente sea una sociedad un poco conservadora que te obligue a tener 15 años de trayectoria. A mí me habría gustado tener razón de joven, pero me equivocaba en todo. ¿Qué me importaba tener razón para mí mismo? Sí, me habría gustado que suceda en Pasto. Igual, para la escala de lo que yo suponía que era el éxito, eso era el éxito: poder sacar otro disco.


-¿Ustedes siempre desearon ser populares?


-El que dice que no, que no haga canciones. No todas las canciones dicen la
verdad normalmente, como ésa que dice "tan freak y tan popular" (Camarín). Tiene que ver con cierta sorna que le hago a la prensa por no entender un fenómeno tan frágil como el de los compositores jóvenes exponiendo una idea. No deberían criticar desde un lado lógico y ser genuflexos con el poder.


-¿A qué te referís con "genuflexos con el poder"?


-Y... decir que lo muy popular está bien pero no lo que tiene calidad, dignidad. Teníamos una idea bastante autónoma y que sobrevivía con una legión muy fuerte de fans. Si bien no era un negocio para la prensa, éramos un negocio para nosotros mismos. Y eso era loable.


-Si no entienden el rock por fuera de las multinacionales, entonces una banda sin contrato no sería rock. ¿Cómo es eso?


-A mí me parece bueno que te financie una empresa que no sabe si comulga o no con lo que hacés. Está bueno que a mediados de los 90 las discográficas estaban manejadas por personas de 65 años y contrataban a Babasónicos, y no sabían ni siquiera qué decíamos. Es más complejo decir lo que a uno le parece mientras otro está pagando.


-En "Soy rock" estaban en contra de la estatización del rock y se ne-garon a tocar para el Gobierno de la Ciudad en la era Lopérfido. Ahora participan del disco auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación por los 40 años del rock. ¿Có-mo aceptaron si la idea es no colaborar con el sistema?


-Lo del disco (Escúchame entre el ruido) lo tomé como una ayuda para el Garrahan. A mí me llamó Lito Vitale hace mucho tiempo, me propuso grabar la canción de León Gieco (Pensar en nada) y me aclaró que era para el Garrahan, no que era para los 40 años del rock. Me di cuenta de eso después de grabarlo. Aceptamos porque era un disco a beneficio, así como otras veces colaboré con los indios wichis o los zapatistas. Debería sorprender si toco en la Casa Rosada.

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