El Mosca de 2 Minutos hizo pis en la cabina del avión frente a todos los pasajeros?

La histórica banda de punk rock 2 Minutos, estuvo de gira el fin de semana pasado en Centroamérica, donde no faltaron los escándalos, con su cantante deportado en Costa Rica y un show con entradas agotadas cancelado sin aviso previo en El Salvador. https://www.quepasasalta.com.ar/cultura/deportaron-cantante-dos-minutos/ "Tenemos que contarles que debido a malos tratos y mala atención de la línea aérea Avianca @avianca El Mosca no pudo ingresar al país por consecuente decisión de las autoridades migratorias", explicó el grupo en un comunicado publicado en redes sociales. En el mismo texto, afirmaron que "la línea aérea inventó situaciones que nunca existieron", en referencia al episodio que habría originado la deportación de su líder, Walter "Mosca" Velázquez, aunque no se expresaron sobre la suspensión de su siguiente compromiso, que hasta ese momento, seguía en pie. Sin embargo, desde la productora salvadoreña que los contrató, replicaron otra versión: &q

M.A.N.D.Y.



El dúo de berlineses dueños del sello get physical no se casa con ningún ritmo: remixan a The Knife o a los Scissor Sisters y debutan en la versión porteña de Creamfields.



http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/11/10/3-00801.htm
Txt. Mariano Del Aguila.


El nombre de sus abuelitas. El de una chica que les rompió el corazón. Siglas secretas. Como sea, detrás de las iniciales de M.A.N.D.Y. están los alemanes Phillip Jung y Patrick Bodmer, dos de los artistas que debutan mañana en la edición porteña del megafestival Creamfields, en la Costanera Sur (a medianoche, en la Arena 2). Estos berlineses, dueños del sello Get Physical, llevaron adelante las fiestas más glamorosas de Frankfurt (en el club Monza) y recorren Europa con un abanico muy amplio de discos. En el último año, remixaron a Fischerspooner, a Royskopp, a los suecos de The Knife y a Scissor Sisters. Su única consigna: que bailar sea intenso y divertido. En tiempos de rebotín rebotán, le preguntamos a Bodmer qué quedó del ritual del baile.

—¿No te parece que en estos días la gente ya no está bailando? Al menos no en un sentido clásico sino más bien cabeceando o saltando...

—Es cierto: es muy distinto de la atmósfera que había hace unos años. Hoy están los bailarines minimalistas, que apenas se mueven, y los que saltan. Aunque supongo que mover la cabeza es más divertido que estar quieto... No es bueno ni malo. Son formas de expresarse. Podríamos hablar horas, pero creo que lo que cambió es que el baile es menos sexy.

—-Cierto, con mil personas alrededor es difícil bailar, en un sentido sexy...

—¿Te digo más? Me doy cuenta, como alguien que toca música, que me gustan ambos estilos. Algunos Djs dicen: "Okey, estoy acá, la gente espera la gran explosión, pero yo lo mantengo tranquilo". Pero se trata de sacudir el cuerpo y sonreír y mirar a los amigos, comunicarse en la pista de baile. La gente que va al club sin sonreír, a olvidarse de todo... debería quedarse en su casa.

—¿Hay un DJ que te hace bailar?

—Mirá, yo no puedo bailar, ¡soy realmente alemán! De alguna manera, tiene que sorprenderme y ser muy divertido. En Ibiza, todos iban a bailar techno, pero con mis amigos preferimos un bar de salsa para 60 personas.

Electro house, Miami Bassline, minimal, una alta dosis de funk y también música disco. En los sets de M.A.N.D.Y. hay toda clase de sorpresas. ¡Hasta Cat Stevens! "No lo tomábamos en serio, pero después hallamos un track que nunca habíamos oído (Was Dog A Doughnut). La esencia de esa pista, de 1970, es tan de vanguardia. Increíble".

—La última, ¿qué preferís para tocar en un festival: la medianoche, la madrugada o cuando llega el amanecer?

—Cada momento tiene su magia. Nos gusta que la fiesta ya esté armada y que la gente haya encontrado su lugar, que haya llegado al punto de dejar de pensar "adónde voy, ¿dónde está mi cerveza, dónde está mi novia?".

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