Bergoglio, un claro opositor al matrimonio igualitario y el aborto no punible

El flamante papa fue muy crítico cuando se trataba en el Congreso el proyecto que permitiría el matrimonio igualitario. En 2012, cuando el Congreso se encontraba debatiendo la ley que permitiría el matrimonio igualitario, Bergoglio dio a conocer una carta de repudio dirigida a los cuatro monasterios de Buenos Aires. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios” , expresó en esa ocasión. Posteriormente, en el mismo texto, agregaba: “No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida” del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”. Asimismo, el cardenal entonces cardenal agregó: “aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra”. En cuanto al aborto no punible, en septiembre de 2012 Belg...

M.A.N.D.Y.



El dúo de berlineses dueños del sello get physical no se casa con ningún ritmo: remixan a The Knife o a los Scissor Sisters y debutan en la versión porteña de Creamfields.



http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/11/10/3-00801.htm
Txt. Mariano Del Aguila.


El nombre de sus abuelitas. El de una chica que les rompió el corazón. Siglas secretas. Como sea, detrás de las iniciales de M.A.N.D.Y. están los alemanes Phillip Jung y Patrick Bodmer, dos de los artistas que debutan mañana en la edición porteña del megafestival Creamfields, en la Costanera Sur (a medianoche, en la Arena 2). Estos berlineses, dueños del sello Get Physical, llevaron adelante las fiestas más glamorosas de Frankfurt (en el club Monza) y recorren Europa con un abanico muy amplio de discos. En el último año, remixaron a Fischerspooner, a Royskopp, a los suecos de The Knife y a Scissor Sisters. Su única consigna: que bailar sea intenso y divertido. En tiempos de rebotín rebotán, le preguntamos a Bodmer qué quedó del ritual del baile.

—¿No te parece que en estos días la gente ya no está bailando? Al menos no en un sentido clásico sino más bien cabeceando o saltando...

—Es cierto: es muy distinto de la atmósfera que había hace unos años. Hoy están los bailarines minimalistas, que apenas se mueven, y los que saltan. Aunque supongo que mover la cabeza es más divertido que estar quieto... No es bueno ni malo. Son formas de expresarse. Podríamos hablar horas, pero creo que lo que cambió es que el baile es menos sexy.

—-Cierto, con mil personas alrededor es difícil bailar, en un sentido sexy...

—¿Te digo más? Me doy cuenta, como alguien que toca música, que me gustan ambos estilos. Algunos Djs dicen: "Okey, estoy acá, la gente espera la gran explosión, pero yo lo mantengo tranquilo". Pero se trata de sacudir el cuerpo y sonreír y mirar a los amigos, comunicarse en la pista de baile. La gente que va al club sin sonreír, a olvidarse de todo... debería quedarse en su casa.

—¿Hay un DJ que te hace bailar?

—Mirá, yo no puedo bailar, ¡soy realmente alemán! De alguna manera, tiene que sorprenderme y ser muy divertido. En Ibiza, todos iban a bailar techno, pero con mis amigos preferimos un bar de salsa para 60 personas.

Electro house, Miami Bassline, minimal, una alta dosis de funk y también música disco. En los sets de M.A.N.D.Y. hay toda clase de sorpresas. ¡Hasta Cat Stevens! "No lo tomábamos en serio, pero después hallamos un track que nunca habíamos oído (Was Dog A Doughnut). La esencia de esa pista, de 1970, es tan de vanguardia. Increíble".

—La última, ¿qué preferís para tocar en un festival: la medianoche, la madrugada o cuando llega el amanecer?

—Cada momento tiene su magia. Nos gusta que la fiesta ya esté armada y que la gente haya encontrado su lugar, que haya llegado al punto de dejar de pensar "adónde voy, ¿dónde está mi cerveza, dónde está mi novia?".

Comentarios