Fernando Ruiz Díaz: música como terapia luego del ACV

Fernando Ruiz Díaz, líder creativo de Catupecu Machu, compartió recientemente detalles sobre su recuperación tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) el 15 de febrero de 2024. Con valentía, reconoció que el proceso de recuperación fue una verdadera montaña rusa emocional, pero subrayó que la música fue su mejor medicina: “hacer música fue mi mejor terapia”, declaró en la entrevista La música como clave de sanación Más allá de los tratamientos médicos formales, Fernando apostó por el arte como herramienta curativa. Señaló que componer, tocar y crear música no solo le devolvió fuerza física, sino que también le ofreció estabilidad emocional durante los momentos más difíciles. La música, explicó, le permitió reconectarse consigo mismo y enfrentar las fluctuaciones internas tras el ACV . Emoción en subebaja constante Durante su recuperación, el músico describió su estado anímico como una montaña rusa emocional . Admitió que, incluso en medio de la calma, aparecían olas de incertidum...

Fina estampa

Por Javier Aguirre

La idea de pasarle la lengua por la espalda (o por la nuca) a una finada leyenda del rock puede resultar desde incómoda hasta afrodisíaca. Pues bien: quien en los próximos días esquive la hegemonía del e-mail y envíe una carta por la vía postal tradicional, tal vez se encuentre viviendo una experiencia así, ya que la semana pasada se supo que el Correo Argentino —junto a la Secretaría de Cultura de la Nación— lanzará una serie de estampillas que tributará a cuatro glorias del rock patrio: Luca Prodan, Pappo, Tanguito y Miguel Abuelo. El lanzamiento forma parte de la serie de homenajes oficiales por los 40 años del rock argentino, que también incluyó al disco de versiones Escúchame entre el ruido. Y se constituye, justamente, en la versión argentina de un fenómeno (el del tributo a músicos de rock, filatelia mediante) que en otros países ya se había producido, con sellos postales dedicados a Elvis Presley, los Beatles, los Rolling Stones, Buddy Holly, Bill Halley, Elton John, U2 y tantas otras glorias del rock y del pop-rock.

Sin embargo, los incuestionables méritos de los cuatro iconos argentinos fallecidos que recuerda la serie invitan a cuestionar las razones de la ausencia de Federico Moura (y, a riesgo de incurrir en un exceso de corrección punkística, preguntar también por la exclusión de Ricky Espinosa, de Flema) quienes fueron excluidos por motivos estrictamente industriales: las estampillas se hacen de a cuatro, o sus múltiplos. De todos modos, el NO cumple con su deber periodístico y advierte que lo merecido y lo grato de un homenaje de esta naturaleza no oculta que poner la cara en una estampilla puede ser un arma de doble filo: ¿Qué sentirá quien reciba una citación policial... con sello postal de Tanguito? ¿O una intimación a pagar de Telefónica, Metrogas o Edesur... con la media sonrisa de Luca? ¿O la notificación de un embargo judicial... con la mirada torva de Pappo? ¿O una convocatoria a ser presidente de mesa en las elecciones... con el rostro y los rulos de Miguel Abuelo?

Igual, en nombre del rock, gracias, che.

Comentarios