CARCA: 5 MINUTOS MUERTO, CORAZÓN NUEVO Y SHOW EN LA TRASTIENDA!

Si hay un tipo que puede decir “estuve muerto y volví para dar un recital”, ese es Carca. El multiinstrumentista que lleva 35 años haciendo ruido en el under argentino, el mismo que teloneó a Soda Stereo en Obras y que desde 2008 le pone teclados y guitarras al delirio Babasónicos, hoy celebra la vida a puro decibelio. Cronología rápida del milagro: Agosto 2023: ingresa al ICBA con Marfan avanzado y el corazón en las últimas. 10 días antes de Navidad: para 5 minutos. Lo reviven. Sube al puesto 1 de la lista de trasplante. 11 de diciembre: le ponen un corazón nuevo. 10 meses internado: graba Exultante, su disco 100% hospitalario con tablet, guitarra y susurros a las 2 AM. Octubre 2025: sale el álbum. HOY, 6/11, 21 hs: La Trastienda. Su primer show SOLISTA en DOS AÑOS. “Quiero celebrar que estoy vivo, no presentar un disco que ya todos escucharon”, tira Carca en el living de Belgrano, todavía con la cicatriz fresca pero la púa en la mano.  Exultante en 3 frases: Rock setentoso + funk...

JARVIS COCKER


DESPUES DE SACARLE LA PULPA A LA SOCIEDAD INGLESA, SE MUDO A PARIS PARA VIVIR COMO LA GENTE COMUN, DISFRUTAR DE SU PEQUEÑO HIJO... Y ESCUCHAR CANCIONES DE DISNEY. Txt. Lynn Barber.The Observer/ Especial para Clarín. La vida en París y el casamiento con una francesa diseñadora de modas podrían haber cambiado a Jarvis Cocker: podría haberse vuelto más chic, pero no es así. Mientras caminamos hacia su departamento se excusa porque estaba "un poco desordenado". ¿Un poco? El hall, el pasillo y el living estaban cubiertos por montañas de bolsas, valijas y perchas llenas de ropa de su esposa, Camille. En el microcosmos doméstico, un niño de 11 años mira la tele (es el hijo de Camille; Albert, el hijo de ambos, de 4 años, está en la escuela). Jarvis le prepara al chico unos deditos de pescado: "Aquí les llaman batons de poisson", aclara, y me invita a admirar la heladera color pistacho, que fue el único regalo bueno que le hizo la discográfica Island Records: "Siempre te regalan algún estúpido cuadro de un tulipán, así que un año les dije: Si quieren regalarme algo, regálenme una heladera'". 

 

 ¿"Batons de poisson"? Hace cuatro años que el ex cantante de Pulp vive en París, pero no existe el menor peligro de que llegue a hablar en buen francés. "En casa se habla inglés. Compro The Guardian acá, y leo más los diarios ahora que cuando vivía en Inglaterra". Aun así, para alguien tan sensible al idioma como Jarvis, es una pérdida vivir afuera de Inglaterra: su "dry humor" nunca funcionaría en francés. "Los franceses no tienen ni una pizca de sentido del humor. Nunca sería capaz de tener una conversación agradable y divertida con ellos". Entonces, ¿por qué está en París? La mudanza le permitió huir de la fama. Esta es una paradoja terrible en su vida: soñó con ella desde que era un niño ("es la manera clásica de superar tu ineptitud para la vida social: creés que si sos una estrella la gente se acercará a conversar con vos"). Pero después de Common People, en 1995, no le gustó que lo reconocieran en la calle ("quería ser el observador, y no el observado") y sólo podía superar su incomodidad emborrachándose. En París, nadie lo reconoce. "Si me parara en la puerta del Virgin, tal vez alguien que pasara por allí se volvería y diría: ¡Mirá, es Jarvis!'. Si algún día estuviera desesperado, podría hacerlo. Pero sería un poco triste, ¿no creés?". Después de lanzar su primer álbum solista (Jarvis), una gira lo devolvió a Inglaterra, para curar un festival donde programó... una noche de canciones de Walt Disney. Ahí cantó I Wanna Be Like You de la película El Libro de la Selva, porque desde que nació su hijo estuvo mirando mucho Disney. "Lo que pasa con las canciones de Disney es que son muy sentimentales, hasta manipuladoras, pero atrapan al oyente, tienen esa especie de melancolía que gusta. Y esa clase de música ya no existe".

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