Fernando Ruiz Díaz, líder creativo de Catupecu Machu, compartió recientemente detalles sobre su recuperación tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) el 15 de febrero de 2024. Con valentía, reconoció que el proceso de recuperación fue una verdadera montaña rusa emocional, pero subrayó que la música fue su mejor medicina: “hacer música fue mi mejor terapia”, declaró en la entrevista La música como clave de sanación Más allá de los tratamientos médicos formales, Fernando apostó por el arte como herramienta curativa. Señaló que componer, tocar y crear música no solo le devolvió fuerza física, sino que también le ofreció estabilidad emocional durante los momentos más difíciles. La música, explicó, le permitió reconectarse consigo mismo y enfrentar las fluctuaciones internas tras el ACV . Emoción en subebaja constante Durante su recuperación, el músico describió su estado anímico como una montaña rusa emocional . Admitió que, incluso en medio de la calma, aparecían olas de incertidum...
Camilo Carbajal /// Vas a ver que el folclore tiene onda
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El hijo del Cuti Carbajal habla de semilla, la apuesta de ritmos telúricos + rock que pretende tomar el guante de lo que alguna vez hicieron Arco Iris y Divididos.
El tipo con la cabeza embutida en un gorro juega en primera, aunque sea de la "B". "Nací en Barcelona, viví en Buenos Aires y Berlín. Mi familia paterna es de La Banda. Soy de Boca y toco el bombo: ahora vivo en Barracas con Bárbara". Decodifiquemos. Camilo Carbajal es el hijo de Cuti Carbajal, eminencia folclórica. Nació durante una gira de la familia Carbajal por Europa y durante su adolescencia vivió en Alemania. Su memoria no registra cuándo fue la primera vez que agarró el bombo legüero. "Es mi realidad. Nací ahí adentro de la dinastía Carbajal y tocar es parte de mi vida. De chiquito agarré el bombo y acompañaba a quien sea. Ni siquiera tenía que buscar gente: estaban en casa".
El hoy de Camilo es tocar bombo y batería en Semilla, el quinteto donde cantan y tocan la guitarra su pareja Bárbara Palacios y Gabriel Roca, más el tecladista Leandro Bulacio (hijo de un Tucu Tucu) y el guitarrista Juan Caballero. El proyecto tendrá por estos días salida por Universal y está apadrinado y producido por Gustavo Santaolalla + Pablo Romero (Arbol) y Edu Schmidt (ex Arbol), a quienes supo acompañar alguna vez en un show en Cemento.
-En el disco está la fusión de folclore y rock. ¿Cómo entró el rock a tu vida?
-Viviendo en Berlín me empecé a copar con el metal. Fui a ver a Guns n' Roses, con Soundgarden y Faith No More de soportes, y me partieron la cabeza. Después empecé a seguir a Tool y a Meshuggah, que son mis dos bandas de cabecera. Los escucho y estoy metiéndoles una chacarera en el medio. Su soltura y libertad me influencian: para mí lo de ellos es folclore.
El debut de Semilla viene con un cover en castellano de los Stones (Paint It Black) hecho gato (el ritmo, no el felino) y con una adaptación más optimista de la letra. Lógicamente, no se puede pensar en Semilla sin pensar en Arco Iris o los Divididos de La era de la boludez. "Ese disco me lo mandó mi viejo cuando estaba en Alemania y me voló la cabeza. Lo primero que sentí cuando lo escuché fue: ¡Por fin!'".
-¿Se corrieron los límites del folclore?
-Lo que hacen Raly Barrionuevo, Luciano Pereyra y la Sole puede abrir puertas y demás, pero no es el que a mí me gusta.
-¿Y qué dicen los Carbajal de Semilla?
-Peteco y Roxana vienen a vernos y se copan. Mi viejo me dice: "Es lo de ustedes. No se preocupen por la marca folclore. Es folclore a su manera". Groso.
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