Si Black Flag existe, es gracias a Greg Ginn, el cerebro detrás de la banda.

Música

Los álbumes sagrados

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Si Black Flag existe, es gracias a Greg Ginn, el cerebro detrás de la banda. Este guitarrista, que tiene su propia empresa de electrónica llamada Solid State Tuners (un activo por cierto, como veremos más adelante), con la ayuda del cantante Keith Morris, quería fundar un grupo cuyas influencias fueran The Stooges, The Ramones y los Sex Pistols. 

 

Así nació Panic en 1976 en California. Reclutan al bajista Gary Arthur McDaniel (que usa el nombre de artista Chuck Dukowski), quien también será el gerente del grupo, así como al baterista Bryan Migdol.

Pero como ya existía una formación llamada Panic, el grupo finalmente optó por el nombre Black Flag.

 

Comienzos difíciles

La banda quería grabar un mini-álbum. Las compañías discográficas no estaban dispuestas a trabajar con ellos, o incluso no podían permitirse el lujo de apoyarlos a pesar de su interés. Greg Ginn utilizó los beneficios de su empresa para crear, con Chuck Dukowski, SST (inspirado en el nombre Solid State Tuners), un sello independiente que, además, llegaría a ser muy importante en el panorama punk.

Fue Ginn quien asumió los gastos de prensado de los vinilos. No se puede negar, ¡los músicos sin duda tienen un enfoque de bricolaje ! El cuarteto finalmente pudo lanzar un primer maxi, Nervous Breakdown (1979) y algunos mini álbumes.

Black Flag posteriormente experimentó varios cambios de personal. De hecho, la fricción fue recurrente; Los miembros culparon a Ginn por las muchas prácticas interminables que exigió. Morris deja la formación y crea Circle Jerks.

Después de algunos comienzos en falso, Dez Cadena se convirtió en el cantante y Robo en el nuevo baterista. El grupo ha realizado numerosas giras durante su existencia. Además, fue durante un espectáculo que el grupo tuvo un tête-à-tête con un tal Henry Garfield, en 1981. Este último era un gran admirador del cuarteto. También fue el cantante de SOA (State of Alert), una banda de punk de Washington. Black Flag invitó al joven de 20 años a subir al escenario y cantar con ellos. Fueron instantáneamente impresionados por su energía.

Como Dez quería hacer la transición de la voz a la guitarra, se invitó a Henry a una audición al día siguiente. Luego le ofrecieron convertirse en cantante en el acto, lo que aceptó. Más tarde se mudó a California y adoptó el nombre de Rollins, un apodo de su infancia. El cuarteto se convirtió así en un quinteto.

 

Aunque el grupo estaba ganando notoriedad, no era muy lucrativo. Los miembros sobrevivieron lo mejor que pudieron, llegando incluso a robar platos sin terminar de los clientes del restaurante cerca de donde vivían, una antigua iglesia convertida en espacio de alquiler. Y como si eso no fuera suficiente, la policía los acosaba continuamente. Una evolución fluida Pero fue también durante este período que el entrenamiento comenzó una metamorfosis sutil pero notable. De hecho, creo que la incorporación de una guitarra, el estilo rítmico del baterista Robo y la voz de Rollins son elementos que han evolucionado el sonido de Black Flag. Ginn aprovechó este resurgimiento para permitirse explorar más a fondo, aprovechando modestamente el jazz. Pero ... No debemos equivocarnos; su sonido sigue siendo crudo, decididamente punk, pero también muy duro. El quinteto estaba decidido a lanzar una primera obra. Los músicos grababan de noche para ahorrar costes de estudio. Desafortunadamente, el sello que iba a distribuir el álbum estaba sumido en un pozo financiero y no pudo hacer frente a esta tarea. Una vez más, SST se ha hecho cargo (toda la discografía de Black Flag aparecerá en SST). Finalmente, Damaged llegó a los contenedores en 1981.

  

Dato interesante; todas las canciones de este álbum ya habían sido escritas a excepción de "Damaged I". Habían sido cantados por uno de los tres cantantes antes de la llegada de Rollins. Los admiradores del grupo los conocían bien. Por tanto, el desafío fue grande para Henry, que tuvo que hacerlas suyas. Es en este punto de nuestra exploración, queridos lectores, que surge la controversia: o consideran a Keith Morris como el mejor cantante de Black Flag (y juzgan a los que no piensan como ustedes), o, como yo, le creen a Henry Rollins fue la verdadera voz de Black Flag. Dicho esto, es innegable que Rollins realmente hizo suyo el repertorio de Black Flag. Cantó con rabia y odio, hacia sí mismo y hacia la sociedad, con autenticidad. Además, su timbre es menos nasal y mucho más potente que el del resto de cantantes de Black Flag. También es el que más tiempo permaneció dentro del grupo, hasta su disolución en 1986. El estilo Black Flag Aunque Ginn fue el principal letrista, Henry contribuyó con textos. Rápidamente, abandonaron un poco los temas de rebelión y anarquía para abrazar más el lado más emocional. De hecho, el grupo abordó temas más sensibles como la enfermedad mental, un tema muy importante para Rollins, que vivió una infancia marcada por dificultades y que padecía depresión. Sin embargo, a pesar de que el nuevo cantante demostró una presencia increíble y estuvo a la par con la banda, siento que el aspecto de humor / sátira de algunas de sus canciones no lo deleitó. La forma en que canta en los temas "Six Pack" y "TV Party" sugiere cierta molestia.

Para ser honesto, creo que “TV Party” es una canción que choca con el estilo de Black Flag, un poco como si quisieran hacer una broma. ¿Quizás este sea un comentario social sobre la apatía? Personalmente, aunque amo este disco, este tema es probablemente el que menos me gusta porque no lo encuentro lo suficientemente agresivo.

"Depression" y "Room 13" abordan de frente el dolor de la vida y los sentimientos encontrados, algo poco común en ese momento, especialmente en el mundo del punk y el hardcore, donde era más habitual hablar de ira, injusticia y revolución.

A pesar de los sentimientos de desesperación expresados, podemos sentir su espíritu de lucha. Hay una rabia por la vida y un espíritu de lucha muy presente. La letra de "What I See" es un buen ejemplo.

Curiosamente, el último tema del disco es "Damaged I", aunque esta hubiera sido la introducción perfecta a este primer álbum de estudio, ya que subraya explícitamente la llegada de Rollins: " Mi nombre es Henry / Y tú estás aquí conmigo ahora ”.

La durabilidad de Damaged

Esta obra no obtuvo el reconocimiento que merecía cuando se estrenó, ya que los críticos tardaron mucho en comprender lo innovadora que era. Por otro lado, la escena underground había captado, por su parte, la importancia de este grupo pionero. Hoy en día, Damaged se considera con razón una piedra angular del punk. Además, a Black Flag se le atribuye la autoría del género hardcore punk.

Por mi parte, en lugar de decir que esta obra ha envejecido bien, prefiero decir que no ha envejecido ni un poco. Esta oferta es tan impactante hoy como lo fue cuando fue lanzada. La intensidad de las emociones, ya sea ira, duda o aislamiento, es siempre tan pura. La brutalidad del sonido, su fuerza, el efecto saturado y el ritmo siguen siendo igual de desnudos. Al escucharlo de nuevo, es fácil olvidar que este álbum tiene 40 años.

¿Mi único arrepentimiento como amante de la música? No haber conocido a Black Flag cuando era un adolescente, porque estoy convencido de que Damaged me habría acompañado magníficamente bien durante estos años que a veces son rock n 'roll .

Esté atento a la próxima columna "Les álbumes sacrés" en abril de 2021. Consulte todas nuestras columnas anteriores en labibleurbaine.com/Les+albums+sacrés .