La cantante colombiana cantó en el show Gracias Totales. Habló de su
dúo Aterciopelados y de su proyecto contra la violencia sexual.
Todo empezó con Bolero falaz, aquel hit del dúo Aterciopelados en 1995. Desde entonces, propulsados por la difusión en radios y canales de videoclips, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago vinieron innumerables veces a la Argentina, con shows en festivales multitudinarios y clubes de rock.
Este fin de semana último, la cantante pisó Buenos Aires nuevamente, disfrutó la comodidad de un hotel cinco estrellas
y se dio el gusto de hacer compras navideñas en locales de diseño en
Palermo Viejo, además de degustar milanesas y ver recitales como Melingo en Niceto y Bajofondo en el Coliseo.
El motivo del viaje fue cantar el hit Pasos en el espectáculo Soda Stereo Gracias Totales,
tal como había hecho hace 22 meses atrás, en Colombia y México. Pero la
pandemia detuvo el resto de la gira, que se acaba de retomar con dos funciones con lleno total ante 100 mil espectadores en el Campo de Polo, y que seguirá a partir de febrero por todo el continente.
Fan y colega
“Yo fui fan de Soda,” cuenta mientras hace una pausa de almuerzo en la histórica confitería Las Violetas. “Fue el primer concierto que vi en mi vida, así que todo esto es un evento muy significativo".
Y
continúa: "Me acuerdo que en aquella época no había conciertos en
Bogotá porque estaba el asunto de las bombas de Pablo Escobar y
estábamos con Beirut en una lista de las ciudades que no había que
visitar porque eran muy peligrosas. Pero los Soda eran tan lanzados y arriesgados que tocaron en una plaza de toros”.
La relación con Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio tomó otro
giro cuando se armó Aterciopelados y estuvieron en la misma
discográfica, "así que fue muy natural terminar compartiendo una gira
por Estados Unidos, adonde nunca habíamos ido antes".
“¡Eramos
sacaditos del garage -exclama- y de golpe estábamos lanzados con Soda
Stereo! Entonces fue verlos en las pruebas de sonido, en los shows y en
los aeropuertos con sus maletas con rueditas y toda su elegancia. Y si
te encontrabas con Gustavo en el ascensor te daba consejos adónde ir de shopping en cada ciudad”, recuerda entusiasmada.
El famoso unplugged
La relación de Andrea con Soda quedó marcada a fuego con su exquisita versión de En la ciudad de la furia en el unplugged Comfort y música para volar, que hicieron para MTV.
El dúo después volvió a ser telonero en las giras de Cerati como solista.
Para coronar todo, hace dos años lanzaron una luminosa versión de ese
hit, con un video hecho en Buenos Aires... justamente cuando Andrea vino
a filmar su participación en las pantallas de Gracias Totales.
“Fue muy lindo -recuerda- haber hecho el primer show de la gira en mi
Bogotá. Estábamos calentando motores y nos fuimos distensionando, pero
de pronto se interrumpió. Ahora es emocionante retomar, porque todo el mundo ha estado mucho tiempo encerrado en su casa”.
En los últimos años Aterciopelados volvió con todo, con grabaciones y discos nuevos.
-Sí.
Con Héctor estuvimos separados unos tres años, y ahora cada uno aprecia
más lo que el otro hace, porque cuando estás solo tienes que hacer
todo.
El disco anterior al último se llamó Claroscura,
donde Cachorro López produjo varias canciones, y en esa época nos dimos
cuenta que no es buen negocio sacar discos, porque las plataformas te
dicen que es viejo apenas sacas dos sencillos. Ahora lo mejor es sacar los singles y luego recopilarlos en un álbum.
-¡Pero este año volvieron a sacar un disco entero!
-Empezó
la pandemia y otra vez volvimos a sacar un álbum, aunque nos habíamos
prometido no volver a hacerlo de esta manera. Se llama Tropiplop y ahí están nuestra versión de En la ciudad de la furia y un tema llamado 15añera, donde canté con mi hija.
También la canción Haters, que fue la del vestido polémico que me puse para los Grammy, y Los 90, que escribimos para una serie que se llamó Ruido capital. Todo eso lo juntamos con nueve nuevas que hicimos en pandemia, cada uno en su casa, todo los recursos que había a mano.
Presentadora de TV
-¿Cómo fue que estuviste nominada hace poco como Mejor Presentadora de Programas de Entretenimiento?
-¡Pero por las injusticias de la vida me ganó el show de Miss Universo!
(risas) Hice una serie-reality de televisión que se llamaba El destapabocas,
donde se reunían artistas para hacer una obra juntos, como un DJ con un
grafitero. Había bailarines, gente de teatro... de todo, y estaba
chévere.
-¿No dudaste cuando te ofrecieron hacer algo tan diferente a cantar?
-Acepté
hacerlo porque, con 30 años de hacer entrevistas y estar en el
escenario, ya tienes un manejo y una naturalidad. Lo más difícil fue
memorizar los textos, pero ellos no querían una animadora profesional.
Fue lindo y vino bien porque en ese momento estaban todos encerrados y
no había trabajo. ¡Todos los músicos estuvimos vendiendo camisetas, una
vergüenza! (risas)
-Ahora inauguraste una muestra en un museo, una instalación.
-Sí. Se llama Ovarios calvarios, un canto de sororidad por las víctimas de violencia sexual.
Lo encargó la Universidad Nacional de Colombia, y se inauguró el 25 de
noviembre, para el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.
Hay proyecciones, canciones en loop, espejos en forma de vulva y
cerámicas mías que son como caras grandes llorando, cada una con nombres
de casos famosos de violadas.
-¿De ahí salieron los últimos tres singles?
-Exacto. Hay tres canciones compuestas por mí pero producidas por
Aterciopelados, con invitadas como Vivir Quintana, la mexicana que hizo
el himno feminista del momento: Vivir sin miedo. En el tema No se viola estuvo La Muchacha Isabel, y en Plañidera cantó Las Añez.
-Siempre manejaste temáticas feministas en tus letras, desde los comienzos.
-Pues mira que sí, porque hice canciones como Cosita seria, Nada que ver, Oye mujer y Despierta mujer. Hay todo un repertorio feminista y hasta un disco que se llama Ruiseñora, todo con esa temática de la defensa de los derechos de la mujer, sin buscar revanchismos.
-Por suerte se habla más del tema, ¿no?
-Eso ya es un pasito. También se destapan más casos que nunca, aunque es un tema tan doloroso y vergonzoso que mucha gente no denuncia. Y movimientos como el #metoo hacen que nos demos cuenta que ocurre en todas partes.
En Colombia es terrible y las proyecciones son de 10 millones de víctimas.
Por eso hay que hablar del tema, porque tenemos muy naturalizado al
macho que se acuesta con todas. Eso tiene que desaparecer y dar lugar al
macho respetuoso, considerado y sensible.
-¿Planes de gira?
-Todavía
está difícil ir por diferentes países, pero estamos tocando mucho en
Colombia, donde se han activado los conciertos. Y voy a estar en más
shows de Gracias Totales.
WD
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