La última entrevista de Martín Carrizo, un mes antes de su muerte: “Me siento muy mal las 24 horas”
Esta
madrugada falleció el hermano de Caramelito. Luchaba contra la
esclerosis lateral amiotrófica. En diciembre, el baterista de ANIMAL,
Gustavo Cerati y el Indio Solari le había contado a Teleshow cómo era su
día a día y qué le daba fuerza para seguir adelante
Esta madrugada falleció Martín Carrizo. El hermano de Caramelito Carrizo
luchaba contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). La noticia
llega luego de una larga despedida que el músico fue haciendo en sus
redes, donde manifestaba su estado de salud cada vez que podía.
“¡Hola amores! Estoy en el mismo infierno, muy agotado,
para poder explicar gráficamente el 1% de lo que siento todo el día. Es
como si estuviera acostado en el piso y un elefante parado arriba mío
sin moverse y una de sus patas en mi cara, a eso sumamos el dolor de mis
tobillos, pies, manos, muñecas y venas. Si me encuentro escribiendo
esto para todos es porque soy un cabeza dura y mientras escucho a Los
Abuelos de la Nada sigo queriendo mi recuperación”, escribió Martín en
su cuenta de Instagram hace algunas semanas, luego de un largo silencio,
el reconocido baterista de ANIMAL, Gustavo Cerati y el Indio Solari.
Ese posteo fue el disparador para la que sería, su última entrevista. Un
mano a mano con Teleshow en el que el músico recordó cómo recibió la
noticia de su enfermedad, describió la lucha diaria en la que se
encontraba y quiso agradecer las muestras de cariño de su público y sus
colegas que habían colaborado económicamente para que pudiera viajar a Miami en pos de un tratamiento que le brinde una mejor calidad de vida.
La
ELA es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que se origina
cuando las células del sistema nervioso -llamadas motoneuronas-
disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, con lo que provoca
una parálisis muscular progresiva. Contra eso lucha Martín con toda su
fuerza y voluntad.
—Lo primero es preguntarte cómo te sentís. Mucha
gente se preocupó porque en las últimas horas publicaste en Instagram
que estás en el mismo infierno y muy agotado.
—Me siento muy mal de domingo a domingo las 24 horas,
mientras estoy despierto, sentado en un sillón 12 horas por día, lucho
constantemente por no ahogarme, ya que me cuesta mucho tragar y
respirar. Tengo un dolor crónico en los pies, en las manos y esa
sensación horrible de hormigueo cuando se te duerme alguna parte del
cuerpo por mala posición. Yo estoy así todo el día, y mejor no sigo
contándote... Esto es solo un pantallazo rápido. Si esto no es el
infierno, ¿el infierno dónde está? También estoy con una ceja levantada.
Siento que en esta lucha no se mete ni Dios, si no, no entiendo como me
abandonó así. Por ahora no quiero seguir profundizando, yo observo el
partido y hay muchas cosas que no me cierran.
—¿Cómo es tu día a día? ¿Estás haciendo algún tratamiento en el país luego del que realizaste en Miami?
—Espero
no aburrirte con mi día a día. Arranco a las 8:30 con el desayuno, a
las 10:30 me sacan al jardín, ahí tomo un poco de sol y pongo los pies
en el pasto. Luego me baño y espero a las 14:30 para almorzar. En el
medio me preparan un jugo de manzana verde, kiwi, pepino y apio. A mitad
de la tarde otro juguito y espero a las 21:00 para cenar. Mi hijo Benja
hace un mes se comunicó con un nutricionista vía Instagram y estamos
trabajando básicamente con la alimentación, el orden en los horarios, el
sol y los pies en el pasto. Eso es todo lo que estoy haciendo
actualmente y, antes de dormir, escucho una meditación que me hizo un
amigo que quiero mucho y es un gran músico: Feco Escofet. También le
hago consultas a Domingo, un medico clínico espectacular; y ya me di las
dos dosis de la vacuna contra el COVID-19.
—¿Podés
recordarle a la gente cuándo te detectaron la enfermedad, cuáles fueron
los primeros síntomas y en qué consistió el tratamiento que hiciste en
Miami?
—A fines del 2015 comencé a sentir
una debilidad tremenda en mis manos, al punto de no poder abrir una
botella de agua mineral, no podía poner en marcha mi vehículo y ya me
empezaba a caer al piso. Y, cuando me caía, me resultaba muy difícil
levantarme. Dios mío, qué pesadilla. La puta madre. Básicamente el
tratamiento era muy prometedor, consistía en unas aplicaciones en los
músculos para que vuelvan a tomar su tamaño normal, ya que esta cosa se
come mis músculos. Una vez que recobraba el tamaño, la esperanza estaba
puesta en recobrar el movimiento. Lamentablemente no ocurrió. Me comí literalmente 5.000 inyecciones aproximadamente. Faltó que me pongan en los huevos y en los ojos. Después hasta en la lengua me pusieron...
—Sé que los costos son muy altos, ¿pero está la chance de volver a Miami o barajaste alguna otra posibilidad?
—Los
costos son realmente imposibles. No sólo el tratamiento, si no también
vivir allá. Igual ya transité ese camino. Lamentablemente a mi no me
funcionó pero quiero destacar y agradecer a Amy, Jessi, el doctor Ferro,
Kyle y Vane, que fue el equipo que trabajó sin descanso un año
sufriendo, riendo y acompañándome a mi y a Noe; llenos de ganas de poder
revertir mi estado. Por ahora no hay nada firme a la vista que se pueda
hacer, como dije anteriormente. Gracias a la campaña que hizo Ceci, mi
bella hermana, y las miles de personas que pusieron su granito de arena,
incluyendo un tremendo show a beneficio de los chicos de Los
Fundamentalistas, Lito Vitale, Sergio Dawi, el Tano Marciello y varios
bateristas que hicieron también un show a beneficio. Todo ayudó para que yo pueda estar un año, pero los últimos cuatro meses que estuve ya no me quedaba plata ni para comer;
y un gran amigo y hermano de la vida me prestó 50.000 dólares para que
pueda cubrir esa última etapa. A esa última etapa le pusimos mucho
corazón pero no funcionó y tuve que volver a Argentina.
—Luego
de la campaña de las remeras -que contó con la ayuda de la familia de
Gustavo Cerati, el Indio Solari, Andrés Giménez y Marcelo Corvalán que
cedieron los derechos de imagen-, ¿tenés en mente otra iniciativa para
recaudar fondos?
—Por ahora no tengo pensado armar nada para ese fin. La verdad es que mi actualidad económica es muy complicada, no tengo ningún tipo de ingresos y obviamente ningún ahorro.
Mi mamá Mirta me está ayudando con todo, inclusive con mis tres hijos,
que Benja vive conmigo y las dos nenas vienen todos los fines de semana.
Cada tanto, algunas personas me siguen ayudando y depositan en el
número de cuenta de mi mamá por iniciativa propia; y la verdad es que,
por mínimo que sea, me ayudan mucho.
—La última es preguntarte por tus hijos, tu
hermana Cecilia, tu familia en general y tus amigos... ¿Qué les decís a
ellos y qué tan importante son para que sigas luchando?
—Empecemos por mis tres hijos: Benja, Milena y Miranda. Son tres bellezas que no paran de darme fuerza y cada uno, a su manera, me piden que no abandone y siga peleando.
Después mi mamá, mi hermana y mi cuñado Damián están pendientes de mis
necesidades diarias: comida, medicamentos y todo lo que necesito en
casa. Otra pieza fundamental en todo esto es mi obra social SADAIC, que
cubre mi asistencia 24 por 7 y nunca un problema, todo lo contrario,
siempre pendientes y ayudándome en todo. Y mis amigos no paran de
hacerme llegar su amor a pesar de que estoy tan cansado y no recibo a
nadie, pero es muy lindo saber que están. Siento que tengo un ejército
de amigos que me dio la vida y la música, y están ahí para mí. No se imaginan los mails llenos de amor, fuerza y palabras hermosas que me escribe constantemente el Indio.
También todo esto me unió mucho a Corvata... Uff, es hermosamente
infinita la lista de todos los que están presentes: Luciana Palacios,
Débora Dixon, Gaspar Benegas, Laura Cerati, el Mono Fontana, Lito
Vitale, León Gieco, Facundo Arana, Edith Hermida, Andrés Giménez,
Alejandro Taranto, Carla Ritrovato, Mario Pergolini, Leandro Fresco,
Fernando Nalé, Matías Martin, etcétera, etcétera, etcétera...
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