El corazón del punk feminista: cómo fue el debut de Bikini Kill en la Argentina

A principios de los '90 fue el grupo fundador del movimiento Riot Grrrl. Está liderado por Kathleen Hanna y Tobi Vail.-Se volvieron a reunir hace cinco años y tocaron en el ART Media porteño, en el marco de su primera gira sudamericana. Pocas bandas en la historia del rock reescribieron las reglas. Y cuando lo hicieron, fue en términos de éxito, producción, sonido, decibeles, moda, marketing. El rock sigue, fracaso tras fracaso,esperando un mesías que se presente en los mismos términos que los que alguna vez triunfaron.Avizorar a los nuevos Beatles, Rolling Stones, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, David Bowie, Sex Pistols desde la repetición de sus logros en la mímesis de nuevos intérpretes es donarse al malentendido. Será por eso que desde el día que Kurt Cobain decidió terminar con su vida y la de su grupo, Nirvana, ninguna banda asumió por mérito y sustancia el destino del rock como una palanca de cambio cultural. Dicho todo eso, puede uno destaparse un oído y cubrir el otro. Ento

Marilina Bertoldi "Hay algo que tengo intacto y es el gen del rock"


Marilina Bertoldi es una de las referentes más importantes del rock en el último lustro. Este domingo, llegará a Santa Rosa para presentar Mojigata, su último disco.



https://www.eldiariodelapampa.com.ar/culturales/6957/hay-algo-que-tengo-intacto-y-es-el-gen-del-rock

Luego de agotar el Luna Park y de generar en cada escenario un show muy especial, Marilina Bertoldi llegará a Santa Rosa el próximo domingo para presentar su nuevo disco, "Mojigata". El concierto comenzará a las 21 horas y será en Jockey Discoteca.

Bertoldi se convirtió en una de las referentes más importantes del rock en el último lustro. Después de disolver su banda (Connor Questa), editó tres discos con los que construyó una carrera sólida y relevante en términos de contemporaneidad. Más allá de la música, se volvió referente en mensajes que tienen que ver con la igualdad de género y los derechos de la comunidad LGTBQ+. 

"Me doy cuenta de que soy una artista distinta a lo que está sonando ahora, ni mejor ni peor: muy distinta. Entiendo el lugar que se me da, hay algo que tengo intacto, que es el gen del rock", dijo Marilina en Mala Semilla, el programa que conduce Juan Ignacio Carrizo por Sonar.

En 2019, la artista había llegado por primera vez a nuestra provincia, presentando "Prender un fuego" en formato "solo set", disco por el que obtuvo el obtuvo el Gardel de Oro pocos meses después. 

- ¿Mojigata es la continuidad de Prender un fuego?

- Es una continuidad en el sentido de que mis discos son súper personales y hablan de algo que me pasa a mí. Prender un fuego es el disco que salió en el momento en el que me pasaban muchas cosas, porque afuera estaban pasando muchas cosas. El auge de los feminismos, de que cosas que no íbamos dando cuenta, que nos iban enojando, y que nos iban empoderando. A ese disco lo compuse en 2017/2018 y sale en 2019 y fue como una bomba. Lo tomaron un montón de movimientos y fue espectacular. Con Mojigata, me encontré en mi casa sola, el enojo ya había pasado y empecé a mirar para adentro. Fue una mirada para afuera y después para adentro, pero es una continuidad porque hay aprendizajes que ya están hechos. 

¿Te identificás con este mote de jefa que aparece por ahí? ¿Lo disfrutas, te incomoda, te divierte?

- Doy un show y me doy cuenta de que soy una artista distinta a lo que está sonando ahora, ni mejor ni peor: muy distinta. Entiendo el lugar que se me da, hay algo que tengo intacto que es el gen del rock, la manera de seguir los vivos, los shows, son muy reales. Transmito lo que pasa en el momento. La banda suena de esa manera, interpreta de esa manera. Es una banda que no somos muñequitos de torta, de repente estamos cansados, de repente arriba, nadie está ahí posando. No me lo creo, estoy muy pendiente de lo que quiero hacer. No miro esas cosas. Para mí nunca es suficiente.

- En este último tiempo hay una cuestión escénica. ¿Cómo surgió eso?

- Tiene mucho que ver con esto de la sinceridad, me estaba aburriendo el formato del recital clásico. Ponerme algo lindo, salir y ya. Lo hablamos con la banda, porque es la primera vez que una artista los invita a una performance. A ponerse un vestuario, comerse un personaje y salir a vivir lo que les está pasando. Uno piensa que cuando se disfraza, tiene que actuar. Y no es así. El estar personificado te da ciertas libertades, como un alter ego tuyo.

- ¿Qué pasó en el medio para llegar hasta acá en el sonido?

Creo que definitivamente no encontré mi sonido ni espero encontrarlo. Lo que más me divierte es el proceso de estar buscando siempre algo. Trato de traducir para mí, cómo, en cada momento de mi vida, suena una sensación o una idea. Parece que antes los recursos eran otros, tal vez más distorsionados. Hay un paralelismo muy grande entre cómo me siento y cómo produzco. Y uno de los grandes elementos que fue cambiando mi música, es cómo interpreto yo que puedo generar intensidad. En una época con orquesta en mi banda, era platillos, viola distorsionada y a rockear. Creo que fui entendiendo que hay formas de marcar intensidad con muy pocos elementos. Quizás una letra que diga algo muy crudo, una música que viene llenando y se seca completamente. Eso es muy intenso, muy íntimo, fuerte. En otros momentos las presencias de las personas que se van, indagan en lo acústico que se encuentra con lo electrónico, algo que estoy volviendo a investigar. No hay nada que supere a la incomodidad y al ruido que te genera en la cabeza algo tan desnudo y tan despojado de todo. Investigar en estos lugares hace que se mute y depende mucho de cómo me siento y cómo interpreto esas emociones a la hora de hacer el disco. Con Mojigata quise sonoramente transmitirme un poco de optimismo. Creo que los resultados fueron buenos. Ahora me toca componer música, pero por primera vez en mi vida me siento feliz, como que pude atravesar una tormenta enorme. Obviamente que queda un camino enorme en esto de desarmarse, de construir y mutar. No sé cómo es componer estando feliz, tranquila, queriéndose, teniendo buenos sentimientos. Así que es un descubrimiento para mí, que inevitablemente se va a transmitir en lo musical. No tengo dudas.

¿Qué queda para este año?

Este fin de año es muy agitado. Viajo para los Latin Grammy, y me vuelvo rápido para un recital en Córdoba. Después toco en Obras; me voy por primera vez a presentar en Europa. Hasta el 20 de diciembre voy a estará full. Y después me tomo enero para grabar muchas de las cosas que vengo haciendo y un poco ordenarme porque creo que todo este impulso me enfocó un poco más y me puso más ambiciosa, que es algo que nunca fui. Así que que se viene un nuevo disco, porque me gusta hacer discos.

- Ya te pasó el Gardel, y ahora vienen los Latin Grammy ¿es la parte divertida o la parte de estar en el mercado?

Es eso. La parte de la industria. Por eso está bueno tomarlo como algo divertido y poco serio, aunque tiene su relevancia, porque te abre a cosas que están buenas. Son premios en el arte, que es ridículo, con gente que no conoce a los ternados y siempre vota a los más conocidos. Entonces rara vez escuchan y rara vez votan un disco que está en la terna. Y yendo al caso, cómo definís que un disco es mejor que otro, o que un artista es mejor que otro. Ahí está toda la subjetividad, donde digo: bueno, me lo tomo con pinzas. Pero creo que por primera vez, de las tres veces que me nominaron, tengo chances. En las otras, definitivamente no las tenía porque estaba con artistas muy conocidos y ahora creo que estoy en igualdad de condiciones con los ternados. Obviamente, tengo ganas de ganármelo y creo que sería la primera vez que una mujer que se gana el Gardel de Oro, se gana un Latin Grammy. El objetivo es romper.

Comentarios