El conductor hablaba de sus invitados y, en especial, de Martín Fabio (50), líder de Kapanga, quien desde hace más de dos décadas no consume alcohol ni cocaína, dos sustancias que se juró nunca más volver a probar.
Finalmente empezó el programa y Andy le pidió a sus invitados "que sufrieron por alguna adicción" que contaran su historia. Entonces, no sorprendió que Martín diera un paso al frente.
Sin embargo, el cantante recordó un sangriento sacrificio umbanda del que participó en su afán por alejarse de las adicciones y sorprendió a todos.
"Era borracho y falopero. Merca y alcohol. Fueron cuatro años que me la di duro", comenzó reconociendo el músico. Y rápidamente aclaró: "Hoy hace 26 años, dos meses y 14 días que no tomo".
Entonces, él explicó que muchas canciones de su banda que hacen alusión a la bebida y las drogas, no son suyas, como por ejemplo El Mono Relojero, que es del bajista.
En ese momento, Kusnetzoff le preguntó cómo había salido de ese infierno y el Mono lo miró a los ojos y le dijo: "Sabés cómo... con un pai umbanda".
Luego de destacar que para cambiar "el primero que tiene que tener ganas es uno", Fabio confesó que el día que sus padres descubrieron su adicción, él decidió curarse. "Ellos siempre fueron sanos, ver la tristeza en sus ojos fue duro. Ahí caí... Y lo primero que me dijeron fue 'nosotros queremos ayudarte'", recordó.
Entonces, el intérprete, quien también era ludópata, explicó que tras descartar internarse en una granja, un centro de rehabilitación o arrancar un tratamiento psiquiátrico, conoció a un pai umbanda que le ofreció su ayuda.
"Era mi amigo Luis del bingo... me dijo 'yo si querés te puedo ayudar'. Y yo sin nada que perder, fui con mi papá", destacó antes de recordar que la ceremonia comenzó cuando se tuvo que pasar "un menjunje por el cuerpo" y de golpe apareció Luis poseído por un espíritu.
"La mujer (de su amigo) era la medium y me decía 'quedate tranquilo'. Había música, tambores, y Luis que saca una jaula, palomas, un cuchillo y plum, las degolló arriba mío. Después otra jaula, un gallo, se lo puso en la mano y plum. Fue zarpado, estaba todo ensangrentado", recordó.
Y siguió: "La cara mi papá era el mismo espanto. Después terminó toda la historieta esa y la mujer me dice 'ahora te vas a tener que quedar acá, que tu papá te venga a buscar mañana'. Yo era Carrie (por la película de terror)".
"Ahí volvió Luis y me dijo 'salió todo bien... te va a agarrar sueño y hambre', cosas que yo no tenía desde hacía unos años... me trajeron un caldito, me lo tomé y al rato la mujer me trajo las palomas hervidas sin las cabezas y me las comí. Tenía un hambre", reconoció el intérprete.
Luego de esa extraña cena, Fabio contó que le pusieron un turbante en la cabeza, le agarró sueño y se durmió. "Al otro día me desperté en una colchoneta. No tenía nada de sangre. Solo en el pelo porque tenía las dos cabezas de las palomas dentro del turbante", explicó como si nada. "¡Nooo! Habías dormido con el pico clavado de las palomas", le dijo Andy.
"Tenía sangre solo en el pelo pero no en el cuero cabelludo. Luis me dijo 'salió todo muy bien, estabas con la energía (señala hacia abajo), necesitaría hacerte otro'. Pero fue esa única vez que fui. Hoy lo cuento como una anécdota risueña y nunca más tomé", indicó Fabio.
Además, al final de su relato, él reconoció que lo que más rechaza en su trabajo son las invitaciones a tomar. "Todos te invitan a tomar y mi respuesta más recurrente es 'no, no tomo alcohol, muchas gracias'", completó al respecto.
JA
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