Es un artista que pone sus propias reglas y mantiene firme su independencia.
Tiene su propia productora, su propio sello discográfico y su propia
editorial musical. Hasta se encarga del diseño de logos y supervisa cada
paso del arte de tapa y el merchandising.
Si se lo compara con las figuras del rock local, su estilo de trabajo sigue el camino de los Redonditos de Ricota, Boom Boom Kid y el Nebbia de las últimas décadas.
"En los shows disfruto sin presiones"
El miércoles por la tarde, apenas un rato después del partido de la
Selección y un día y medio después de haber cantado con el prestigioso
grupo Bajofondo en el Teatro Coliseo, habló con Clarín sobre este gran presente con los inminentes GEBA y los hitos de su pasado.
"Gracias a Dios -contó- siempre estoy muy tranquilo antes de los
shows, porque es lo que más me gusta hacer de lo que hago en mi vida. No
subo al escenario por obligación ni para cumplir un papel, sino que voy
a disfrutar como disfruto todas las cosas. Cuando descubrí el truco de
subir a disfrutar, nunca más sentí presiones".
Y redondeó el concepto: "El razonamiento sería que tengo
responsabilidades y ganas de disfrutar, y si disfruto cumplo con mi
responsabilidad. Y si solo cumplo con las responsabilidades no
disfruto".
-¿En los shows más grandes no estás pendiente de los videos, las luces y que todo funcione bien?
-La verdad es que tengo un equipo en el cual confío mucho y cada uno
se destacad muchísimo en todo lo que hace. Sinceramente sé que todo sale
bien y los hdp nunca fallan.
-¿Cuál fue el recital más grande antes que estos cuatro GEBA?
-Antes de ir a España, lo más grande que tuve fue 60 mil personas en
San Juan. Era un festival gratis donde cerraba yo. Todos se cantaban
todas las letras y nadie se fue hasta que terminé, Fue un fin de semana
donde hicimos La Plata, Chaco y San Juan, ninguna con menos de 35 mil.
De ahí me fui a España y México, así que fue hermoso, como una película.
-¿Cómo te fue en España?
-¡Una locura! hicimos sold-out en todas las ciudades. Cuando
llegué me dijeron que los madrileños no saltan en los recitales, pero
desde que subí al escenario que no pararon de hacer pogo. Es medio
difícil no saltar en un show mío. Me remarcaron que hay una gran camada
de argentinos que estamos yendo allá. Fácil hay 10-15 artistas
argentinos que estamos viajando por todo el mundo.
León Gieco me decía que es la primera generación de argentinos donde
toda la generación viaja a tocar al exterior. No es que a veces viaja
Babasónicos y a veces los Cadillacs. Acá todos viajamos todo el tiempo.
Es muy fuerte y muy loco.
"Todo lo que hice fue para esto crezca"
-¿En algún momento vos y los demás de tu generación soñaban
con hacer giras y llenar estadios, o era descabellado siquiera
pensarlo?
-Yo siempre invertí mucho de mi vida, mi tiempo, mi plata y mi
energía en hacer crecer esto. Tanto en mi carrera personal como al
principio en la escena nacional, cuando creé El Quinto Escalón y todo
eso. La verdad es que no me imaginaba qué iba a pasar ni cómo se iba a
materializar, pero sabía que le tenía que dar todo de mí a esto que me
había enamorado porque de alguna manera me lo iba a devolver.
He hecho locuras por esto, pero siempre sabiendo que era como un amor
correspondido y que me iba a volver. Más allá de mi talento, yo le
estaba dando todo de mí y estaba seguro que la vida se iba a encargar de
que eso me vuelva. Todo lo que hice fue muy puro, para que esto crezca.
El karma se da cuenta cuando hacés las cosas de verdad. Y mientras más
pasa el tiempo, la película es más increible. Tengo 24 años y estoy
viviendo cosas muy increíbles para la edad que tengo.
-¿Cuál fue el primer hito, el momento donde te diste cuenta que algo había cambiando y crecido?
-Mi carrera siempre fue pasito a pasito, entonces pude ir viendo cada
momento del crecimiento. En lo que fue la etapa de El Quinto Escalón,
sentí que fue un boom cuando tuvimos que pasar al anfiteatro del Parque
Rivadavia. Pasamos de ser 500 personas sin micrófonos a ser 1500 que ya
no entraban en la rondita. Me acuerdo que cuando hicimos esa caminata,
yendo de un lugar a otro del parque, fue muy fuerte.
Y como Ysy A creo que el show que me cambió la vida fue el de Vórterix, en 2019, cuando hice El varón del tango.
El lugar estaba lleno con 1600 personas, que no eran millones, pero ese
día fue la primera vez en mi vida que vi el pogo de toda la gente del
lugar mientras cantaba mis letras. ¡No había una persona que no
estuviera saltando! No me había pasado nunca y no lo había visto en
ningún lado.
Ahí escribí una letra que dice, "Enfrente nuestro se hacen agua los
lugares, los veo nadando y ya no hay nada que lo iguale. Un mar de olas
de personas indomables porque acabamos de bajarnos de la nave". Cuando
fui al estudio era imposible no escribir sobre esas cosas, porque la
imagen fue muy fuerte.
"La gente sale extasiada, como drogada"
-¿La anécdota del título de "Ysysmo" es cierta, por el sismo que provocó el pogo en tu show en Obras?
-Sí. Fue bautizado por la gente en Internet, porque los saltos
provocaron un pequeño sismo que sintieron los vecinos. De hecho, en los
videos que hay solo se escucha la gente y no se escucha la música. La
verdad que fue muy fuerte.
Es algo que va más allá de lo físico. No son solamente 5000 personas
saltando, sino que están congregadas por un amor y una pasión por lo que
hago. Yo les doy todo de mí y eso repercute en la gente. No son solo
cuerpos saltando, sino que hay una energía muy alta dando vueltas que
hace mover las cosas alrededor. La gente sale extasiada, como drogada, y
yo también.
-¿Salís energizado por la gente o sentís que te chuparon toda la energía y quedás exhausto?
-Es un limbo donde el cuerpo está un poco exhausto por una hora y
media de salto y canto, y la cabeza y el corazón acaban de vivir algo
que te llena de energía. Es como un cansancio corporal, pero después no
me puedo dormir y me quedo mirando los videos y mensajes de la gente.
Internet es muy loco porque podés tener esa cercanía con el fan, y saber
qué le pasó y qué vivió. Es como ver un partido desde distintos puntos
de vista, mientras vas bajando un poco y al final te pinta el sueño.
"Mis discos son conceptuales"
-La mayoría los artistas actualmente trabajan para los
singles, pero vos tenés tu fecha histórica de lanzar disco cada 11 de
noviembre, así que pensás en álbumes, ¿no?
-Todos los años me pasan distintas vivencias que me van haciendo
armar los discos on un concepto bien claro, pero con distintos puntos de
vista. El primer disco que saqué fue Antezana 247, que era la casa de dos pisos donde vivíamos todos los pibes, y ese álbum cuenta esas vivencias.
Cuando terminé con ese disco me puse a trabajar con mi empresa, me fui de esa casa y el segundo disco fue Hecho a mano, que habla de otras cosas. Al toque me puse romántico y salió Mordiendo el bozal. Después vi que nadie escuchaba trap y todos hacían pop, así que hice Trap de verdad. Siempre busco fotografiar mi vida del último año.
-¿Cuál fue la idea central de "Ysysmo"?
-Ese año, como estuve haciendo shows con temas de todos mis discos,
traté de meter un poco de todo. Por eso hay tres o cuatro temas para el
que le gusta mi primer álbum, y lo mismo para los que prefieren alguno
de los otros discos. También está mi parte tanguera, porque reúne todas
mis facetas.
-Por eso hay temas como "Cuál?" o "Pa esta soledad".
-Exactamente. Cuando entendí el concepto de este disco, sabía que
tenía que estar la faceta de rapear imposible y la de rapear romántico.
Otra faceta es la responsabilidad que tengo con nuestra raíz y nuestro
sonido autóctono, entonces puse ese sonido más tanguero en Cuál?, esos bandoneones reventados en Relojes reventados, el folklore y chacarera en Pa esta soledad, y esa cosa medio criolla en Heridas al fuego. Siempre mezclando con lo mío, tratando de darle ese condimento de Ysy A.
-¿El más freestyle rabioso sería el tema "Todo pago"?
-Hay varios de freestyle, pero Todo pago es completamente
freestyle, las dos partes de la canción. Estoy contentísimo con el
disco. Es el primer año de mi carrera que no saqué música porque estuve
tocando todo el año, así que llegó agosto y pedí un mes sin shows para
poder hacer el álbum. Me encerré en una suite frente al Obelisco y fui
por primera vez a un estudio histórico como Romaphonic, bien profesional
y con todos los chiches. ¡No puedo creer que hayamos hecho todo en un
mes!
-Hay una canción con producción de Evlay.
-Sí, el hit del disco: Cómo chilla ella. Tiene como 12
millones de reproducciones en 20 días, un número que yo nunca pensé
imaginar, lo juro. Al ser independiente no lo puedo creer.
Cantar con Santaolalla
-¿Cómo fue lo del lunes con Santaolalla y Bajofondo?
-Fue muy emocionante. Nos habíamos visto una sola vez en persona
antes, y para hacer la canción estuvimos con muchas videollamadas porque
en total tardamos como un año y medio. Ya antes de subir al escenario,
fue increible escuchar a Santaolalla presentarme como lo hizo, porque
dijo un montón de cosas relindas y destacó la importancia que tengo en
este momento histórico y lo pionero que fui en todo este movimiento.
También fue genial estar con todos tocando, porque yo hago trap con
pistas que suenan de fondo, y ahí estaba con toda una orquesta. Ellos
tienen un nivel muy alto y fue muy placentero estar ahí parado desde mi
humilde lugar.
-Y los veías a ellos disfrutando también.
-Sí. También sentí esa argentinidad de ser mitad uruguayos y mitad
argentinos, como yo. Esa cosa arraigada nos unió bastante. ¡Me llenó de
ganas de seguir! Si este chabón que es un fuckin' número uno me presenta
así, ¿qué será de mí cuando tenga la edad de él? Yo vivo muy motivado y
muy inspirado, pero la vida me sorprende cada día más.
Ellos son muy detallistas y meticulosos con quien trabajan, entonces
fue muy inspirador y me dio ganas de seguir trabajando con gente así. Yo
siempre traté de darle seriedad a la música, por más que sea rapero y
haga trap, donde el estereotipo es hacer cosas bizarras y hablar de
cosas banales. Siempre traté de enaltecer el género donde estoy, así que
estar con gente tan grosa me da la certeza de que lo estoy logrando.
-Me comentabas que estuviste con León Gieco...
-Me tiró la mejor. Estuvimos juntos en una entrevista en lo de Mex y
tiré un freestyle en una canción suya. Gracias a Dios, cada vez que me
acerco con un músico que es una leyenda como él, siempre hay muy buena
predisposición. Como argentino, yo tengo muy en claro que soy de un país
que tiene mucha riqueza musical y cultural, entonces siento una
responsabilidad. Hay un legado muy grande y ahora tenemos la posta
nosotros.
"No estoy en esto para hacer plata"
-¿Cómo fue te mantuviste como un artista independiente y no te tentó alguna multinacional?
-Como artífice de todo lo que está pasando en Argentina, desde que
estábamos en el underground, fui viendo como cada multinacional fue a
buscar a cada uno de los raperos. Realmente fui testigo de eso, y muchos
se han ido por menos de lo que merecían. ¡En cima venían con dólares y
te compraban por dos billetes! Yo he recibido propuestas, pero siempre
pensé que si hasta acá lo hice solo y de esta manera, ¿cómo no voy a
seguir con la gente que confío? Partiendo de esa base, siempre fui muy
reacio. Mi manager es el mismo hace 9 años.
Por otro lado está el costo de mi libertad. Para mí es invaluable
decidir cada pasito que doy en el escenario, en mi sello o en mi
estudio. No tiene sentido que yo ceda todo lo que vivo actualmente. Es
cierto que el camino de la independencia es duro y no sé si se lo
recomiendo a todos, pero a mí me reconforta. Yo tuve que armar una
empresa para hacer más grande la historia, pero no estoy en esto para
hacer plata. No soy millonario, pero lo que estoy viviendo vale
millones.
-Hay ejemplos históricos de producción independiente, como los Redonditos de Ricota.
-Sí, claro. Sé que es un camino más difícil, pero al fin y al cabo
los frutos que me puede llegar a dar valen mucho más que algo que pueda
conseguir en otro lado. Por ahora estamos muy bien así y por algo a la
empresa le pusimos "Sponsor Dios", porque cuento con Dios y ya está. Con
eso no puedo temer a nada.
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