
Sobreviviente de los excesos del rock and roll, Iggy Pop se confiesa a fondo haciendo un balance de cuarenta agitados años de carrera. Chicos, no hagan esto en sus casas...
http://www.clarin.com/suplementos/si/2006/09/08/3-01267134.htm
Txt. José Bellas.
La primera vez que el mundo escuchó a Iggy Pop, el mensaje era: "Estamos acá en 1969/la guerra atraviesa los Estados Unidos" (The Stooges, 1969). Hace tres años y después de tres décadas, Iggy & The Stooges volvieron a funcionar en vivo la misma semana que su país invadía Irak. Iggy Pop no sólo sobrevivió al Irak de estos tiempos, sino a su propio estigma autodestructivo. Del hombre que hizo de la autoflagelación una cuestión personal, se podía esperar cualquier cosa menos que estuviera dando cátedra de rock al borde de los 60. Acaso uno de los más grandes performers de la historia del rock, confiesa a través del teléfono que fueron los hermanos Asheton (el guitarrista Ron y el baterista Scott), quienes lo "pervirtieron". "Ellos eran lo más cercano a delincuentes juveniles que había conocido hasta entonces. Ibamos a la secundaria juntos y yo era un tipo tímido, reservado. ¡Pusieron el veneno en mi!", grita. El resultado de esa amistad devino en una banda definitiva de la historia del rock (The Stooges), con quienes grabó tres discos históricos y con los que volvió a tener una banda después de un cuarto de siglo de ganarse la vida como solista. "Extrañaba estar en un grupo. Cuando tipos de bandas como Ramones, Sex Pistols, The Damned, Sonic Youth, Motorhead, Nirvana venían a decirme lo mucho que los habían influenciado The Stooges, yo por dentro los envidiaba. ¡Estás en una banda, man!".
Lo curioso es que ahora que vuelve a estar en una banda, se corporiza como Iggy & The Stooges o como se dieron llamar desde 1973, cuando Ron Asheton pasó (contra su voluntad), de la guitarra al bajo. Iggy no quiere hablar de pacto, pero la actual lista de temas de Iggy & The Stooges está compuesta por material de sus primeros dos discos. Es decir, aquellos donde Asheton era el guitarrista.
–¿Fue difícil romper el hielo después de tantos años?
–No tanto: su número de teléfono era el mismo... ¡eso fue fácil! Para romper el hielo decidimos participar grabando un tema, "You Better Run", en el tributo al bluesman Junior Kimborough.
–¿Pero cómo se dio el hecho de estar juntos de vuelta?
–Estábamos dando vueltas, como unos perros que no terminan de encontrar su lugar. Y yo necesitaba gente para completar canciones para el último disco que hice como solista ("Skull Ring", 2003). ¿Y quién mejor que estos fucking amigos de la vida? Terminamos haciendo tres temas y funcionó.
–Se sabe que están grabando el disco. Me pregunto cómo es volver a pensar "este tema es para The Stooges". Sobre todo porque ahora vivís en Miami y antes en Detroit, lugares muy distintos...
–Para componer lo hacemos en Detroit. ¡Son mis raíces, man! Básicamente como trío: los Asheton y yo. Nuestro sistema es el de siempre: silbamos las ideas y las tocamos en instrumentos de juguetes, hasta darles forma. Después, enchufamos y ahí empieza lo que yo llamo "la película japonesa de monstruos": volumen, terror, locura.
–¿Por qué eligieron a Steve Albini para grabar el disco?
–Fue idea de Ron. Acepté porque Steve no se llama a si mismo "productor" ni tampoco quiere participar de tus ganancias (risas). Es muy extremo y eficiente: él dice que es como un plomero. Además, grabó discos como "In Utero" (Nirvana).
–Además es especialista en grabar baterías...
–Man...¡los tambores lo son todo! Dice que aprendió a escucharlos de un disco nuestro, "Funhouse", así que hay un feedback...
–¿Tenés alguna canción favorita de los Stooges?
–Mmm, me cagaste. Pero te voy a decir una: "Gimme Some Skin". Es insana, sucia, perversa. Totalmente fuera de control. Hay otra que me encantaba, pero es de la primera época y nunca la grabamos. Se llamaba "Goodbye Bozos". Bah, más que un tema, era un concepto.
–¿Es cierto que estuviste a punto de cantar en The Doors?
–¡Noooo! Esa leyenda es producto de la afiebrada mente de Danny Surgerman, que empezó a manejarlos después de la muerte de Jim Morrison. Una vez me invitaron a cantar un par de temas en el Whisky a Go Go. Nada más que eso.
–En "Velvet Goldmine", de alguna manera estabas representado por Ewan McGregor. Ahora se dice que Elijah Wood te personificaría en una película. ¿Cómo te tomás todo eso?
–No sé, lo de Velvet Goldmine no me gustó mucho. Además, el actor estaba un poco gordo para hacer de mi. Y el "hobbit" (por Elijah Wood) es un buen chico, hemos hablado un par de veces, es fan mío, nada más. ¿A quién le gusta ver a un actor haciendo de uno? Es tonto creer que uno puede estar satisfecho con eso.
–¿Qué te gustaría que pusieran en tu lápida?
–"En esta película no hubo animales muertos ni maltratados: sólo el dueño".
–¿Qué es lo mejor y lo peor de dedicarse en cuerpo y alma al rock?
–Lo mejor es ese momento en que escuchás un disco recién terminado y sentís que es tan bueno que vas a inspirar sentimientos en la gente. Lo peor son, o fueron, esos momentos en que en tu búsqueda llegás tan lejos que te autodestruís y te anulás como ser humano. Tuve suerte: fui muy lejos y me dejaron volver.
La iguana: una historia argentina
En Argentina, Iggy fue "pop" a partir de su primer visita, en agosto de 1988. Aquel show, señalado por los presentes como uno de los mejores que se haya visto por acá, lo presentó en sociedad en un país donde sólo se había editado un disco suyo ("Blah Blah Blah", 1986) en lo que hasta entonces era una carrera de veinte años. "De todas mis visitas, creo que la mejor sin dudas fue la primera, allí en Obras. No había mucha gente, pero creo que se llevaron una impresión lo suficientemente buena como para que la próxima vez que fuera triplicara mi audiencia. Esa respuesta, te voy a decir, restauró mi fe en la humanidad". ¿Cómo? "Es que estaba harto de lo que pasa en USA, donde la gente se llena de dinero desde muy joven. En Sudamérica los chicos no tienen dinero, pero disfrutan de una manera más copada la vida. Se puede hablar con ellos, no son arrogantes, te respetan y te exigen", recuerda Iggy.
Desde entonces, nos visitó otras tres veces: en 1992, 1993 y 1996, donde hizo de primer acto en la recordada despedida de Ramones en River. Tanta frecuencia le generó una audiencia, un respeto, un manejo del español y hasta una novia (Alejandra), a la que terminó dedicándole dos temas en su disco "Avenue B": "Miss Argentina" y "Nazi Girlfriend", donde con cierto despecho la acusa de ser partidaria de los militares. Así las cosas, su relación con Argentina nos dejó por ahora alto rock and roll, cariño, locura, sexo y trapitos al sol. ¿Continuará?
Los discos de The Stooges según Iggy
THE STOOGES (1969)
"Fuimos a grabar nuestro debut a Nueva York, con la producción de John Cale (Velvet Undergound). ¡El tipo se pasó toda la sesión con una capa de Conde Drácula! Nosotros no éramos ángeles, nada que ver con los U2, que deben haberse conocido en la clase de catecismo. Lo que más me acuerdo es que varios temas los terminamos en el estudio y que nos peleábamos porque no nos dejaban tocar con el volumen en 10. Es un gran disco, creo".
FUN HOUSE (1970)
Conocido por sus fans como "la quinta sinfonía de Iggy", es considerado uno de los grandes discos de la historia del rock. "Lo grabamos en Los Angeles y estábamos dados vuelta como una media. Pero hay una cohesión en los temas: si nos hubieras ido a ver en vivo entonces, hubiera escuchado que tocábamos los
temas en ese orden. Es tan intenso que, por momentos, me asusta". En 1999 se llegó a editar una caja de siete discos con todas sus sesiones.
RAW POWER (1973)
"Hace unos años, en un momento de fiebre de reediciones y remixes, Sony me pidió que lo remezclara. Muchos decían que la producción original del disco, a cargo de David Bowie, no le hacía justicia a las canciones. Yo hice lo mío, pero creo que el trabajo de Bowie es inigualable: muy creativo. Además... ¿por qué no remixan los discos de Elvis de los 50? Muchachos, si van a escuchar este disco, elijan la versión original".
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