El Mosca de 2 Minutos hizo pis en la cabina del avión frente a todos los pasajeros?

La histórica banda de punk rock 2 Minutos, estuvo de gira el fin de semana pasado en Centroamérica, donde no faltaron los escándalos, con su cantante deportado en Costa Rica y un show con entradas agotadas cancelado sin aviso previo en El Salvador. https://www.quepasasalta.com.ar/cultura/deportaron-cantante-dos-minutos/ "Tenemos que contarles que debido a malos tratos y mala atención de la línea aérea Avianca @avianca El Mosca no pudo ingresar al país por consecuente decisión de las autoridades migratorias", explicó el grupo en un comunicado publicado en redes sociales. En el mismo texto, afirmaron que "la línea aérea inventó situaciones que nunca existieron", en referencia al episodio que habría originado la deportación de su líder, Walter "Mosca" Velázquez, aunque no se expresaron sobre la suspensión de su siguiente compromiso, que hasta ese momento, seguía en pie. Sin embargo, desde la productora salvadoreña que los contrató, replicaron otra versión: &q

Pat Pietrafesa

En 1983, Pat Pietrafesa inició su trayectoria en el mundo del rock al adquirir una guitarra Faim Les Paul negra y aprender acordes de quinta de la mano de Marcelo Inservible. Pronto se unió a la banda Los Inservibles y participó en alrededor de 3 o 4 recitales durante casi un año. Su último show con la banda tuvo lugar el 11 de julio de 1984 en Lanús Oeste, el cual fue cancelado ya que la policía detuvo a todos los músicos y asistentes al evento. Pat fue una de las personas que permaneció detenida durante una semana. 


https://www.telam.com.ar/notas/202305/627220-mujeres-punk-rock-argentino-sepamos-todas.html


Después de su experiencia en Los Inservibles, Pat Pietrafesa decidió dejar la banda para formar su propio proyecto de punk rock político, Sentimiento Incontrolable, en el que tocaba el bajo y componía gran parte de las letras.


El 7 de julio de 1985, Pat debutó con su nueva banda de punk rock político, Sentimiento Incontrolable, en un concierto benéfico para recaudar fondos para presos. Este fue el segundo concierto benéfico organizado por Pat junto a Ruth Mary Kelly, una trabajadora sexual y activista que buscaba sindicalizar la actividad. En ese momento, Pat ya participaba en marchas y manifestaciones para derogar los edictos policiales y exigir la eliminación de la averiguación de antecedentes.



Según relata en el libro “Derrumbando la casa Rosada”, Pat fue llevada por Ruth Mary Kelly al Sasid (Servicio Asistencia Social al Detenido), donde junto a Eugenio Zaffaroni, le explicaron cómo proceder en caso de detención y le dieron una copia del Código de Contravenciones Policiales. Al leerlo, Pat se indignó y comenzó a asistir con frecuencia a las reuniones de la comisión de lucha por la derogación de la averiguación de antecedentes y edictos policiales. Como muchas otras víctimas de la policía, Pat se unió a las marchas para exigir un cambio.


En esas marchas estaba Sybil Korostischevsky, la editora del fanzine Diarrea Mental. 

En el verano del 82, durante las vacaciones, Sybil Korostischevsky había cortado su primera cresta en un acto de rebeldía total. Al volver a la escuela nocturna, donde cursaba el segundo año de dibujo publicitario, notó en el patio durante el recreo otra cresta. Pertenecía a Gary Durana, quien más tarde se convertiría en guitarrista de la banda punk Mutantes del Kaos, su compañero de Diarrea Mental y el padre de su primer hijo.



Sybil Korostischevsky veía en Diarrea Mental una oportunidad de expresarse y de ser escuchada, y consideraba que el punk rock y el fanzine eran herramientas efectivas para canalizar su rebeldía y su compromiso social. En aquellos años, la represión policial era una realidad constante, y Sybil y sus compañeros de Diarrea Mental se sentían parte de un movimiento de resistencia que luchaba contra la opresión y la injusticia. En este sentido, el fanzine se convirtió en un espacio de encuentro y debate para una generación que buscaba su lugar en el mundo.



Diarrea Mental surge entre los años 83 y 84, fueron tres números en total que contribuyeron al decir y sentir de esos y esas jóvenes que escupían al mundo desde la vereda de enfrente del conformismo. Sybil explica su activismo como una respuesta natural, propia de una juventud comprometida que fue castigada por una policía que no estaba ni enterada de la vuelta de la democracia. 

La música era también un canal de expresión para Sybil: una de sus bandas fue Basura Estatal, que tuvo muchísimos ensayos y pocos recitales; algunos aún le recuerdan una de sus presentaciones en un Festipunk donde Sybil gritaba la frase “Cabo de guardia, ¡quiero salir!”, para abrirle paso a un hardcore arrasador.  

A fines de aquel 1984, Pat Pietrafesa publicó el primero de los 12 números del Fanzine Resistencia que saldrían hasta el año 2001. En tiempos en los que acceder la información no era fácil, Resistencia funcionaba como un nexo coordinante donde se registraba lo que había pasado, y se contaba lo que iba a pasar, promovía los encuentros, la reflexión y el intercambio de material musical y literario local e internacional. 

En el segundo número de Resistencia, se lanzó la convocatoria para los encuentros de punks en el jardín Botánico, jornadas en las que se impulsaban marchas, proyectos, se intercambiaban material y se afianzaban vínculos. La idea de estos encuentros había surgido en conversaciones entre Pat Pietrafesa y Mónica Vidal, cantante de la banda punk Antihéroes. 

Quienes hayan estado en Cemento, en la fecha propia que hizo Antihéroes, recordarán a Mónica Vidal, enfundada en un vestido blanco a juego con su tez pálida, rematado por el azabache del pelo y el rojo furioso de los labios, iluminándose cada vez más, mientras sonaba “Flores cubiertas con sangre”, con las velas que iba encendiendo y acomodando sobre un tablón. También seguramente la recuerden quienes la comenzaron a escupir desde el público en un show en Temperley, y la vieron secarse la frente con el brazo en cámara lenta, despejando su mirada amenazante, y en ese mismo instante, mágicamente, los hizo parar. 


Antihéroes había debutado la noche del 7 de septiembre del 85 en La Manzana de las Luces, en una fecha compartida con la banda Los Pillos, fórmula que volvería a darse en el futuro.  

El debut será recordado por lo que podríamos llamar un final “bomba”: en el último tema explotó uno de los equipos del grupo, lo que provocó gritos de asombro de los presentes, que pensaban que el humo y el chispazo habían sido efectos especiales. 

Solían tocar en el Teatro de la Fábula, el Teatro Santa María, el Parakultural, en la discoteca Cemento, con un repertorio propio. La dinámica de composición partía de las letras de Mónica como un armazón al que se le calzaba la música. Aunque también hubo otras experiencias creativas como la técnica de cadáver exquisito que dio origen a la letra de la canción “Flores cubiertas con sangre”.  

Hasta aquí, nada hacía prever el trágico destino que esperaba por Mónica Vidal, como veremos unos años más adelante. 

En 1985, Celeste Carballo hace su extraordinario aporte al punk rock argentino con su disco “Celeste y la Generación”. Había empezado a incursionar en este universo en una gira por España realizada el año anterior. -  

La periodista Romina Zanellato, en su libro “Brilla la luz para ellas“, narra que Celeste “se trajo discos punk-pop españoles como el de “Parálisis permanente”. Pero fueron sus amigas Roxana Curras –guitarrista de Trixy y los maniáticos- y Ayelen Guezamburu –que traía de sus viajes por Estados Unidos joyas que no se conseguían en las disquerías-, las que la metieron de lleno en el género. 

La influencia más importante fue un álbum de 1978 que combina punk rock y new wave, de una banda londinense liderada por una chica”. Así se lo describe Celeste a la periodista: ”Cuando escuché X-Rey Spex me quemó el bocho mal, Poly Styrene me encantó. Sí, ya venía escuchando las bandas españolas, también a The Clash, pero nosotras íbamos más por Germfree Adolescents de  X-Rey Spex, por eso La Generación tiene un saxo” . 

En 1986, Pat Pietrafesa lanzó su minisello de cassettes “Grabaciones Caseras Cagan el Negocio de la Música” con un nombre que explica el medio y el fin de su emprendimiento. Durante el verano conoció a Martín Peragallo (Lingux), él se convirtió en el cantante de Sentimiento Incontrolable, con su hermano Lucas en Bajo, y Pat en guitarra (más tarde, se sumaría Melchor en batería). También cambia el nombre: Anarkía un Sentimiento Incontrolable. En las presentaciones, recitaban las listas de personas detenidas con nombre y apellido, fecha y comisaría. 

A partir de charlas entre Pat Pietrafesa y Gary Durana se plantearon la necesidad de agruparse entre bandas para conseguir salas de ensayo, equipos, salas de grabación y lugares donde poder tocar y también montar una barra y puestos de Fanzines y grabaciones. Ya contaban con el antecedente de un festival que Pat había ayudado a organizar, que se llamó Festipunk, y donde se había logrado un buen nivel de convocatoria.  

Junto con las primeras bandas agrupadas en cooperativa, lanzaron una convocatoria que atrajo a otras bandas y comenzaron las reuniones en Boedo. Así nacieron los primeros festivales punk autogestionados.  

El puntapié inicial de una serie de tres festivales de la cooperativa se dio la noche del 2 de mayo de 1986 en el Salón Verdi, en el barrio de la Boca. Se le sumaron otros dos el 30 de agosto y el 18 de octubre de ese mismo año, ambos en la Sociedad Polonesa Bartosz Glowacki, de Valentín Alsina, con una amplia convocatoria. En ese Festipunk de octubre en la sociedad Polonesa fue la última vez que Pat tocó con Sentimiento Incontrolable. - TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.

El puntapié inicial de una serie de tres festivales de la cooperativa se dio la noche del 2 de mayo de 1986 en el Salón Verdi, en el barrio de la Boca. Se le sumaron otros dos el 30 de agosto y el 18 de octubre de ese mismo año, ambos en la Sociedad Polonesa Bartosz Glowacki, de Valentín Alsina, con una amplia convocatoria. En ese Festipunk de octubre en la sociedad Polonesa fue la última vez que Pat tocó con Sentimiento Incontrolable.

A principios de noviembre ya estaba ensayando con Gary Durana en la nueva banda Miles de Millones de Cadáveres de Niños Negros Muertos de Hambre y de Frío. La formación original fue con Pat en bajo, Gary en batería, Claudio en guitarra y Carolina “Carol” Vera Antolinetti en voz, una adolescente de 15 años que ya aportaba sus composiciones a la banda. - 

Con algunos cambios en la formación y varios ensayos, debutaron en diciembre del 86 como Cadáveres de Niños y continuaron en la escena del punk hasta el 89. En paralelo, Pat incursionaba en otras experiencias musicales como el dúo Hola Rita, o la banda Traición a la Música, también conocida como Traición a la Patria. 


A mediados de 1986, Los Maniáticos deciden seguir su camino sin Trixy. Con Roxana Curras como vocalista, la banda seguirá recorriendo todo el circuito under local, presentándose en festivales, hasta su disolución en 1988. 

Por su parte, Trixy reunió una nueva formación con Juan Rizaffi en bajo, Sergio Vall en batería, Eugenio Dolera en guitarra y Cristian “Cocoliso” di Napoli en teclados, y en aquel mismo año, Sissi Hansen saca su primer disco, titulado “Mi Religión”, cuya canción “Hongos” figuró en el Ranking Rock and Pop posicionada dentro de las 25 canciones más escuchadas del momento. 

Es también en 1986 cuando asistimos a la irrupción en escena de una banda de punk rock formada íntegramente por mujeres. -  


Y así fue cómo ocurrió: caminando por las calles del centro de Quilmes, dos chicas punk paran a otra de pelo platinado y apariencia muy similar, y le preguntan si tocaba algún instrumento. La que contesta toca la guitarra. Las que preguntan tocan bajo y batería. De aquel encuentro entre la casualidad y la curiosidad, nacería la banda Exeroica: Nancy Cintioni en Bajo, Nora Dieguez en batería, Patra Ariño en guitarra y Ana Lía en voz. 

Patra recuerda algunas dificultades que debió sortear en su camino en el punk rock: “En mi familia no hubo músicos, yo fui la primera. Tampoco tuve el apoyo de mis padres, todo lo contrario. Para ir a tocar tenía que ser en secreto, ellos no podían saber porque se enfadaban muchísimo. Las veces que salí en revistas, fanzines o en el Sí de Clarín no se los podía mostrar porque ardía Troya”. 

Patra tocaba la guitarra desde que tenía 9 años, y en el caso de Nancy Cintioni, la bajista de Exeroica, también su historia con la música había empezado desde chica. Fue cuando escuchó a los Sex Pistols que se dijo “yo quiero ser como Sid Vicious”. Le gustaba la idea de formar una banda y el bajo fue el pasaporte para concretarla porque siempre veía que lo que faltaban eran bajistas. Cree que su decisión por el bajo fue un poco por ese lado “entre Sid Vicious y que faltaba un bajista”. 

El primer bajo lo obtuvo gracias a su familia, que le compró uno de la segunda línea de Faim, una marca de fabricación nacional. 


A aquel bajo se le sumó el punk cuando Nancy repitió el tercer año de la secundaria y uno de sus compañeros nuevos le hizo escuchar a The Clash y los Ramones. De inmediato se sintió identificada con esa rebeldía. Y al bajo y al punk se les sumó Norita Diéguez, que la encaró en la calle y le dijo que tocaba la batería (“punks éramos pocos, nos mirábamos y nos identificábamos”, señala Nancy). Enseguida, después de aquel intercambio de palabras en la calle y como para arrancar con todo, Norita Diéguez la invitó a un Festipunk en La Boca. 

Las Exeroica frecuentaron los escenarios de Cemento, El Parakultural y los Festipunks del momento. A la hora de componer, Patra señala que “cada una traía una base de una canción y si nos gustaba a todas trabajábamos en ella entre todas. La composición se dio de forma natural, aunque las letras solo las hacía la cantante, Ana Lía”. Con la canción “Nanxy”, más otra llamada “Del Apocalipsis”, las Exeroica participaron del legendario disco Invasión 88, el primer compilado argentino de bandas punk y hardcore editado por el sello discográfico Radio Trípoli. 


La otra participación femenina en este compilado fue la de Alejandra Gravinese. “Este es el motivo porque me hice punk: una historia de sufrimiento, de cosa individual”, dice ella. Y esta es la historia a la que hace referencia: cuando tenía 11 años, Alejandra sufrió un accidente casi fatal, que le provocó una lesión muy dolorosa en la cadera, que padecería hasta los 36 años. 

A los 17, conoció el punk en la disquería CBGB's, ubicada en una galería de avenida Cabildo: sonaba un disco de una banda punk, y de repente, entró un punki con un aerosol y pintó “Ramones” como si fuera una performance. Enseguida se identificó con esa libertad, y esa sonoridad. “Mi grito de dolor. Todo ese dolor que yo había tenido contenido todos esos años”, señala. 

A la semana de aquel episodio, Alejandra ya se había cortado el pelo. Y se decidió a tocar el bajo. La primera banda que integró fue Cabeza de Navaja, junto a Mariano Martínez y Ciro Pertusi. Nunca llegaron a tocar en vivo, pero algunas de sus canciones las grabaría tiempo después Attaque 77. 

Ya con 18 años, Alejandra vio en la puerta de una disquería un cartel que decía: “Banda punk busca bajista enfermo” y un número de teléfono. Alejandra sintió que ese mensaje era para ella y llamó. La banda en cuestión era Rigidez Kadavérika. Con ellos grabó dos canciones para el disco “Invasión 88”: “Tropas de la noche” y “Mundo de hoy”. 

En los mismos tiempos en los que sonaban Rigidez Kadavérika, Exeroica, Cadáveres de Niños, y los Maníaticos con Roxana Curras, otra voz de mujer se hacía escuchar en la escena del punk rock. Era la de Viviana D’Andrea (Johanna), cantante de la banda Soberanía Personal. “Elegí ese nombre de batalla, Johanna (Joha) porque era lo más parecido que se me ocurrió al nombre de Joey, el cantante de Los Ramones”, cuenta Viviana. 

Un párrafo aparte merece la canción compuesta por ella titulada “Supermacho”, una declaración de guerra al machismo en una época en la que los femicidios se justificaban como “crímenes pasionales”, tal la forma en la que se decía entonces. 

“Yo recuerdo que se la dediqué a Monzón, quien, como es de público conocimiento, el 14 de febrero de 1988 mató a Alicia Muñiz. De alguna forma nos anticipamos al movimiento feminista punk con este tema que, claramente, habla de cuestiones de género, del patriarcado. Evidentemente ya entonces lo percibíamos, se respiraba un despertar antimachista ”.

“Supermacho” se graba entre diciembre del 87 y fines de febrero, junto con otros once temas en un casete publicado por Ego Records, que llevó de título “Benditos sean muñecos que pegan”. 


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